LIMA - PERÚ JUEVES 18 DE AGOSTO DEL 2016
COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE PABLO A LOS ROMANOS.
Romanos 9:25-29.
"Como también Oseas dice: Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, y a la no amada, amada. Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, allí serán llamados hijos del Dios viviente. También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo; porque el Señor ejecutará su sentencia sobre la tierra con justicia y con prontitud. Y como antes dijo Isaías: Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado descendencia, como Sodoma habríamos venido a ser, y a Gomorra seríamos semejantes".
*** Introducción.-El plano soberano del Padre ha sido ampliamente observado, y se ha llegado a entender que su posición, su proyección y su determinación, no son artículos de discusión; y que nosotros no somos quiénes para enmendarle la plana y decirle cómo hacer para mantener el orden divinal previamente instituido, ni mejorarlo, dando por sentado que el divino obrar fue lo mejor para todos. Y aquellos que se miraran como enemigos, por la elección y por el evangelio, son traídos a una realidad convergente que los lleva a compartir un solo protagonismo en calidad de hijos de Dios sin más méritos que su fe en el Señor.
*** (Ro.9:25) Pablo introduce aquí aquella profecía de Oseas 2:23, en la que Dios recobra a su pueblo del norte (diez tribus=Israel), las cuales habían perdido su identidad en calidad de herederos, y fueran restaurados por la misericordiosa determinación divina a su rol, mostrando el Padre su compasión al extremo. Ya hemos dicho que la misericordia y la compasión se avienen al plano soberano de la Deidad, donde él muestra su bondad y su gracia para con quienes él quiere, cuando quiere y como quiere; y se las mostró a quienes no la merecían, devolviéndoles el honor que su pecado y su traición les quitaran (bella ilustración de la gracia). Los que están del otro lado del soreg (pared intermedia de separación en el templo judío) no han de ver esto como una desgracia; sino como una gran oportunidad para verse incluidos en aquella piedad manifestada, donde también ellos serían considerados con una justicia de tarifa plana (igual para los judíos y los gentiles). Esta restitución era imposible en el plano legal; pero la misericordia triunfó sobre el juicio (Stg.2:13).
*** (Ro.9:26) El Señor muestra su bondad para con su pueblo excluido -que rechazara su bondad y benignidad en el pasado-, trayéndolos al mismo lugar de donde fueran defenestrados, para reinstaurar su gracia y su bondad ubicándolos en una posición de privilegio por pura gracia ¿Por qué nadie reclamó?; y su restauración no sólo les hizo recobrar su antigua posición; sino que les otorgó una nueva, denominándolos el Padre como HIJOS DEL DIOS VIVIENTE (Os.1:11). ¡Quiero ver a los reclamadores, quejumbrosos y condenadores! Hummm; aparte del amago de reclamo hecho por el hijo mayor del padre del hijo pródigo (derrochador le llamo yo) nadie más abrió su boca para protestar.
*** (Ro.9:27) Y el apóstol, así como se va trasvasando el vino para su total purificación de envase en envase, nos muestra que de aquella enorme población de judíos, sólo ha quedado un resto pequeño. ¿Un Dios altamente selectivo o elitista? No, un pueblo tozudo que no admitía la gracia como su única posibilidad, prefiriendo la justicia propia de un "perfecto obrar" que no reconocía sus sacrificios como déficits, sino como continuas y nuevas opciones para seguir fallando, y completar su ciclo de "santa eliminación" ¿Le encuentras sentido a esa "santa necedad"? De allí el diminuto número de gente salva que aceptara la divina bondad como gracia absolutiva.
*** (Ro.9:28-29) Pablo declara solemnemente que los que así condenan sus almas, recibirán la justa retribución que su necedad buscó durante todo el tiempo de su peregrinación. La sentencia había de cumplirse en una forma sumaria, y con prontitud (Is.10:22-23). Lo que sigue es el reconocimiento cabal de quien ha observado todo esto en un sentido claro y definido, entendiendo que de no haber sido por la misericordia del Señor, Israel hubiera seguido la misma suerte que Sodoma y Gomorra, las cuales el Padre redujo a cenizas que hasta hoy apestan a azufre. ¡Los reclamos, a la mesa de partes! (Is.1:9).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 18/08/2016
"Como también Oseas dice: Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, y a la no amada, amada. Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, allí serán llamados hijos del Dios viviente. También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo; porque el Señor ejecutará su sentencia sobre la tierra con justicia y con prontitud. Y como antes dijo Isaías: Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado descendencia, como Sodoma habríamos venido a ser, y a Gomorra seríamos semejantes".
*** Introducción.-El plano soberano del Padre ha sido ampliamente observado, y se ha llegado a entender que su posición, su proyección y su determinación, no son artículos de discusión; y que nosotros no somos quiénes para enmendarle la plana y decirle cómo hacer para mantener el orden divinal previamente instituido, ni mejorarlo, dando por sentado que el divino obrar fue lo mejor para todos. Y aquellos que se miraran como enemigos, por la elección y por el evangelio, son traídos a una realidad convergente que los lleva a compartir un solo protagonismo en calidad de hijos de Dios sin más méritos que su fe en el Señor.
*** (Ro.9:25) Pablo introduce aquí aquella profecía de Oseas 2:23, en la que Dios recobra a su pueblo del norte (diez tribus=Israel), las cuales habían perdido su identidad en calidad de herederos, y fueran restaurados por la misericordiosa determinación divina a su rol, mostrando el Padre su compasión al extremo. Ya hemos dicho que la misericordia y la compasión se avienen al plano soberano de la Deidad, donde él muestra su bondad y su gracia para con quienes él quiere, cuando quiere y como quiere; y se las mostró a quienes no la merecían, devolviéndoles el honor que su pecado y su traición les quitaran (bella ilustración de la gracia). Los que están del otro lado del soreg (pared intermedia de separación en el templo judío) no han de ver esto como una desgracia; sino como una gran oportunidad para verse incluidos en aquella piedad manifestada, donde también ellos serían considerados con una justicia de tarifa plana (igual para los judíos y los gentiles). Esta restitución era imposible en el plano legal; pero la misericordia triunfó sobre el juicio (Stg.2:13).
*** (Ro.9:26) El Señor muestra su bondad para con su pueblo excluido -que rechazara su bondad y benignidad en el pasado-, trayéndolos al mismo lugar de donde fueran defenestrados, para reinstaurar su gracia y su bondad ubicándolos en una posición de privilegio por pura gracia ¿Por qué nadie reclamó?; y su restauración no sólo les hizo recobrar su antigua posición; sino que les otorgó una nueva, denominándolos el Padre como HIJOS DEL DIOS VIVIENTE (Os.1:11). ¡Quiero ver a los reclamadores, quejumbrosos y condenadores! Hummm; aparte del amago de reclamo hecho por el hijo mayor del padre del hijo pródigo (derrochador le llamo yo) nadie más abrió su boca para protestar.
*** (Ro.9:27) Y el apóstol, así como se va trasvasando el vino para su total purificación de envase en envase, nos muestra que de aquella enorme población de judíos, sólo ha quedado un resto pequeño. ¿Un Dios altamente selectivo o elitista? No, un pueblo tozudo que no admitía la gracia como su única posibilidad, prefiriendo la justicia propia de un "perfecto obrar" que no reconocía sus sacrificios como déficits, sino como continuas y nuevas opciones para seguir fallando, y completar su ciclo de "santa eliminación" ¿Le encuentras sentido a esa "santa necedad"? De allí el diminuto número de gente salva que aceptara la divina bondad como gracia absolutiva.
*** (Ro.9:28-29) Pablo declara solemnemente que los que así condenan sus almas, recibirán la justa retribución que su necedad buscó durante todo el tiempo de su peregrinación. La sentencia había de cumplirse en una forma sumaria, y con prontitud (Is.10:22-23). Lo que sigue es el reconocimiento cabal de quien ha observado todo esto en un sentido claro y definido, entendiendo que de no haber sido por la misericordia del Señor, Israel hubiera seguido la misma suerte que Sodoma y Gomorra, las cuales el Padre redujo a cenizas que hasta hoy apestan a azufre. ¡Los reclamos, a la mesa de partes! (Is.1:9).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 18/08/2016
EL RECOBRO DE LAS DIEZ TRIBUS DEL NORTE, ESPARCIDAS POR TODA LA TIERRA, ES UNA MUESTRA DEL ACCIONAR DEL SEÑOR EN CUANTO A SU PROMESA HECHA A ABRAHAM. LA RESTAURACIÓN DE ÉSTAS, NOS PONE EN ANTECEDENTES SOBRE CÓMO ACTÚA DIOS PARA INTEGRAR A LOS GENTILES EN LA FAMILIA DE DIOS. MIENTRAS MÁS ANALIZAMOS ESTOS PASAJES, MÁS APRENDEMOS DE LA GRACIA DE DIOS Y DE CÓMO ÉSTE HACE LA UNIÓN-FUSIÓN DE SU FAMILIA SIN DISTINGOS DE NINGÚN TIPO.
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