LIMA - PERÚ LUNES 11 DE FEBRERO DEL 2019 MENSAJE # 3033
LUCAS 9:22-27.
"Y diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día. Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará. Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo? Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles. Pero os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios".
=== Hubo un momento en que Jesús hizo una interrogante a sus discípulos (esto fue en Cesarea de Filipo), inquiriendo sobre la opinión de la gente respecto a su persona. Las disímiles respuestas no se hicieron esperar: Que era Juan el Bautista que había vuelto de entre los muertos, y Herodes compartía esta opinión; que era Elias, sin su traje de pelo de camello, y su dieta de langostas y miel silvestre; que era alguno de los profetas que había resucitado. Nótese que nadie veía a Jesús como el Verbo divino o Dios manifestado en carne, pensando que era un ser de ultratumba, en una manifestación superior ... ¿Era su karma? ¿Había alcanzado su nirvana? ¿Eran los judíos de un pensamiento similar al hindú? ¿Tenían alguna influencia gnóstica? Ningún pensamiento tenía afinidad con el divino fluir, habiendo dejado volar su imaginación hasta perderse en límbicos ideales. La revelación divina, tan precisa para la casta hebraica, no hallaba el eco necesario en los corazones judíos, y se precisaba una respuesta; y fue por eso que el Señor le hizo la pregunta a sus discípulos, y Pedro respondió con inefable acierto: Tú eres EL CRISTO DE DIOS.
=== La instructiva luego, fue que ellos no revelaran esto a la gente. Y es a partir de este momento que Cristo comparte lo que vendrá respecto a él, en cuanto a sus padecimientos como el Ungido de Yahweh, el desechamiento de su labor redentora por parte de los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas; lo cual derivaría en su muerte vicaria, para RESUCITAR DE ENTRE LOS MUERTOS AL TERCER DÍA; condensando en esta declaración su pasión, muerte y resurrección para completar su obra redentiva, tal como fuera planificada anteladamente por el Padre. Y es aquí donde Jesús revela lo que sería el verdadero discipulado, lo cual supondría un costo que la mayoría no estuviera dispuesto a pagar, no dejando el Señor otra opción. Eran tiempos de definición. Ir en pos del Señor implicaba el romper con toda otra vinculación, el asumir lo que venga como un abierto deseo de servir a Dios cueste lo que cueste. Que este era un principio que pediría una diaria definición, porque cada día habría un reto que propondría una existencia al límite, y que solamente aquellos que determinaran pagar este precio estarían en la capacidad de seguirle de manera inalterable e incondicional.
=== Cualquier forma de medida instintiva, buscando la preservación de la integridad personal, equivaldría a una alta traición, ejecutando al desertor sumariamente (siendo descartado como discípulo o seguidor del Señor); en contraposición, al poner la vida, o exponerla diariamente para servir al Señor y su propósito, hallará que su preservación está garantizada por el poder de una vida indestructible (He.7:16). Siempre el provecho del hombre tiene que ver con lo que lo liga al plano trascendente, y la pérdida, con el panorama de la identidad. El avergonzarse del Señor y de su palabra, es para él una afrenta imperdonable, equivaliendo a algo semejante pero en la perspectiva espiritual y en el plano de la herencia. La gloria del Hijo, del Padre y de sus santos ángeles revelan el hábitat de los redimidos como gente salva y santa. Jesús menciona que algunos de los presentes tendrían una visión gloriosa acerca del reino, tocándole a Pedro, Jacobo y Juan, ese privilegio.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 11/02/2019 MENSAJE # 3033.
"Y diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día. Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará. Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo? Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles. Pero os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios".
=== Hubo un momento en que Jesús hizo una interrogante a sus discípulos (esto fue en Cesarea de Filipo), inquiriendo sobre la opinión de la gente respecto a su persona. Las disímiles respuestas no se hicieron esperar: Que era Juan el Bautista que había vuelto de entre los muertos, y Herodes compartía esta opinión; que era Elias, sin su traje de pelo de camello, y su dieta de langostas y miel silvestre; que era alguno de los profetas que había resucitado. Nótese que nadie veía a Jesús como el Verbo divino o Dios manifestado en carne, pensando que era un ser de ultratumba, en una manifestación superior ... ¿Era su karma? ¿Había alcanzado su nirvana? ¿Eran los judíos de un pensamiento similar al hindú? ¿Tenían alguna influencia gnóstica? Ningún pensamiento tenía afinidad con el divino fluir, habiendo dejado volar su imaginación hasta perderse en límbicos ideales. La revelación divina, tan precisa para la casta hebraica, no hallaba el eco necesario en los corazones judíos, y se precisaba una respuesta; y fue por eso que el Señor le hizo la pregunta a sus discípulos, y Pedro respondió con inefable acierto: Tú eres EL CRISTO DE DIOS.
=== La instructiva luego, fue que ellos no revelaran esto a la gente. Y es a partir de este momento que Cristo comparte lo que vendrá respecto a él, en cuanto a sus padecimientos como el Ungido de Yahweh, el desechamiento de su labor redentora por parte de los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas; lo cual derivaría en su muerte vicaria, para RESUCITAR DE ENTRE LOS MUERTOS AL TERCER DÍA; condensando en esta declaración su pasión, muerte y resurrección para completar su obra redentiva, tal como fuera planificada anteladamente por el Padre. Y es aquí donde Jesús revela lo que sería el verdadero discipulado, lo cual supondría un costo que la mayoría no estuviera dispuesto a pagar, no dejando el Señor otra opción. Eran tiempos de definición. Ir en pos del Señor implicaba el romper con toda otra vinculación, el asumir lo que venga como un abierto deseo de servir a Dios cueste lo que cueste. Que este era un principio que pediría una diaria definición, porque cada día habría un reto que propondría una existencia al límite, y que solamente aquellos que determinaran pagar este precio estarían en la capacidad de seguirle de manera inalterable e incondicional.
=== Cualquier forma de medida instintiva, buscando la preservación de la integridad personal, equivaldría a una alta traición, ejecutando al desertor sumariamente (siendo descartado como discípulo o seguidor del Señor); en contraposición, al poner la vida, o exponerla diariamente para servir al Señor y su propósito, hallará que su preservación está garantizada por el poder de una vida indestructible (He.7:16). Siempre el provecho del hombre tiene que ver con lo que lo liga al plano trascendente, y la pérdida, con el panorama de la identidad. El avergonzarse del Señor y de su palabra, es para él una afrenta imperdonable, equivaliendo a algo semejante pero en la perspectiva espiritual y en el plano de la herencia. La gloria del Hijo, del Padre y de sus santos ángeles revelan el hábitat de los redimidos como gente salva y santa. Jesús menciona que algunos de los presentes tendrían una visión gloriosa acerca del reino, tocándole a Pedro, Jacobo y Juan, ese privilegio.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 11/02/2019 MENSAJE # 3033.
EL PROGRAMA DIVINAL SEGUÍA SU CURSO, Y LOS TIEMPOS DE OBRAR PARA LA GLORIA DE DIOS ESTABAN LLEGANDO SIN PAUSA. JESÚS LES ADVERTÍA A SUS APÓSTOLES SOBRE EL COSTO DE SU COMPROMISO.
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