lunes, 11 de julio de 2016

LA JUSTICIA DE DIOS, LA MISMA QUE ES ADJUDICADA A CADA CREYENTE POR LA FE, YA ESTABA PROMETIDA EN LA LEY Y LOS PROFETAS, Y SERÍA PERSONIFICADA POR EL SEÑOR JESÚS COMO EL CORDERO DE DIOS QUE QUITARÍA EL PECADO DEL MUNDO. ES LA ÚNICA SOLUCIÓN IMPARTIDA POR DIOS PARA EL PROBLEMA DEL PECADO Y LA CONDENACIÓN. LA IMPORTANCIA DE LA REDENCIÓN CON UN CORRECTO ENFOQUE.

LIMA - PERÚ  LUNES 11 DE JULIO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE PABLO A LOS ROMANOS

Romanos 3:21-24.

"Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron; y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús".

*** (Ro.3:21)Ya Pablo ha manifestado que la ley tipifica el pecado, nos hace ver las demandas divinas y nuestra condición caótica al respecto; y también agrega que nadie puede ser justificado por las obras de la ley, porque ello es un dictamen judicial que le corresponde al Juez de toda carne, y no a la ley misma QUE NO PUEDE JUSTIFICARNOS. El veredicto divino, consignándonos como culpables, aparece enorme delante de nuestros ojos, sin atenuantes. Por ello, era preciso que APARTE DE LA LEY, SE MANIFESTARA LA JUSTICIA DE DIOS (se pusiera en evidencia como tal para determinar nuestra comunión con Él, y nuestro sino), ya testificada con anterioridad, tanto por la ley misma (los cinco libros del Pentateuco), como por los profetas (Lc.24:25-27); para que sea convalidada la obra divina de redención por el testimonio de la Palabra misma. Así, la justicia de Dios tenia que revelarse como pura y absoluta; y no como contaminable y relativa, o mudable para la comodidad de los pecadores. Aunque ello pareciera sorprender los corazones de algunos, se requería el refrendo arqueotestamentario para darle una cuota de credibilidad a la acusación contra toda la humanidad, tanto a nivel gentil como judaico.

*** (Ro.3:22) Y aquí es donde aparece el evangelio con la plenitud correspondiente, declarando que la JUSTICIA DIVINA se halla en la figura antropomórfica del Hijo de Dios: Jesucristo, afirmando que sólo la fe en él nos permitirá una auténtica restitución al contacto y relación con la Deidad. Los gentiles vieron su gloria, y la ignoraron, no considerándola digna de loor; los judíos tuvieron una directa relación con él, mas tampoco ese conocimiento los instó a adorar y reverenciar al Señor que los rescatara, identificándose con la impiedad en su sentir "Porque nuestras rebeliones se han multiplicado delante de ti, y nuestros pecados han atestiguado contra nosotros; porque con nosotros están nuestras iniquidades, y conocemos nuestros pecados: el prevaricar y mentir contra Yahweh, y el apartarse de en pos de nuestro Dios; el hablar calumnia y rebelión, concebir y proferir de corazón palabras de mentira. Y el derecho se retiró, y la justicia se puso lejos; porque la verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir. Y la verdad fue detenida, y el que se apartó del mal fue puesto en prisión; y lo vio Yahweh, y desagradó a sus ojos, porque pereció el derecho. Y vio que no había hombre, y se maravilló que no hubiera quien se interpusiese; y lo salvó su brazo, y le afirmó su misma justicia" (Is.59:12-16).

*** (Ro.3:23) Esa justicia era para todos los que creyeran en él, no habiendo ninguna diferencia, ya que todos habían pecado, sufriendo la destitución o despojo de la gloria de Dios como parte de su naturaleza esencial (Nótese que Pablo argumenta que los bienhechores buscan GLORIA, HONRA E INMORTALIDAD. Ro.2:7). Cuando el aura de la gloria que Dios puso en el hombre es quitada, este se constituye en un ser bipartito, y todo su interés es natural y pedestre, y una ansiosa búsqueda de la gloria que artificialmente pueda producir, lo cual no es sino vanagloria. La justicia del evangelio es LA JUSTICIA DE DIOS, algo que todavía veremos en Romanos 10:4. Bajo la ley, el Padre nos requería justicia; mas bajo la gracia, Dios imparte su justicia al hombre. Esa justicia es la suma de todo lo que Dios ordena, demanda, aprueba y nos otorga por su gracia. Pablo la definirá de este modo: Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho de parte de Dios: (1) Sabiduría; (2) Justificación; (3) Santificación, y (4) Redención.

*** (Ro.3:24) En el verso 23 somos despojados de todo, y en este verso 24 el Señor muestra su gracia extendida, y aquí se nos describe el evangelio o Buenas Nuevas, con sus características más plenas, diciéndonos que el tal:  
a) Es gratuito, es decir, sin costo alguno para quien lo recibe, obteniendo este don  sin dinero y sin precio (Is.55:1).
b) Es por gracia, es decir, Dios nos lo dispensa con una bondad que estamos lejos de merecer (Tit.3:4-5).
c) Es por medio de la obra redentiva del Señor Jesús. La redención es altamente significativa, ya que Dios tuvo que comprarnos pagando un precio por nuestra salvación, rescatando a cada uno de nosotros con el valor supremo de la sangre de Jesús. Si a nosotros no nos cuesta, a Él sí (2Co.5:21).
d) Es mediante la propiciación, pues el pago del precio acordado hace favorable nuestra adquisición, recibiéndonos el Padre con benevolencia y aceptación (Ef.1:6).
e) Es para los que creen, esto es para los que depositan su fe en el valor de la obra divinal, y lo asumen como sustitutivo, recibiendo los beneficios de aquel trueque espiritual que los considera limpios y aptos para ser restituidos a la divina comunión (Jn.3:16).
f) Está fundamentada en el derramamiento de la sangre del sacrificio vicario, la misma que hace efectiva la redención de todos los que creemos (He.9:22).
g) Es retrospectiva en lo concerniente a sus efectos, y esto debido a que opera pasando por alto los pecados pasados (Hch.17:30).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  11/07/2016

1 comentario:

  1. LA JUSTIFICACIÓN ES UN HECHO DIVINO, ES APARTE DE LA LEY, Y TIENE SUS CARACTERÍSTICAS ESPECÍFICAS. ES IMPERATIVO QUE CADA CREYENTE CONOZCA CADA ASPECTO DE LA JUSTICIA DIVINA PARA PLENA CERTEZA DE LA ESPERANZA.

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