sábado, 16 de julio de 2016

LA FE HA DE CONSTITUIRSE EN NOSOTROS EN CONVICCIÓN, EN CERTEZA, EN LA ABSOLUTA SEGURIDAD DE QUE LAS PROMESAS DIVINAS TIENEN CABAL CUMPLIMIENTO, TRASLADÁNDONOS O TRANSPORTÁNDONOS CON EL DIVINO DECIR, PARA TRAER CON NOSOTROS EN UNA FORMA TANGIBLE LO QUE DIOS NOS APAREJARA EN EL MUNDO INVISIBLE, DÁNDOLE LA SOLIDEZ NECESARIA A TODA PALABRA QUE SALE DE LA BOCA DE DIOS. NUESTRA VOZ HA DE SER EL ECO DE LA SUYA; Y NUESTRO ACCIONAR, UN HACER LO QUE EL PADRE HACE, PARA QUE LO QUE SE HACE EN EL CIELO SE HAGA TAMBIÉN EN LA TIERRA.

LIMA - PERÚ  SÁBADO 16 DE JULIO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE PABLO A LOS ROMANOS

Romanos 4:20-25.

"Plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada por justicia. Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que le levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación".

*** (Ro.4:20) Despues de describirnos la fe progresiva en el corazón y la mente del patriarca, es decir, al ver a Dios como el que resucita a los muertos, el neocreativo; su esperanza dio un salto sobrenatural, e impulsándose en el trampolín de la promesa, pasó a la esfera sobrenatural donde todo es posible para Dios y para quien le sirve, creyendo en él a despecho de su realidad visible, haciéndose el progenitor de una raza que heredaría el mundo, y que fuera de celeste naturaleza. Fue así que el patriarca se negó a darle el espacio a su natural condición; y premunido de la promesa divina; se vio a sí mismo y a su esposa como a dos jóvenes en etapa reproductiva; y listos para engendrar y concebir a la gente sobrenatural de la que Yahweh le hablara, proclamó la gloria de Dios como aquella realidad que se abría paso en el horizonte lúgubre del vientre materno, dando a luz al gozo de Dios (Isaac=Risa), escuchándose en aquella lobreguez la más sonora carcajada, traumando al diablo porque la promesa divina se cumplía, sufriendo éste de una terrible migraña que hasta hoy no se le cura. Y fue aquella plena convicción del patriarca, acerca del omnímodo poder divinal, que el Padre hizo una súbita simplificación administrativa, y le puso sello al corazón del esposo de Sara como PADRE DE LA FE DE JUDÍOS Y GENTILES, proclamándolo como justo ante él, colocando en el tal el factor genético que hasta hoy se sigue compartiendo a todo aquel que cree (Hch.13:38-39).

*** (Ro.4:21-22) Pablo nos refiere que el patriarca Abraham estaba PLENAMENTE CONVENCIDO de que el Padre ostentaba todo el poder que era necesario para cubrir su bendito propósito en ese sentido específico; POR LO CUAL TAMBIÉN SU FE LE FUE CONTADA POR JUSTICIA. El valor absoluto de la fe de Abraham, abarcando en ello todo lo que Yahweh refiriera respecto a su deseo para con él, rompió los esquemas; y Dios ya tenía al varón que requería para constituirlo en su vértice, y en su nexo para que todo lo inherente al reino hallara su acceso a la comunión divino-humana. El contacto de la celeste esfera requería de un punto de partida, y el hijo de Taré se constituyó en el tal por medio de la fe, abriendo las puertas de la justicia de par en par a través de este hombre providencial (Neh.9:7-8).

*** (Ro.4:23) El párrafo anterior no lo es todo con este respecto, sino que es el punto de partida para que otros se asimilaran al plano célico-pedestre bajo análogas cicunstancias, haciendo el Señor converger a todas las personas de fe para hallar su justicia también, y que la familia de Dios dejara atrás su dispersión y sus divergencias, uniéndonos a todos por la fe en el cuerpo de Cristo, haciéndonos parte de la familia de Dios. Creo que podemos usar las fiestas del Señor como una figura que corresponda a este hecho, cobrando la forma de un reloj de arena tras el recojo pertinente de las gavillas durante la cosecha. La Pascua, los Panes sin levadura, y la fiesta del Nuevo Grano, preceden a la del Pentecostés, única fiesta el 6 de Junio en el que todas las naciones son reunidas con el bautismo del Espíritu Santo; y las tres fiestas del otoño, Trompetas, el Día de la Expiación, y la de Los Tabernáculos, en la que Dios se queda con nosotros, y nosotros con él. Tres- Uno - Tres; perfecta gavilla, separada arriba y abajo, mas unida en el centro. ¿Nos hemos fijado en el rollo de la Tora con sus terminales dorados a uno y otro lado?

***(Ro.4:24) Aquí estamos incluidos, amado lector, quienes también hemos de ser contados como ellos, sintiéndonos prisioneros de aquella esperanza, identificándonos con él en su muerte (siendo borrados nuestros pecados por sustitución); sepultación (dejando en el olvido nuestra naturaleza caída como se indica en Eclesiastés 9:5b); y en su resurrección (entendiendo ésta como la nueva vida genérica que no tiene nada que ver con lo adámico y sus recuerdos; sino con lo nuevo de la vida neocreacional únicamente). La muerte = El ayer; La sepultación = El hoy, con una constante negación de lo que fue, y una continua confesión de lo que será; y El Mañana = La realidad adelantada de la que la santidad nos va dando testimonio, observando cómo su imagen nos es transferida hasta una total conformación hereditaria. La ministración apostólica resaltaba continuamente el asunto de la resurrección, porque esa es la vida genérica que nos comunica la realidad trascendente inherente a nuestra regia condición. No es un recuerdo romántico y  bonito en la memoria, que nos haga revivir nuestra historia; sino la pluma del escribiente muy ligero que cada día confiesa, mediante su estilo de vida, que suspira por su vital revestimiento, escribiendo la historia de su futuro con cada acto correspondiente a su fe.


*** (Ro.4:25) Pablo resume la obra redentiva en dos fases: "Entregado por nuestras transgresiones"; refiriéndose a Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo a la manera de un insuperable sustituto que excede con creces la exigencia del enemigo para nuestra manumisión; y "Resucitado para nuestra justificación"; el andar en justicia no es algo estático o simbólico, sino que nos recuerda que el diario andar, como él anduvo, es lo que revela el género de vida adquirido, el mismo que nunca se detiene. La justicia, como un estilo de vida, fluye de modo inexorable, y su valor no decae, ni en este siglo, ni en el venidero (2P.3:13). Será con este pensamiento rector en nuestras mentes transformadas que ingresaremos en el contexto ideal de lo que Dios ha hecho por nosotros.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   16/07/2016

1 comentario:

  1. LA FE ESTÁ LIGADA NECESARIAMENTE A NUESTRA VIDA DE RESURRECCIÓN, PUES ELLA DA TESTIMONIO DE UNA VERDAD TRASCENDENTE QUE NO PUEDE MENOS QUE MOSTRARSE O MANIFESTARSE PARA QUE OTROS ASUMAN LA REALIDAD DEL PLANO ETERNAL. LO IMPORTANTE DE LO ETERNO ES EL PANORAMA DE SU TRASCENDENCIA MOSTRÁNDONOS QUE EL PADRE QUISO HACERNOS PARTÍCIPES DE LA GLORIA REGIA PARA SIEMPRE, DÁNDONOS UN MILENIO GLORIOSO CON EL SEÑOR COMO UN ADELANTO DE LO QUE VENDRÁ.

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