LIMA - PERÚ MARTES 25 DE AGOSTO DEL 2015
COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS
Hechos 5:1-6.
"Pero cierto hombre, llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte. la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieras al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron".
*** Lucas sigue refiriéndose a los miembros del cuerpo de Cristo de un generoso obrar; y aquí, va a surgir una excepción muy lamentable; la misma que mostraría el celo divino en cuanto a la forma en que se hace caridad y se rinde un servicio a los santos. Esta es la contraposición a nuestro párrafo anterior (Hch.4:36-37), donde el hermano Bernabé depositó el total del haber de lo vendido a los pies de los apóstoles con total naturalidad, dando por sentado que el dinero en cuestión serviría de beneficio para algunos santos dentro de la grey ¿Cuál sería el aprecio con que la congregación celebrara esta ofrenda para los santos? Lucas no nos lo dice; pero este hermano llamado Ananías, vio en los ojos de los demás un reconocimiento que él quiso para sí, y decidió emular el gesto de José; no así su fidelidad y su entrega total, como veremos a renglón seguido.
*** Esta pareja de neocreyentes, no teniendo aún un parejo fluir como cristianos maduros, vieron la ocasión para hacerse conocidos y reconocidos entre los hermanos, y llenos de ansiedad por verse honrados ante la multitud de creyentes de entonces, vendieron su heredad; mas no siendo libres de avaricia y vanagloria, sustrajeron parte del precio, para no darlo todo, pero sí para obtener una gloria completa. Aunque algunos miraríamos tal conducta como una niñería o algo indigno de ser tomado en cuenta; Dios lo interpretó de modo diferente, percibiendo el Espíritu Santo una acción profana e irreverente que no iba a disculpar. Recordemos una vez más Éx.23:20-23. Es el Señor quien hace las demandas, la justicia y los juicios pertinentes.
*** El iluminado y revelado Pedro, no está manifestando su enojo, ni dando su opinión; sino que nos da a conocer la manera como Dios juzga este acontecimiento, señalando dos opciones en lo concerniente a esta voluntaria ofrenda. Si querías darla, ¿por qué mentir acerca del monto de dicha operación? ¿Si deseabas retener dicha utilidad?, nadie podía condenarte por ello ya que era de tu propiedad. Siendo esto así, ¿por qué involucrar a Dios en un negocio en el que nada tuvo que ver?. No, amados; no fue el monto de lo que se otorgara a la congregación, mas sí la actitud, la estafa moral e indigna de quienes no vieran en esto a Dios; sino una opción para gloriarse, atropellando la dignidad divinal, siendo profanos en palabra y actitud.
*** "No has mentido a los hombres (los hermanos de la comunidad eclesial), sino a Dios".- Al conjuro de estas palabras, aquel que fuera lleno del engaño satánico, cayó y expiró. ¿Demasiado duro o drástico para ser digerido por gente tan tierna como nosotros? ¡No! Es nuestra naturaleza pedestre y profana que, separada de Dios en revelación e intento, interpreta las obras divinas en el ámbito de lo pueril (lo fútil, lo trivial o infundado), asumiendo los asuntos espirituales de modo semejante al de las travesuras de un infante.
*** Que nuestra visión de los hechos espirituales no tenga una altura pigmea, propia de racionalistas que niegan la existencia real de Dios, mirándolo como algo sujeto al plano imaginario, litúrgico o ritual. La religión, mal entendida; no es semejante al panorama relacional en el que los auténticos hijos de Dios se ven envueltos (Jn.4:10, 22). La iglesia no es un campamento de gente alucinada, irreal o ilógica; ella entiende la realidad de los dos campamentos, no confundiendo las cosas de arriba con las de abajo; entendiendo el plano de su fusión célico-pedestre, aceptando ese compromiso dual como la realidad en la que susbsiste (Hch.17:27-28).
*** La trágica historia de Ananías, puso a los creyentes del siglo primero en antecedentes respecto a nuestro trato con el Señor en el ámbito eclesial; y la naturaleza profana e irreverente de algunos, se puso a pensar en los cuarentidós niños que murieron camino a Bet-el (2R.2:23-24), mientras trasladaban los restos mortales del ofrendador mentiroso hacia su última morada.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 25/08/2015
*** El iluminado y revelado Pedro, no está manifestando su enojo, ni dando su opinión; sino que nos da a conocer la manera como Dios juzga este acontecimiento, señalando dos opciones en lo concerniente a esta voluntaria ofrenda. Si querías darla, ¿por qué mentir acerca del monto de dicha operación? ¿Si deseabas retener dicha utilidad?, nadie podía condenarte por ello ya que era de tu propiedad. Siendo esto así, ¿por qué involucrar a Dios en un negocio en el que nada tuvo que ver?. No, amados; no fue el monto de lo que se otorgara a la congregación, mas sí la actitud, la estafa moral e indigna de quienes no vieran en esto a Dios; sino una opción para gloriarse, atropellando la dignidad divinal, siendo profanos en palabra y actitud.
*** "No has mentido a los hombres (los hermanos de la comunidad eclesial), sino a Dios".- Al conjuro de estas palabras, aquel que fuera lleno del engaño satánico, cayó y expiró. ¿Demasiado duro o drástico para ser digerido por gente tan tierna como nosotros? ¡No! Es nuestra naturaleza pedestre y profana que, separada de Dios en revelación e intento, interpreta las obras divinas en el ámbito de lo pueril (lo fútil, lo trivial o infundado), asumiendo los asuntos espirituales de modo semejante al de las travesuras de un infante.
*** Que nuestra visión de los hechos espirituales no tenga una altura pigmea, propia de racionalistas que niegan la existencia real de Dios, mirándolo como algo sujeto al plano imaginario, litúrgico o ritual. La religión, mal entendida; no es semejante al panorama relacional en el que los auténticos hijos de Dios se ven envueltos (Jn.4:10, 22). La iglesia no es un campamento de gente alucinada, irreal o ilógica; ella entiende la realidad de los dos campamentos, no confundiendo las cosas de arriba con las de abajo; entendiendo el plano de su fusión célico-pedestre, aceptando ese compromiso dual como la realidad en la que susbsiste (Hch.17:27-28).
*** La trágica historia de Ananías, puso a los creyentes del siglo primero en antecedentes respecto a nuestro trato con el Señor en el ámbito eclesial; y la naturaleza profana e irreverente de algunos, se puso a pensar en los cuarentidós niños que murieron camino a Bet-el (2R.2:23-24), mientras trasladaban los restos mortales del ofrendador mentiroso hacia su última morada.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 25/08/2015
LA NATURALEZA PROFANA DE LOS RELIGIOSOS INCONSCIENTES HACE QUE ELLOS VEAN UNA HORMIGA DONDE HAY UN ELEFANTE; SIENDO EXAGERADOS, O RIDÍCULOS, PORQUE NO HAN TENIDO UNA VISIÓN CABAL DE LA GLORIA DE LA DEIDAD; SIENDO TAMBIÉN EN OCASIONES PROFANOS E IRREVERENTES; ACARREANDO ASÍ JUICIO POR SUS ACTOS Y ACTITUDES INDISCULPABLES.
ResponderEliminar