jueves, 7 de julio de 2016

LA REALIDAD ESPIRITUAL SE HACE EVIDENTE POR LOS HECHOS, Y LAS IDENTIFICACIONES RELIGIOSAS SE VEN INVALIDADAS POR UNA PRAXIS QUE NO PASA DE LO SIMBÓLICO. LA IMPORTANCIA DE HACER VALER CON LOS HECHOS LO QUE SE CONFIESA O POSTULA CON LOS LABIOS. LA REALIDAD ESPIRITUAL SE EVIDENCIA CON LOS HECHOS EN CONCORDIA CON LO QUE SE CONFIESA. TAL ES EL HOMBRE EN SU CORAZÓN, TAL ES ÉL.

LIMA - PERÚ  JUEVES 07 DE JULIO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE PABLO A LOS ROMANOS

Romanos 2:25-29.

"Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión. Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión? Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la ley, te condenará a ti, que con la letra de la ley y la circuncisión eres transgresor de la ley. Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios".

*** Los que reposan en las señales dejadas por las cicatrices, independientemente del compromiso alcanzado a través de las mismas, se engañan en la misma forma en que lo hacían los fariseos: "¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor. ¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica el oro?" (Mt.23:16-17). El problema está en el enfoque, y dónde está "el tesoro de nuestros corazones". Veamos...

*** (Ro.2:25) El provecho de la circuncisión es inherente a ser un fiel cumplidor de la ley que nos hace parte de un pacto, el mismo que nos compromete con Dios en línea con la fe y la santificación que evidencia la identificación con el Padre en espíritu y en verdad. Si se es un transgresor de la ley, tu cicatriz no es más que la marca de un corte en la piel que "ha perdido su sentido e identidad". ¡Cuántas oraciones de entrega se han visto desfasadas porque nunca se han constituido en decisiones de fe! Pablo nos hace notar que cuando hay un espíritu de compromiso en nosotros, nuestra conducta, lenguaje y perspectiva se tornan afines a los deseos divinos y su propósito eternal, ajustándose natural y sobrenaturalmente a sus principios y hechos. Las determinaciones del corazón, en una constante progresión hacia la gloria, la honra y la inmortalidad, convergen con Dios en principios y prácticas, disfrutando de un sentido claro y específico de lo que la vida cristiana es, envolviéndose en ella, y dejándose saturar por lo que el Padre en su bondad comparte con los involucrados en la misma. La inversión de la polaridad en el trámite de nuestra peregrinación, hace de nuestra circuncisión, una abyecta incircuncisión; y a eso se le califica como degeneración o alteración grave de la estructura de alguna parte del ser corpóreo, hasta desdecir su esencia y sentido.

*** (Ro.2:26) Pablo contrapone ahora lo anterior al hablar de un individuo sin cicatrices en los genitales, pero con un corazón fajado para la comunión con la Deidad por los principios que Dios fue escribiendo en este órgano interno, como fuente fluente que irriga con su esencia el cuerpo entero impartiéndole vida y color al mismo. ¿Cómo pudo alguien nacido en medio de la impiedad del presente siglo malo, realizar el agrado divinal en el plano conductual? Permitiéndole a Dios escribir en su corazón la naturaleza intrínseca de la realidad comunicacional, forjando así un carácter acorde con la naturaleza santa del Padre. La carne requería de cicatrices para recordar, flecos en el talit, y cajitas de cuero en las manos y en la frente, con miras a no olvidar; mas el corazón precisaba de una huella indeleble que quedara impregnada e impresa en el mismo, viviendo con cada sístole y diástole, inhibiéndose y expandiéndose, y renovándose cada veintitrés segundos, manteniendo la vida en estado óptimo. La incircuncisión, que circuncisión se volviera, se regeneró; la circuncisión que incircuncisión se tornara, se degeneró.

*** (Ro.2:27) La física incircuncisión, que guarda las ordenanzas de la ley, por su actitud y su dedicación, se constituye en un involuntario juez del religioso hipócrita, condenándolo por su mismo testimonio. No hay en la actitud del físicamente incircunciso un deseo de acusar a los falsos judíos; si no una condena que procede de su justo fluir, reflejando la justicia divina en propuesta y acción; en sentido y vida útil. La letra de la ley implica el plano referencial justo, y no cumplido, convirtiéndose ya no en mandamiento; sino en acusación para quien lo transgrede o quien lo ignora o lo rechaza no teniéndolo en cuenta. Su función testimonial representa a Dios en su sentido de Santidad y Pureza; y sólo testifica nuestra culpa cuando lo usamos como espejo de lo que debiéramos ser, y no somos. El transgresor de la ley revela su condición y su intento, y su deseo de reflejar, mediante sus hechos, la paternidad de quien lo asesora, mostrando por sus hechos su naturaleza (Jn.8:44). Si la letra de la ley, no está adherida al espíritu de compromiso que compone nuestra identidad con Yahweh; carece de realidad funcional y de derechos al sino eternal que Dios reserva para sus santos. El efod sacerdotal, como manto religioso exterior, no es lo que Dios quisiera observar en nosotros; sino su naturaleza como norma y carácter, porque en el panorama de la vida real los disfraces no tienen vigencia, sino nuestro fluir para Dios como estilo de vida y sentido existencial.

*** (Ro.2:28-29) El judaísmo real no es representado por una cubierta exterior que refiera o simbolice algo (como en el antiguo pacto); sino por un modo de ser, un estilo de vida, un plano testimonial de la realidad que los habita, y que el verdadero creyente se deleita en expresar. Los membretes, las insignias, el atuendo o uniforme que los caracteriza con bombines y caireles que pretenden representar una identidad semejante a la de una figura retocada ¿Fotoshop? no es más que una falsificación de la realidad que exige que en todo tiempo sean blancos tus vestidos y que no falte ungüento sobre tu cabeza (Ec.9:8). Cuando Pablo dice que la circuncisión es la del corazón, EN ESPÍRITU, NO EN LETRA, nos comunica sin ambages o rodeos de palabras, la naturaleza esencial de donde procede la alabanza de divino cuño, y no la lisonjera y pasajera de las circunstanciales aceptaciones humanas.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  07/07/2016

1 comentario:

  1. LA VIDA ESPIRITUAL NACE DE NUESTRA REALIDAD INTERIOR, Y DE NUESTRO INTERÉS POR MOVERNOS DE CONSUNO CON EL SEÑOR, INTEGRÁNDONOS TRIPARTITMENTE EN UNA REALIZACIÓN DE ORDEN TRASCENDENTAL. LO TRADICIONAL Y SIMBÓLICO DEBE CONVERTIRSE EN ALGO VIVO Y TANGIBLE PARA MOSTRAR SU VIGENCIA, Y NO OLER A NAFTALINA.

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