LIMA - PERÚ LUNES 04 DE JULIO DEL 2016
COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE PABLO A LOS ROMANOS
Romanos 2:1-8.
*** Cuando observamos que la mayoría de personas que no tienen NADA MEJOR QUE HACER, se entretienen con novelas, concursos, polémicas, programas de competencias, y cosas como esas; entendemos que NO POSEEN VIDA PROPIA, y se identifican con sus héroes o sus íconos, procurando imaginar que son ellos los protagonistas; de allí el éxito de la pornografía, el voyeurismo y la novelería; expresando sus alegrías compartidas, sus sinsabores y sus críticas, según sientan participar IMAGINARIAMENTE COMO SEUDOS PROTAGONISTAS, siendo jueces y partes a la vez, contaminándose con todo lo que ven y oyen, PARA SENTIRSE VIVOS. Aquellos que consideran las probas conductas de ciertas personas o personajes, los aprueban y arguyen que son dignos de emulación, ¡PERO NO LOS IMITAN! Sólo los felicitan y loan, pero no los ven en su contexto, arguyendo que al reconocer los valores positivos, ellos lo son también; aunque no en el mismo nivel. Estos jueces ad honorem, que condenan aquello en lo que ellos también participan, nos permiten ver su doble moral, o moral polivalente, sintiéndose culpables sin condenación, mirando la santificación y la santidad como imponderables espirituales, ahítos como están de su sincretismo religioso.
*** El juicio de Dios, siendo el cimiento de su trono regio, no considera el pecado y la culpa de una manera trivial o venial; sino que se sorprende por el cinismo y la hipocresía de los religiosos profesantes no practicantes; pretendiendo que sus fantasías de elásticas justicias, los absolverán al final, salvándose todos por igual; MAS LA BIBLIA NO DICE TAL COSA, SINO LO CONTRARIO. El menosprecio por las riquezas de su benignidad (de la afabilidad del Padre); paciencia (capacidad de aguante bajo una gran presión); y su longanimidad (largueza de ánimo que aguarda una positiva reacción hacia la misericordia divinal); es juzgado como un celestinaje para con sus hijos engreídos; no considerando el arrepentimiento como una opción, endureciéndose el corazón por el engaño del pecado. Estos "escarabajos peloteros" quieren conquistar el corazón de Dios con una inmensa bola de estiércol (un extraordinario cúmulo de malas obras, de irreflexivos pareceres, y de inmoralidades sin pausas; "para que el perdón resulte más glorioso", acomodando su fluir a lo registrado por Pablo como el acopio de la impiedad con ingeniosas disculpas de Romanos 3:5-8) ¡Que locura más absurda!
*** La ira acumulada por la maldad repetitiva, y el espíritu impenitente de los que se solazan en la injusticia, es semejante a una represa que si no abre sus compuertas, explota, pudiendo arrasar con una ciudad entera al inundarla plenamente, ahogando a cada uno de sus habitantes. La dureza de corazón, y la falta de arrepentimiento, son una flagrante provocación a la ira del Padre, quien ha procurado contenerse ante las demandas de su justicia dadas las maldades repetitivas de quienes aguardan ansiosos su juicio, desafiando su naturaleza equitativa con imaginarias tropas de relevo; no temiendo las advertencias que continuamente les diera el ministerio profético, hasta que Dios revela su juicio, y le paga a cada uno en conformidad con su maldad, en un adecuado sentido de proporcionalidad. La vida eterna es un regalo a la perseverancia de los bienhechores que buscan la gloria inmortal; y también habrá un justo castigo para quienes contienden con el Señor y aborrecen la verdad, complaciéndose en hacer injusticias. En Dios no hay injusticia; y la impiedad no sabe si no vivir para satisfacer sus más bajas pasiones y provocar la ira divina con cada uno de sus hechos, ¡Recibirán su merecido!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 04/07/2016
LA JUSTICIA DIVINA PUEDE EXPRESARSE EN AMOR Y EN IRA SANTA. LAS CUALIDADES DIVINALES NO ESTÁN CONFRONTADAS LA UNA A LA OTRA, PUES TODAS ELLAS SE DEFINEN POR SU CONTENIDO ACORDE CON LA JUSTICIA, NI MÁS NI MENOS, HABRÁ CASTIGOS PARA EL CULPABLE, Y GALARDONES PARA LOS FIELES OBREROS DEL SEÑOR QUE NUNCA CLAUDICARON RESPECTO A SU FIDELIDAD. SEAMOS JUSTOS Y EQUITATIVOS COMO NUESTRO DIOS.
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