sábado, 20 de agosto de 2016

LAS CONVICCIONES DEL CORAZÓN VARÍAN DE UNO A OTRO; PERO LO QUE NO SUFRE VARIANTE ALGUNA ES EL MÉTODO POR EL CUAL SOMOS ADMITIDOS EN LA FAMILIA DE DIOS, QUE ES LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE. Y SI BIEN EL CORAZÓN GUARDA EL TESORO DE NUESTRA REDENCIÓN, NUESTRA BOCA NO PUEDE DEJAR DE PROCLAMARLO POR DOQUIER

LIMA - PERÚ  SÁBADO 20 DE AGOSTO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE PABLO A LOS ROMANOS

Romanos 10:5-10.

"Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas. Pero de la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo); o: ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos). Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación".

*** Introducción.- Tras describir el plano autoritativo de la Soberanía divina, y la justicia de las aplicaciones de su misericordia en momentos claves; sin eximir a la nación de su responsabilidad ante la Deidad, el Señor revela su bondad para con todos los hombres, y el cómo esa parte de su naturaleza se ha hecho cargo de todas nuestras fallas, así de judíos como de gentiles, haciéndonos ver la ineficacia de la buena voluntad humana para acercarse a él en sus términos, y la necesidad de rendirse ante LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE como la única opción para la salvación de sus almas. Aquella enorme piedra de tropiezo con la que todos se estrellaran en su andar religioso, obligó a todos a usar la ruta alterna que el Señor ya había profetizado en Jeremías 23:5-6: "...Levantaré a David renuevo justo y reinará como Rey... y hará juicio y justicia en la tierra...y este será su nombre con el cual lo llamarán: YAHWEH JUSTICIA NUESTRA". ¿Querían una poderosa mención del nuevo pacto?: Esta es.

*** (Ro.10:5) La ley, como la norma que los hijos de Israel decidieran obedecer (Éx.19:8; Lv.18:4-5), nos revela la naturaleza santa de Yahweh, y su deseo de que lo emulemos, de modo que podamos ser santos como él es Santo. El pueblo israelita desconocía que lo que les presentara la Deidad era un estándar que ninguno podría alcanzar para impartirse a sí mismo la vida divinal, y que al final los llevara a aceptar su dádiva de amor en la persona del Hijo de Dios. Así, el escuchar, obedecer y hacer, interpretarían una emulación de la vida divina que les significaría el balance ideal que Dios mirase con aprobación; aunque Yahweh buscaba algo de mayor significado, el que él pudiera vivir su vida a través de nosotros, como veremos a renglón seguido. La ley, pues, era el manual para vivir como le agradaba a Dios; aunque su anhelo fuera más elevado que eso.

*** (Ro.10:6) La justicia de la fe va a encontrar en el imaginario objetor una serie de vallas e impedimentos que reposan siempre en los humanos esfuerzos por un logro religioso que no llega a ser espiritual. Veamos: La justicia que es por la fe afirma lo siguiente: No digas en tu corazón (se refiere aquí a una honda reflexión que torna todo intento del corazón como algo irrealizable en el plano natural y en el religioso) ¿Quién subirá al cielo?, o podríamos parafrasearlo así: ¿Quién va a traer a Dios a nuestra esfera pedestre? Y Pablo responde diciendo que Dios se ha manifestado en carne, que Cristo vino a la tierra para establecer contacto con nosotros, para ser el Cordero de Dios que quitaría el pecado del mundo, y que toda nuestra necesidad de un nexo con la Deidad se ha visto suplida con amplitud. Esa pregunta y esa objeción ya han recibido la respuesta de la Deidad en la figura antropomórfica de Jesús el Salvador. No hay cuidado corazón, aquí tenemos al Hijo como la respuesta divina a nuestra aparente imposibilidad.

*** (Ro.10:7) Y si miramos la imposibilidad en una forma ascendente, no sabiendo cómo podríamos tener un género vital que nos haga subir del profundo hades que nos mantiene presos para siempre; tenemos buenas nuevas para ti corazón acongojado; ya Jesús hizo una masiva evacuación desde lo profundo del hades, trayendo consigo las primicias de los que durmieron en él, impartiéndoles vida de resurrección, que no puede ya más morir. ¿Tienes algo más que objetar, corazón? Ya Cristo subió de entre los muertos con una clase de vida que no puede ya más morir, y esta vida es nuestra por la fe. Muy bien, ahora miremos muy atentamente lo que poseemos en Dios en lo concerniente a la vida nueva...

*** (Ro.10:8) Mas ¿qué dice entonces la Justicia de la Fe? Escucha atentamente corazón lo que tengo que decirte: Ni lo alto ni lo profundo están tan lejos que parezcan inaccesibles; hoy todo está delante de ti, aquí y ahora: Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Tan distantes como ellos están para ser alcanzados y para expresarlo:  Esta es LA PALABRA DE FE QUE PREDICAMOS (La fe que no se expresa en acciones correspondientes no trasciende); y es por eso que somos invitados a expresar las realidades espirituales para que cobren el peso y la trascendencia que le hagan afectar esta dimensión, fusionándose, llenando el orbe con su gloriosa presencia.


*** (Ro.10:9) Muy atento corazón, porque aquí se condensa la realidad tripartita que nos hace UNO CON EL SEÑOR. 
(I) Que si confesares con tu boca (esta es la orgánica emisión de la que los hijos de Dios se hacen parte una vez para siempre, y que los ubica en su filiación con el Padre de los espíritus), 
(II) Que Jesús es el Señor (esta realidad del panorama autoritativo del Hijo de Dios es la que genera nuestra victoria y nuestro triunfo sobre el enemigo, pues supone un cambio de lealtades que nos facultará para operar en nuestra santificación, la cual nos hará capaces como herederos del reino de Dios, pues sabemos que sin santidad, nadie verá a Dios),
(III) Y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo (Si bien lo primero incluía una confesión igualitaria con lo que dice el Señor de cada uno de nosotros; en esta parte cabe el refrendo de esa realidad como un hecho vigente, viviente y actuante, que nos lleva a ser afectados por esta vida genérica de aquí en adelante. La medida de nuestra fe en la vida de resurrección que se nos impartiera, como una vida en la que vivimos, nos movemos y somos, ha de constituirse en una certeza de nuestro estado salvífico, nuestro empoderamiento y nuestra herencia).

*** (Ro.10:10) En esta parte de la epístola, el apóstol nos concientiza de cómo el corazón del hombre se ha convertido en la bóveda que guarda la justicia adjudicada por la fe, y nos lo muestra como un lugar donde ella se preserva íntegramente; y será desde esta caja de caudales que la boca extraerá su confesión de fe para enchufarse en las realidades neocreacionales que le son propias, Así, el corazón, donde la fe se haya depositada, se constituirá en la fuente que forje nuestra fortaleza espiritual, nuestra más poderosa convicción, y la fiel depositaria de la dignidad que nos lleve a actuar con confianza en todo lo que emprendamos como parte del ejército de Dios. El creer para justicia, nos establece en una realidad invariable que debe fluir como la sangre lo hace en nuestro sistema circulatorio, girando cada 23 segundos por todo nuestro cuerpo físico; y la confesión de la boca, debe revelar esta realidad como una constante palpitación, que se recoge comprometida y feliz, y se ensancha revelando su dicha relacional. La vida en su latir, compone su vital expresión que revela por sus signos vitales la vida que dentro hay, haciendo notorio que Jesús la habita, la sustenta y la cuida.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  20/08/2016

1 comentario:

  1. LO QUE SOMOS Y LO QUE TENEMOS EN CRISTO JESÚS DEBE SER AMPLIAMENTE CONOCIDO POR CADA HIJO DE DIOS. SI NUESTRA CONVICCIÓN DE FE SE TORNA SEGURA, SERÁ PODEROSA. CADA CREYENTE ES RESPONSABLE DE GUARDAR SU POSICIÓN EN DIOS COMO ALGO INALIENABLE.

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