LA CRISIS ESPIRITUAL Y ANÍMICA DE QUIEN ESTÁ EN EL PROCESO CONVICTIVO SE SIGUE EXPANDIENDO, Y EL APÓSTOL CONTINÚA RESPONDIENDO A CADA OBJECIÓN PRESENTADA, HACIENDO AÑICOS GRADUALMENTE TODAS Y CADA UNA DE ELLAS. SI ESTAMOS ATENTOS, APRENDEREMOS MUCHO.

LIMA - PERÚ  DOMINGO 31 DE JULIO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE PABLO A LOS ROMANOS

Romanos 7:9-14.

"Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí. Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte; porque el pecado tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató. De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. ¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna manera; sino que el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso. Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado".

*** Introducción.- El conflicto que se tenía bajo el dominio de la carne, con las pecaminosas pasiones que se llevaran cautivos nuestros miembros para servir al pecado, ha sido entendido y cancelado. El nuevo régimen por el Espíritu ha comenzado a regir nuestras conductas, y comenzamos a disfrutar la nueva vida a su sazón. Pero ello también lleva al imaginario objetor a preguntarse si la ley es pecado. ¿Por qué? Porque el conocimiento de la ley y del pecado que la transgrede, parece haberse convertido en el detonante que hiciera explotar aquella pasión reprimida que ahora tiene un nombre, poniendo en evidencia la vieja naturaleza y su poder sobre nosotros cada vez que "bajamos la guardia". Veamos lo que Pablo arguye al respecto.

*** (Ro.7:9) El objetor imaginario dará aquí "su testimonio" sobre la felicidad experimentada en su ignorancia del pecado, y de la naturaleza carnal que corría en pos de él "sin entender que eso era malo", ¿no nos apena su candidez? Así, pues, "las cosquillas" en el punto SCM (sensibilidad para las cosas malignas), hizo emerger aquella naturaleza pecaminosa reprimida, y la muerte hizo abortar la liberación por inhibición o auto restricción; y el "deceso" fue inevitable. Esta es la crónica de una muerte anunciada. Un minuto de silencio.

*** (Ro.7:10) Aquí se describe la cruel paradoja que le toca sufrir a todo el que intenta vivir a la altura de lo solicitado por Dios, careciendo del bagaje espiritual oportuno para alcanzar una victoria que supusiera un avance de religiosa ponderación. Y así resultó que aquello que nos instara a la vida, y apuntara hacia ella con absoluta claridad, se convirtió en un réquiem para quien intentara cubrir el cometido divino. Frases como: ¡Por lo menos lo intentó! ¡Lo importante es competir! ¡Será para la próxima! ¡Me faltó un puntito!; que figuran en tu lápida sepulcral, son el orgullo de la Matrix, hasta que venga el Libertador.

*** (Ro.7:11) El pecado, recordándome la oferta edénica de la serpiente, en mi intento por ser dios, me persuadió a competir con la Deidad en lo que supuse una igualdad de condiciones para ambos, Y ME ENGAÑÓ, no obteniendo la deidad satánicamente prometida, sino la condenación de la que Yahweh me advirtiera tan específicamente. Fue un suicidio. Y ahora en este hades eventrado tridimensional todos me dicen: ADÁN PÉREZ SERÁS; deben ser gente del facebook que no saben escribir: Adán... perecerás. Saludos desde el inframundo.

*** (Ro.7:12) Todo esto nos lleva a un reconocimiento  que no podemos soslayar: "De manera que la ley a la verdad es santa (Si la ley estuviera muerta o desfasada, Pablo se referiría a ella como: "era santa" ¡ojo con los que la mataron!), y el mandamiento (esto es lo que de ella emana), santo justo y bueno. Tales calificativos dejan la ley donde debe estar: en su gloriosa posición, representando la santidad divinal. Santo=separado; Justo=equilibrado; y Bueno=puro en naturaleza e intento, conforme al corazón de Dios; y bien acomodadita dentro del arca del pacto.

*** (Ro.7:13) Ahora, tomando la posición del supuesto objetor, un filosófico Pablo inquiere: ¿Luego, lo que es bueno (nótese que omite lo de santo y justo, inquiriendo por esto último) vino a ser muerte para mí? Y la apostólica respuesta que deja siempre al objetor sin atenuantes: EN NINGUNA MANERA; y aquí Pablo nos muestra la sutil naturaleza satánica del disfraz, y aquel que tiene el rostro de un Cordero, pero habla como Dragón, indujo y filtró el pensamiento legal en la mente del engañado para "tentar a Dios, y retar su justicia", y tocó el arca con sus manos, y pereció en el acto. Dado que existía el mandamiento sobre este particular, el juicio no esperó, y la pareja edénica entendió que se había separado de Dios, y que no eran dioses, sino condenados a muerte. Esa súbita sensación que llenó el fuero interno de la pareja edénica, tras comer del fruto prohibido, los desconectó de aquella comunión que después ellos rehuyeran, temiendo el juicio que inexorablemente cayera sobre ellos. Y la naturaleza pecaminosa se apropió de sus integridades, experimentando por vez primera el significado de la separación en su sentido más amplio, y el pecado hizo sentir su maximización pecaminosa.

*** (Ro.7:14) Todo esto lleva a la convicción aquí declarada pluralmente: "Porque sabemos que la ley es ESPIRITUAL (apuntando aquí a su naturaleza, haciendo incompetente a la carne para responder a sus requerimientos); MAS YO SOY CARNAL (esto equivale a una convicción de su realidad posicional, y un entendimiento de su caída naturaleza), vendido al pecado" (hablando aquí del amo que lo dominara). Esto no termina aquí...

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  31/07/2016