sábado, 25 de julio de 2015

EL SEÑOR JESÚS, RESUCITADO, Y LLENO DE INFORMACIÓN ACERCA DEL REINO DE DIOS, VOLCÓ EN AQUELLOS CUARENTA DÍAS DE COMUNIÓN CON SUS DISCÍPULOS, EL CONOCIMIENTO OPORTUNO SOBRE LOS VALORES ESPIRITUALES TRASCENDENTES EN LOS QUE OPERARÍAN PARA QUE EL PROPÓSITO DE LA DEIDAD SE CUBRIERA EN SU TIEMPO Y SU SAZÓN.

LIMA - PERÚ  SÁBADO 25 DE JULIO DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS.

HECHOS 1:6-8.

"Entonces los que se habían reunido le preguntaron diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra".

*** Así como hubiera en Eliseo una gran expectativa al seguir al profeta Elías, su mentor, hasta el momento en que él sería arrebatado de su presencia (2R.2:1-10); así se podía percibir en el ambiente de los reunidos en esta ocasión que estaban a punto de ser testigos de una de las experiencias más tremendas que hubieran visto jamás (la partida del Señor Jesús a la esfera de la que vino, vale decir, de la inmediata presencia de Dios).

*** Aquellos cuarenta días de comunión, en los que recibieran tantas cosas inherentes al reino de Dios por parte del Señor Jesús, los había llenado de expectativa; deseando y temiendo el desenlace que provocaría la ausencia física del Señor, y la venida del Espíritu Santo diez días después, en aquel Pentecostés que mostraría la realidad y el panorama de la realización de Dios en ello; que les hacía suponer muchas cosas; que los hacía conscientes de las responsabilidades que les serían asignadas, que los envolviera en un mundo de pensamientos e ideales disímiles, en una dimensión que les causara curiosidad, ansiedad, inquietud, ioncertidumbres, temores, etc.

*** El Señor, no despejaría todas las incógnitas, pero les daría asideros espirituales válidos para que la esperanza de ellos no se disolviera, ni la inconsciencia espiritual los ganara de nuevo, ya que la expectativa correspondía a las fechas calendarias que suponían la celebración de las fiestas jubilares en su más genuina  realización, válida por las edades; hasta que Dios decidiera los tiempos y las sazones, que no serían manifestadas sino por el fluir del Espíritu Santo dentro de las progresiones programadas, llevándonos cadenciosamente a través de las edades hasta el tiempo actual, donde se están cumpliendo ante nuestros azorados ojos las realidades descritas por el Señor, y referidas por Pedro cuando el Pentecostés se dio aquel 6 de Junio memorable.

*** Aquella interrogante (v.6) ardía en sus corazones, y estando ansiosos de saberlo todo, le preguntaron al Señor; y él les manifestó que solamente el Padre era el responsable de los tiempos y las sazones que él adecuara para que dentro de las edades se cubriera su propósito, y que el velo se descorrería gradualmente, puntualmente, con la generación correspondiente; que el conocimiento adquirido hasta ese momento, correspondía a su tiempo, y significaba su bagaje y su potencial, el cual debería pasar a los que les sucedieran conforme a lo señalado por el Padre (v.7).

*** La recepción del poder (v.8), no era para saberlo todo ya, sino para ser aptos para representar a la Deidad en los términos por él programados, y dentro del panorama contextual que cabía en el sentido del divino proceder. Una vez más debo recordar que son tres las formas en las que el Espíritu opera con nosotros: (En=dentro); (Con=como compañía y guardianía); y (Sobre=gobernando y presidiendo nuestro andar, peregrinar y operar); y es en este último término en el que nos concientizamos de nuestro plano testimonial, comunicando la esfera de la que procedemos con hechos y enseñanzas que hacen visible lo invisible; que derrotan al hombre fuerte, por aquel que es más fuerte (Jesucristo); y porque el reino de Dios, cuando se extiende, revela su nivel de indetenible e inalterable ¡Aleluya!

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  25/07/2015

1 comentario:

  1. LA ANSIEDAD DE LOS DISCÍPULOS LES DEVORABA EL ALMA, Y SU DESEO POR SABERLO TODO EMERGÍA EN UNA FORMA INAPROPIADA, NO ENTENDIENDO QUE LAS COSAS DEL SEÑOR OBEDECEN A UN PROGRAMA, UN RITMO, UNA CADENCIA, QUE NO PUEDE SER MANIPULADA. ELLOS DEBÍAN ESTAR SATISFECHOS CON TODAS LAS COSAS QUE LES HABÍAN SIDO IMPARTIDAS, Y DARSE POR SATISFECHOS DE QUE FUERAN LOS DEPOSITARIOS DE LO QUE ERA PROPIO EN SU TIEMPO, Y QUE SOLAMENTE LA PRESENCIA DEL ESPÍRITU SANTO, Y SU RENDICIÓN AL MISMO, EN SU PERFECTO ACCIONAR, LOS LLEVARÍA A LA CABALIDAD DE ENTENDIMIENTO. LA POTENCIACIÓN, EMPODERAMIENTO Y HABILIDAD PARA EL SERVICIO ESTABA A LA VISTA YA; NO DEBÍAN HACER NADA SIN TENER LA ORDEN CORRESPONDIENTE. DIOS ES UN DIOS DE ORDEN.

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