miércoles, 20 de julio de 2016

ME AGRADA VER COMO PABLO TRITURA Y DESMENUZA LA FALSA DOCTRINA DE QUE LA GRACIA ES LICENCIA PARA PECAR; SIENDO QUE ELLA NOS PREMUNE CON LA CAPACIDAD PARA VENCER AL PECADO, DESCARTAR NUESTRA CONDENACIÓN, Y EMPODERARNOS PARA HACER LA VOLUNTAD DE DIOS EN LA HERMOSURA DE LA SANTIDAD. QUIEN ASEGURE QUE LA GRACIA ES UN SEGURO ANTI-DIOS, O UN ANTÍDOTO PARA EL JUICIO, O LA VIABILIDAD PARA VIVIR EN PECADO EL RESTO DE NUESTRA EXISTENCIA, SEA ANATEMA.

LIMA - PERÚ  VIERNES 22 DE JULIO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE PABLO A LOS ROMANOS

Romanos 6:1-4.

"¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva".

*** Introducción.- Habiendo hecho el contraste entre el pecado y la justicia, mostrándonos los resultados que se obtienen de cada cual, el apóstol nos da a elegir entre uno y otro, tal como lo hiciera Moisés después de haberle mostrado a Israel la vida y el bien, la muerte y el mal, con el fin de que se penetre en la tierra de promisión, obedeciendo a la voluntad de Yahweh para poder ser bendecidos; o el de rebelarse contra él, y servir a otros dioses, recibiendo el juicio pertinente. Aquí veremos algo parecido, siendo amonestados los corazones de los presentes para determinar su rumbo de acción.

*** (Ro.6:1) El apóstol hace aquí una pregunta: ¿Qué, pues, diremos? Y en ello se advierte una determinación del corazón, exigiendo una respuesta verbal, la cual marcaría su intención sobre la proposición hecha. Y luego, la segunda interrogante, inquiere sobre la actitud que primará en aquellos interrogados, los que postularán la perspectiva de continuar una vida de pecado en el afán de que "la gracia divina se magnifique" (Ro.3:8) ¿Aceptará Dios que le sacrifiquemos el anatema de la ciudad amalecita? ¿Nos presentaremos al Padre llevando ante él aquello que su justicia maldijo? ¿Cuántos le están ofreciendo a Dios las PRIMICIAS DEL ANATEMA? ¡Oh, Dios! Juzga en nosotros la mentalidad saulina que confunde la democracia con el reino, y deja que la voluntad popular defina ante Dios. ofendiéndolo con su maldita veneración ¡Sacre bleu! (1S.15:16-23, 21-23e).

*** (Ro.6:2) ¡¡¡EN NINGUNA MANERA!!! es la respuesta paulina a semejante conducta, la que indicaba que aquellas mentes no se habían renovado, y rechazaban la mente de Cristo (1Co.2:16), prefiriendo la adámica, y sus consecuencias (1Co.15:22a). Y a continuación, Pablo revela sus razones para no persistir en la maldad al argüir que todos los que HAN MUERTO AL PECADO, NO PUEDEN SEGUIR VIVIENDO EN ÉL. Es imperativo reconocer que las realidades neocreacionales obedecen a leyes espirituales que requieren de ser procesadas por el alma para poseer un entendimiento cabal, y junto con ella una aplicación que vaya de acuerdo al nuevo formato. La inmediatez del "alumbrón espiritual" (conocimiento por revelación) desemeja del plano procesal anímico (conocimiento natural, o de los sentidos), que es bastante más lento, y obedece a nuestra buena voluntad para su asimilación, haciendo que nuestro nivel de entendimiento se ralentice. Así, pues, cuando hay una disposición del corazón, y la voluntad oportuna para alcanzar un sano entendimiento, tal proceso se simplifica y se acelera; mas cuando es al revés, todo se vuelve tedioso, aburrido y lento, derivando en continuas postergaciones que traban, impiden o anulan la conveniencia de un espiritual y ágil fluir.

*** ¿Que quiere decir Pablo con aquello de vivir en el pecado? ¿Acaso el pecado no nos mató? Será preciso observar que entre el pecado de Adán, y su muerte física, hay algo más de novecientos años engendrando hijos e hijas a su imagen y semejanza en calidad de valores deteriorados; y que la vida zombie es factible en un contexto de delitos y pecados (Ef.2:1-3). Una flor muere al momento que es cortada de la raíz y tallo que la alimentaban, pero su "muerte oficial" es cuando se seca y marchita; y la que esparciera un fragante olor, ahora apesta y contamina, teniendo que deshacernos de ella para que no nos intoxique con su fetidez. La muerte es definida como LA CESACIÓN DEL CONTACTO CON SU ÁMBITO O ESFERA, pasando del tripartismo al bipartismo, percibiendo todo con sólo dos partes de nuestro ser integral: el alma y el cuerpo; siendo amortecido del plano espiritual, pero no eliminado totalmente, hasta que Dios así lo defina (Ec.12:7). Es en ese ínterin en el que somos recogidos a misericordia, y que podemos ser salvos (Ef.2:1, 4-6). Es en ese trance que el Espíritu Santo opera para nuestra santificación, llevándonos cautivos a la obediencia a Cristo, y a alcanzar nuestra estatura de herederos. El estercolero de este siglo no es ya nuestro hábitat, sino que el Huerto del Edén o Paraíso nos reclama. ¡Ubícate!


*** Ro.6:3) Surge aquí una nueva interrogante, la cual nos mostrará el significado del bautismo como una identificación con el Mentor que las impartiera, Jesús, en este caso específico. La palabra bautismo, transliterada de la palabra griega baptizo, significa: identificarse con, sumergido; y normalmente se hacía con aquellos que eran discipulados y se adherían de lleno a las enseñanzas de su guía espiritual y maestro, marcando su identificación con el tal en principios y prácticas. Pablo, pues, al tocar este punto, nos habla de nuestra integración con Cristo Jesús en su muerte, y en las realidades que ésta contenía como el exterminio de la naturaleza adámica, y la disposición para caminar en novedad de vida, o vida de resurrección. El sello de la muerte en nuestra vieja naturaleza es simbolizada por la inmersión, permitiendo que las aguas corrientes se lleven el pecado de nuestra existencia adámica, dándole a la vida de resurrección la bienvenida con aquella bocanada de aire que le damos al salir del agua, implicando la nueva vida neocreacional.


*** (Ro.6:4) Aquí el apóstol aclara que la sepultación con Cristo, tras morir como nuestro sustituto mediante el sacrificio vicario en la cruz del Calvario, equivale a una identificación con él en ese sentido, satisfaciendo las demandas de la ley en lo tocante a la justicia, prescribiendo la condenación, y entrando a una nueva relación con Dios en el contexto de una vida genérica que no puede ya más morir. De allí que el marco de la resurrección ocupara en la ministración de los apóstoles una insoslayable prioridad, algo que nosotros no podríamos descartar al momento que aceptamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador (Ro.10:9-10). La satisfecha justicia divina; el desechamiento del diablo como nuestro acusador por el testimonio de la sangre derramada; y la imputación hecha por Dios a nuestro favor; nos dejan una relación con Dios en otro nivel; un desechamiento de la obra acusatoria del enemigo, quien por toda respuesta ve en el propiciatorio real del Calvario que acusa nuestra justicia como un hecho imperecedero; y la paz interior que en nosotros emerge, haciéndonos conscientes de la celeste aceptación al oír cómo Dios se comunica de nuevo con nosotros de tú y vos ¡Aleluya! Así, pues, si Cristo resucitó de los muertos como una innegable realidad, moviéndose por doquier con la vida resurrecta que le es característica, nosotros también andemos en esa vida genérica durante nuestra peregrinación. Y no, no somos "muertos vivientes"; sino vivos de entre los muertos con el poder de una vida genérica que la muerte no puede matar ya (Ro.6:14) ¡Aleluya!

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   22/07/2016

1 comentario:

  1. LA GRACIA DIVINA TIENE UN SENTIDO ESPECÍFICO QUE POSTULA Y VINDICA LA JUSTICIA IMPUTADA POR DIOS AL HOMBRE PECADOR; SU CABAL ENTENDIMIENTO ES BÁSICO PARA QUE NUESTRA VIDA INDIVIDUAL SE IDENTIFIQUE CON EL SEÑOR EN PRINCIPIOS Y PRÁCTICAS REVELANDO Y RELEVANDO EL AMOR DIVINO EN UN NIVEL INSUPERABLE.

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