domingo, 9 de agosto de 2015

LUCAS NOS DESCRIBE EL PANORAMA ESPIRITUAL, RELACIONAL Y PRÁCTICO DE LA IGLESIA COMO UNA COMUNIDAD EN SUS PRIMEROS ESTADIOS, Y LOS FRUTOS QUE SE OBTUVO DE ESA FORMA DE SER Y DE FLUIR EN LA CAPITAL DEL REINO. LA CONTINUIDAD DE TODO ELLO, IMPLICABA EL MANTENER ESE ESTÁNDAR, HASTA QUE LA NECESIDAD HICIERA QUE SE IMPLEMENTARAN CIERTAS VARIABLES, PERO DENTRO DEL MISMO CONTEXTO,

LIMA - PERÚ  DOMINGO 09 DE AGOSTO DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE LOS HECHOS.

Hechos 2:43-47.

"Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía a la iglesia a los que habían de ser salvos".

*** La vida unitaria y comunitaria de la iglesia del Señor en el primer siglo de nuestra era tuvo un tremendo impacto ante la nación israelita. El temor que se registra en el verso 43, que sobreviniera a cada jerosolimitano, obedecía al plano relacional de los creyentes con el Padre; y las conciencias culpables, y las naturalezas religiosas e hipócritas, no se snetían capaces de vivir a la altura de las demandas que ese estándar de vida pareciera demandar. La religiosidad, tiene un panorama ritual y ceremonial; la relación con Dios, es algo vivencial; y ser un actor consumado veinticuatro horas cada día, no les resultaba cómodo ni posible a quienes siempre se habían comportado como seudo creyentes por horarios determinados o por temporadas. Y a eso hay que añadir las maravillas (prodigios) y señales que eran hechas por los ex servidores del Señor Jesús, quienes eran vistos como émulos de su Mentor y propagadores de su doctrina, que habían llenado Jerusalén de la gloria regia del Padre.

*** El efecto en las vidas de los creyentes, comenzó a mostrar diversas manifestaciones, tendiendo las mismas a cimentar la unidad que debía ser la característica del fluir eclesial desde el inicio. El regocijo y la celebración del divino obrar parecía tener la duración de una fiesta de aquéllas, que solamente se vieran en Media y Persia (Est.1:4). Los asuntos del reino eran algo que los mantenía unidos; había mucho que aprender, entender y practicar; y ello elevaba la fe y los intereses por las cosas de Dios. El compartir el uno con el otro las tenencias físicas y también las espirituales era la prioridad, desterrando el egoísmo y la envidia que tanto daño hacen en las congregaciones de hoy. En su afán por brindarse apoyo, aquellos que eran más acaudalados entre los convertidos vendían sus propiedades para equiparar el status a nivel general (eso se termina rápido, y hay que pensar en crear fuentes de trabajo que solucionen esos problemas de modo específico también). Obsérvese que lo que se cubría eran LAS NECESIDADES, no el ocio ni los caprichos de los  veleidosos (Yo sé que eso no les pasa a ustedes; pero en otros lugares sí pasa). Los correctos administradores no mantienen de por vida al flojo o a la gente improductiva; les dan una ocupación productiva que los haga proactivos y productivos para que nadie se vea como un necesitado, o viva en una condición precaria.

*** Una vida serena y práctica no es lo mismo que una vida sedentaria. La primera es el producto del trabajo tesonero; la segunda, de una prosperidad que echa a perder, y que poco a poco se convierte en lastre para la comunidad, enfermedades físicas y vidas cortas y sin un propósito. La alegría y sencillez de corazón implican el estar viviendo de acuerdo a un estándar que nos mantiene al día con la vida, con Dios y con nuestra fraternidad local. Podemos, pues, disfrutar de la paz entretanto prosperamos y suplimos cada necesidad de un modo positivo. Una cosa es la holgura, y otra la holganza. Bienvenido lo primero como fruto de nuestro trabajo mancomunado; adiós a lo segundo, porque el ocio es la madre de todos los vicios.

*** La alabanza al Señor es el producto de haber sido bendecidos por él, implicando así nuestra fidelidad en el dar y recibir, cosechando sobreabundantemente lo que sembremos. La gente en la capital de Israel se rendía ante este grato y magnífico ejemplo de lo que es una vida en comunidad, dispensándole a los santos su favor. Esta gracia magnificada en hechos era la mejor inductora para que otras personas se agregaran a la iglesia del Señor, queriendo disfrutar de la comunión con Dios, y las bendiciones que ello trae a todos los que particpan de la realidad eclesial ajustada al divino fluir.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  09/08/2015

1 comentario:

  1. LA IGLESIA DE DIOS, EL CUERPO DE CRISTO, ES UNA FAMILIA QUE HA VENIDO CRECIENDO EN UN PLANO DE AMOR FRATERNAL, DE UN CONTINUO BRINDARSE DESINTERESADAMENTE EN ARAS DEL BENEFICIO PLURAL, ARMONIOSO Y GLORIOSO, MANTENIENDO EN LÍNEA A SUS COMPONENTES DENTRO DE ESOS PARÁMETROS. QUE DIOS NOS CONCEDA UN ESPÍRITU SEMEJANTE EN EL TIEMPO EN QUE VIVIMOS. DKIOS BENDIGA AL ISRAEL DEL SIGLO XXI.

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