lunes, 18 de febrero de 2019

LA NATURALEZA DE NUESTRA FE SURGE DE LO QUE DIOS NOS REFIERE, Y NO DE LO QUE NOSOTROS INFERIMOS. LO QUE DIGA DIOS SE TRANSFORMARÁ EN NUESTRA REALIDAD. CONFIESA ESO, Y AGUARDA ESPERANZADO.

LIMA - PERÚ   DOMINGO 17 DE FEBRERO DEL 2019  MENSAJE # 3045

ROMANOS 4: 16-22.

"Por tanto es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros. (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son como si fuesen. Él creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada por justicia".


=== Cuando Pablo toma como ejemplo al patriarca Abraham, se va a molestar en exponer cada detalle sobre su elección y designación, y todo lo concerniente a su fe; hasta llegar al hecho de que Dios le prometiera que sería heredero del mundo a través de su descendencia. Sería, pues, por la fe, para que fuera por gracia, para que la promesa fuera firme para toda su descendencia, tanto para su descendencia judaica, como para la que  no lo era. No sería la justicia de la ley la que definiría a los herederos; sino la justicia de la fe, integrando a todos los no judíos por medio de la justicia de la fe Abrahámica, haciéndonos converger en el contexto de la herencia sin importar las etnias. Este padre de una muchedumbre, poseería una gloria que nadie más llegaría a obtener, llegando a legarnos el mundo entero. Y cuando Abraham le creyó a Dios, de que su prole sería tan inmensa como las arenas del mar (plano natural), y como las estrellas del cielo (plano sobrenatural), entendió que el contarlos estaría de más.

=== Y allí estaba el anciano patriarca, al cual le sobrara la edad, y con una mujer estéril en calidad de esposa y compañera de milicia, escuchando a la Deidad respecto a su futuro inmediato, mediato y postrero por las edades, y percibiendo cómo cada palabra por Yahweh proferida se ubicara en su ser integral, y todo en su ser, en medio de un mar de imposibilidades y contradicciones aparentes, hacía rugir su corazón con la osadía felina de un rey que gritara desde una colina alta su dicha al poder contemplar su futuro más allá de lo evidente. Aquella figura escatológica, con la vida después de la muerte (aplíquese todo ello a la edad cronológica del patriarca y su consorte, a las imposibilidades naturales; y a todo lo que el enemigo quisiera añadir, haciendo ver la promesa divinal como una burla del cielo, algo de lo cual también Abraham y Sara se rieran al escuchar sobre la intervención sobrenatural del Padre, quien hubo de refrendar sus palabras para que la confianza de ambos pudiera reaparecer en el horizonte de aquellos representantes de la senectud semítica.


=== Aquel lenguaje divino comenzó a apoderarse de las mentes de la pareja patriarcal. Y pasando por encima de sus mejores posibilidades (esperanza particular), Abraham subió al siguiente nivel, y comenzó a ver y hablar según lo que se le había revelado. Abraham no confesaba su anhelo natural; sino lo que el Padre le había participado.El lenguaje positivo es procurar mantenerse dentro de lo conveniente; el lenguaje profético es mantenerte diciendo lo QUE DIOS HA DICHO DE TI Y SOBRE TI SEGÚN SU DESIGNIO PARA CONTIGO. Nuestros considerandos, basados en lo que vemos o sabemos naturalmente, pueden frustrarnos o trabarnos; pero Abraham no los veía más que como una información sesgada y no deliberante; y fue por ello que la incredulidad no tuvo forma de introducir su energía debilitante: la duda; corriendo al ver cómo se fortalecía el siervo de Dios , dándole la gloria a quien se la mereciera, PLENAMENTE CONVENCIDO de que Dios era también poderoso para hacer lo que había prometido. Y fue esta calidad de fe, la que Dios imputó como justicia; y esa calidad de fe es la que debemos cultivar.


EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   17/02/2019    MENSAJE # 3045.

1 comentario:

  1. ES EL PADRE QUIEN MARCA PARA NOSOTROS EL RITMO DE LAS COSAS, Y ES ÉL QUIEN A SU TIEMPO HARÁ QUE TODO SE CUMPLA CONFORME A SU VOLUNTAD SOBERANA.

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