LAS DIFERENCIAS BÁSICAS EN CUANTO A NUESTRA CONDICIÓN Y POSICIÓN DELANTE DE DIOS TIENEN QUE SER BIEN CONOCIDAS PARA CADA SANTO DEL PUEBLO DE DIOS, QUITANDO TODO ORGULLO, Y SIENDO AGRADECIDOS AL PARIENTE REDENTOR QUE NOS HIZO HEREDAR UNA NUEVA REALIDAD AQUÍ, Y UNA POSICIÓN TRASCENDENTE DELANTE DEL PADRE.

LIMA - PERÚ  VIERNES 29 DE JULIO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE PABLO A LOS ROMANOS

Romanos 7:4-6.

"Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte. Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en la que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra". 

*** Introducción.- Todo lo inherente a nuestra redención, y a nuestro pariente redentor (goel), nos será otorgado aquí, mostrándonos el proceso legal mediante el cual quedamos libres de la ley del marido por defunción, quedando fuera de la dimensión que él pudiera afectar (libres de la ley por viudez, no por divorcio). La ley, pues, sigue allí vigente, viva y actuante; mas no pudiendo afectarnos porque nuestro vínculo con el marido concluyó con nuestra muerte, entrando bajo el nuevo pacto del Espíritu, y saliendo del pacto de la letra; no estando ya bajo la ley, sino bajo la gracia, como vimos con anterioridad en Romanos 6.

*** (Ro.7:4) En esta porción de la palabra, el apóstol nos refiere nuestra condición de viudez: "Habéis muerto a la ley (del marido) mediante el cuerpo de Cristo. En ningún  momento arguye Pablo que la ley murió; sino que nosotros morimos a ella mediante el sacrificio sustitutivo, habiendo concluido legalmente nuestra relación con la ley vigente, rompiendo todo vínculo con ella debido a nuestro deceso. Pero, si esto es así, ¿cómo podremos vincularnos con otro cónyuge? Por la vida de resurrección genérica, que funciona aparte de la ley y los profetas, por la gracia compartida desde muchos siglos atrás (Ro.3:21-26), viniendo el Redentor en otra posición de justicia que no solamente posee, sino porque puede impartirla gratuitamente, compartiendo con nosotros la gloria de su vida resurrecta e inmortal ¡Aleluya! A ver, que levanten la mano los vivos de entre los muertos, para poder presentarnos delante de Dios en calidad de tales (Ro.6:11-14). ¡A fructificar para Dios, amados!

***(Ro.7:5) Pablo quiere que observemos, de este lado del velo, todo el tormento en el que vivimos mientras estábamos en la carne, sintiendo cómo el perfecto cónyuge hubo de soportarnos en nuestras debilidades y proclividades, viendo cómo nuestra conducta deficitaria nos llevaba otra vez a lo mismo en forma repetitiva,m fructificando para muerte (Ro.2:17-24). La ley no obraba en nosotros el pecado y la maldad, sino que evidenciaba desde su posición fija de santidad, justicia y bondad, que no éramos dignos de él, fungiendo nosotros como su debilidad y como motivo de oprobio por nuestra insolvencia moral, y nuestro gusto extremo por avergonzarlo, atrayendo sobre nosotros el juicio ¡Cuánto requeríamos de un Redentor! Nuestra gloria póstuma está representada por la tumba en el huerto, ocultando por tres días y tres noches lo que Dios hubo de soportar hasta que apareciera el Redentor (Adán, Abraham, David...CRISTO. Todo el lado derecho del Menorah hasta la caña central, llevándonos a la culminación histórica y profética que componía nuestro destino).

*** (Ro.7:6) El otrora discípulo de Gamaliel, nos referirá esta gloriosa noticia: PERO AHORA ESTAMOS LIBRES DE LA LEY POR HABER MUERTO para aquella en la que estábamos sujetos. Y esta viva de entre los muertos, libre de sus ataduras anteriores por el sacrificio vicario de Cristo en la cruz del Calvario, comienza a pensar en su vocación de servicio bajo las nuevas reglas del Espíritu Santo, nuestro bendito y nuevo Instructor en las cosas de la fe en el plano vivencial, y no solamente en el típico que fuera clásico de la letra, de órdenes e imposibilidades, porque nuestra carnalidad nos hacía rechazar lo que deberíamos amar, en un constante rechazo del divino requerimiento.  

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  29/07/2016