LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 06 DE JULIO DEL 2016
COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE PABLO A LOS ROMANOS.
Romanos 2:17-24.
"He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios, y conoces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor, y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas, instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y la verdad. Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? Tú que dices que no se ha de adulterar ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios? Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros".
*** Después de haber igualado, tanto a judíos como a gentiles en cuanto a su necesidad de la gracia divina, el apóstol procede a destapar el plano de hipocresía en el que vive el judaísmo por causa de la revelación impartida, la cual fuera asumida en la mente como una filosofía y sanos principios que gustan de blasonar; pero que no componen su testimonio como estilo de vida. Veamos:
(1) Tienes el sobrenombre de judío (identificándose así como la raza escogida, y la religión verdadera que presume su ligadura con el Señor y su supuesta filiación);
(2) Y te apoyas en la ley (se supone que es ésta la base o fundamento que te da la fuerza para obrar como dueño de una realidad inobjetable e inalterable);
(3) Te glorías en Dios (como fuente o causa luminosa que te eligiera para irradiar su naturaleza santa, única y perfecta, sintiéndote dichoso como parte de la raza escogida);
(4) Y conoces su voluntad (al haber sido preparado desde tu niñez en su palabra y sus valores de índole eternal, no hay lugar a equívocos en tu pensar, hablar y fluir personal, poniéndote en línea con su propósito);
(5) Instruido por la ley apruebas lo mejor (todas tus decisiones son asesoradas por la perfecta voluntad divina, eligiendo no solamente lo positivo, sino lo mejor o insuperable sobre esa base);
(6) Y confías en que eres guía de los ciegos (la amplitud de tu visión y tu criterio te ubican en la cima del pensar, el discernir y el obrar; siendo el cabal orientador de todos los que están bajo tu guianza);
(7) Luz de los que están en tinieblas (esto ya te ubica en el plano más alto para dar a todos la iluminación más propicia, y la certeza del panorama revelacional, desarrollando el conocimiento en general, y llevando a todos al cenit de su potencial).
(8) Instructor de los indoctos (el ser ese individuo especial que enseña a la gente inculta o no instruida, haciéndolo con la ternura y propiedad del caso; y no mirándolos como seres inferiores a los que tienes que tolerar forzosamente);
(9) Maestro de niños (tu capacidad didáctica, tu tolerancia y tu ternura te han convertido en un auténtico padre espiritual de excepcional valía, siendo un sano orientador de párvulos y neófitos);
(10) Que tienes en la ley la forma de la ciencia y la verdad (tu sabiduría e inteligencia han llegado al nivel más óptimo, y tu calibre profesional alcanzado es digno de encomio, haciendo que tu conocimiento y tu certeza en la aplicación descubran en ti a un hombre sabio de verdad);
y tenemos que pasar al otro lado de estos considerandos, es decir, al plano de la aplicación.
*** (Ro.2:23) En estos puntos de reflexión hemos de observar el valor real de lo que somos, tenemos y podemos en Dios, cuando al aplicarlos nos percatamos del hecho de que hacemos menos de lo que conocemos. Así, pues, el connotado maestro, no es un ejemplo vivo de lo que enseña, mostrándose esquivo en el plano de la responsabilidad, el trato deferente para con sus prójimos, el grado de cultura que debiera caracterizarlo, etc.; sus ministraciones respecto al hecho de no hurtar, son negadas por su deshonestidad; su fidelidad conyugal, y la preservación de su hogar, se ven reñidas con sus aventuras extramatrimoniales y sus abiertos coqueteos con las parejas de otros; y lamentablemente, su rechazo por la idolatría, no le hace inmune a lo profano, y a apropiarse ilícitamente de lo que ha sido separado para Dios, metiendo la mano en lo que no es suyo. La confesión de fe de esta persona en lo concerniente a la ley y su fidelidad en ello, no rima en forma alguna con sus constantes o eventuales transgresiones que desdicen su fe, y lo proponen como un abierto deshonrador del Padre; asemejándose a los escribas y fariseos que dicen y no hacen, que imponen cargas que ellos no levantan ni con un dedo (Mt.23:3-5).
*** (Ro.2:24) La naturaleza réproba e hipócrita de los falsos judíos, es puesta aquí en evidencia, llamándonos a una honda reflexión al ver que la gente no obedece a la fe porque los que la propagan de palabra, y no de obra; desnaturalizan la misma, haciéndola despreciable ante los ojos de los impíos, los mismos que se consuelan sabiéndose dentro del estándar abominable de los excesos, los disfraces y las variables del maquillaje religioso que invita a la injuria y la difamación; y no a la conversión, "cambiando mocos por babas". En esta porción el apóstol señala a los culpables de la falta de vocaciones, y del manto de hipocresías que componen el estilo de vida de los religiosos profanos.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 06/07/2016
*** Después de haber igualado, tanto a judíos como a gentiles en cuanto a su necesidad de la gracia divina, el apóstol procede a destapar el plano de hipocresía en el que vive el judaísmo por causa de la revelación impartida, la cual fuera asumida en la mente como una filosofía y sanos principios que gustan de blasonar; pero que no componen su testimonio como estilo de vida. Veamos:
(1) Tienes el sobrenombre de judío (identificándose así como la raza escogida, y la religión verdadera que presume su ligadura con el Señor y su supuesta filiación);
(2) Y te apoyas en la ley (se supone que es ésta la base o fundamento que te da la fuerza para obrar como dueño de una realidad inobjetable e inalterable);
(3) Te glorías en Dios (como fuente o causa luminosa que te eligiera para irradiar su naturaleza santa, única y perfecta, sintiéndote dichoso como parte de la raza escogida);
(4) Y conoces su voluntad (al haber sido preparado desde tu niñez en su palabra y sus valores de índole eternal, no hay lugar a equívocos en tu pensar, hablar y fluir personal, poniéndote en línea con su propósito);
(5) Instruido por la ley apruebas lo mejor (todas tus decisiones son asesoradas por la perfecta voluntad divina, eligiendo no solamente lo positivo, sino lo mejor o insuperable sobre esa base);
(6) Y confías en que eres guía de los ciegos (la amplitud de tu visión y tu criterio te ubican en la cima del pensar, el discernir y el obrar; siendo el cabal orientador de todos los que están bajo tu guianza);
(7) Luz de los que están en tinieblas (esto ya te ubica en el plano más alto para dar a todos la iluminación más propicia, y la certeza del panorama revelacional, desarrollando el conocimiento en general, y llevando a todos al cenit de su potencial).
(8) Instructor de los indoctos (el ser ese individuo especial que enseña a la gente inculta o no instruida, haciéndolo con la ternura y propiedad del caso; y no mirándolos como seres inferiores a los que tienes que tolerar forzosamente);
(9) Maestro de niños (tu capacidad didáctica, tu tolerancia y tu ternura te han convertido en un auténtico padre espiritual de excepcional valía, siendo un sano orientador de párvulos y neófitos);
(10) Que tienes en la ley la forma de la ciencia y la verdad (tu sabiduría e inteligencia han llegado al nivel más óptimo, y tu calibre profesional alcanzado es digno de encomio, haciendo que tu conocimiento y tu certeza en la aplicación descubran en ti a un hombre sabio de verdad);
y tenemos que pasar al otro lado de estos considerandos, es decir, al plano de la aplicación.
*** (Ro.2:23) En estos puntos de reflexión hemos de observar el valor real de lo que somos, tenemos y podemos en Dios, cuando al aplicarlos nos percatamos del hecho de que hacemos menos de lo que conocemos. Así, pues, el connotado maestro, no es un ejemplo vivo de lo que enseña, mostrándose esquivo en el plano de la responsabilidad, el trato deferente para con sus prójimos, el grado de cultura que debiera caracterizarlo, etc.; sus ministraciones respecto al hecho de no hurtar, son negadas por su deshonestidad; su fidelidad conyugal, y la preservación de su hogar, se ven reñidas con sus aventuras extramatrimoniales y sus abiertos coqueteos con las parejas de otros; y lamentablemente, su rechazo por la idolatría, no le hace inmune a lo profano, y a apropiarse ilícitamente de lo que ha sido separado para Dios, metiendo la mano en lo que no es suyo. La confesión de fe de esta persona en lo concerniente a la ley y su fidelidad en ello, no rima en forma alguna con sus constantes o eventuales transgresiones que desdicen su fe, y lo proponen como un abierto deshonrador del Padre; asemejándose a los escribas y fariseos que dicen y no hacen, que imponen cargas que ellos no levantan ni con un dedo (Mt.23:3-5).
*** (Ro.2:24) La naturaleza réproba e hipócrita de los falsos judíos, es puesta aquí en evidencia, llamándonos a una honda reflexión al ver que la gente no obedece a la fe porque los que la propagan de palabra, y no de obra; desnaturalizan la misma, haciéndola despreciable ante los ojos de los impíos, los mismos que se consuelan sabiéndose dentro del estándar abominable de los excesos, los disfraces y las variables del maquillaje religioso que invita a la injuria y la difamación; y no a la conversión, "cambiando mocos por babas". En esta porción el apóstol señala a los culpables de la falta de vocaciones, y del manto de hipocresías que componen el estilo de vida de los religiosos profanos.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 06/07/2016
ES IMPERATIVO QUE CONSIDEREMOS LOS MANDAMIENTOS, PRECEPTOS Y TESTIMONIO DIVINOS COMO PARTE DE NUESTRA HERENCIA, ESTILO DE VIDA Y MANERA DE OBRAR, DISTINGUIÉNDONOS DE LOS DEMÁS POR LAS COSAS QUE HACEMOS Y DECIMOS, QUE GUARDAMOS Y OBSERVAMOS, PARA QUE EN TODO SENTIDO HONREMOS A NUESTRO SEÑOR Y DIOS, Y QUE SU NOMBRE SEA GLORIFICADO, Y NO BLASFEMADO.
ResponderEliminar¡Wow!Tremenda enseñanza, hermano Efraín, gracias por ser tan puntual y Exacto al discertar la Palabra. Dios te bendiga y te dé más por todo el bien que estás dando al Cuerpo de Cristo. ¡Amén!
ResponderEliminar