LAS ORACIONES SABIAS, PRECISAS, TELEDIRIGIDAS SEGÚN LA GUIANZA DIVINA; TRAEN RESULTADOS SORPRENDENTES E INSTANTÁNEOS. LA DISPOSICIÓN DEL CORAZÓN DE LOS HIJOS DE DIOS, PARA LA REALIZACIÓN DE LA VOLUNTAD Y PROPÓSITO DEL PADRE, HACE FÁCIL LA COMUNICACIÓN, Y VIABILIZA Y AGILIZA LAS RESPUESTAS POR PARTE DE LA DEIDAD, LA CUAL SE COMPLACE Y DELEITA EN ASISTIRNOS Y PREMUNIRNOS DE LO NECESARIO PARA EFECTUAR SU BENEPLÁCITO.

LIMA - PERÚ  SÁBADO 22 DE AGOSTO DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS.

Hechos 4:29-31.

"Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios".

*** "Y ahora, Señor, mira sus amenazas".- Los creyentes del primer siglo, no se llenaron de ira para juzgar, condenar, maldecir, o pedir que el fuego del cielo cayera sobre los miembros del clero; derivando al Señor aquello que su juicio mereciera, viendo la dedicación de ellos, y la clara oposición de los gobernantes hebreos; renuentes aún éstos al evangelio del reino, y formando la resistencia oficial al mismo. Ellos no aprobarían lo que ellos mismos no generaran. El desfasamiento no suele ser percibido de inmediato, y es solamente cuando la artificial nube de incienso se ha disipado, que se avizora la luz esplendente del nuevo día, hasta que el mediodía nos muestra la plenitud al desaparecer las sombras.

*** "Y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra".- Esta es la petición de los siervos de Dios que miran más allá de la ofensa que los agravia; la incomprensión que los reprocha; la insensatez que los condena; la falsa impresión que los desaprueba; pidiéndole al Señor la intrepidez, el valor, el brío para declarar abiertamente la verdad del evangelio, dejando a la simiente divina operar según el parecer del Padre. ¡Qué esa sea nuestra petición!

*** "Mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades, señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús".- Cuando escucho u observo que muchas congregaciones clásicas niegan el poder de Dios, y la directa intervención del Espíritu Santo en los cultos; y que condenan a los creyentes porque si creen o practican el ejercicio de los dones, los ministerios y las operaciones, en su continuo fluir; me imagino que ellos no hubieran participado de esta oración y petición al Padre; misma que en esos instantes resultara lógica, pero en este tiempo,¿desfasada? Se han preguntado el por qué la bestia utilizará estas dotaciones para engañar al pueblo de Dios si "ya no están de moda" ¡Pensad!

*** Las sanidades, señales y prodigios, son una clara manifestación del poder divino asociado al fluir de los santos, algo que Pablo cuidara de hacer, demostrando su origen y su comisión (1Co.2:4-5). La Palabra y el poder divinal están peculiarmente asociados, siendo semejante al yugo que usan dos bueyes, jalando en una sola dirección, roturando la tierra para que puedan aquellos surcos ser sembrados con la simiente santa QUE DICE Y HACE, QUE PROMETE Y CUMPLE, y que da fruto a treinta, sesenta y ciento por uno.

*** La respuesta a la oración vino como un temblor o sismo, circunscrito al recinto donde se hallaban reunidos; confirmando así que a partir de entonces esto sería un acuerdo bilateral; y fue así en Filipos, declarando el Padre la liberación de las cadenas de opresión, de los cepos y de los grilletes; mas no hubo ninguna fuga ni pérdidas humanas; pero sí la salvación del carcelero y su familia, y me imagino que más de un preso se adicionó al grupo de personas que se rindieron ante el Dios de aquellos dos judíos que lo alabaran, recibiendo inmediata respuesta.

*** La llenura del Espíritu les impartió el valor, osadía y bríos que necesitaban para predicar la Palabra con poder, tal como ellos lo solicitaran. La divina inspiración soltó toda posible aprensión, quitó toda traba, tartamudez e incertidumbres; haciendo locuaz al tardo para hablar; entendido al de pocas luces, y dispuesto al flojo; abriendo entendimientos, y dándoles la elocuencia de eruditos, pasando de la timidez a la confianza; y de la flojedad a la disposición de corazón. ¡Gloria a Dios!

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  22/08/2015