martes, 2 de agosto de 2016

UNA FATÍDICA CONVICCIÓN ES EL RESULTADO TRÁGICO PARA QUIEN NO ENCUENTRA SOLUCIONES ANTE LA PERSPECTIVA AMBIVALENTE QUE SUPONE LA VIDA, DEBIENDO ACEPTAR QUE ESAS LEYES CONTRADICTORIAS QUE BATALLAN EN EL ALMA NO SE DARÁN TREGUA JAMÁS, Y QUE TODO LO QUE LE QUEDA AL SER HUMANO ES ACEPTAR SU DUALIDAD COMO IRREVERSIBLE, SIENDO CINCUENTA POR CIENTO FIEL A DIOS (EN SU MENTE TAN SOLO), Y CINCUENTA POR CIENTO VÍCTIMA DEL ENGAÑO DEL ENEMIGO, ALGO QUE NO SE SIENTE CAPAZ DE VENCER.

LIMA - PERÚ  MARTES 02 DE AGOSTO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE PABLO A LOS ROMANOS

Romanos 7:21-25

"Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley, que el pecado está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado".

*** Introducción.- La introspección del párrafo anterior, ubicando correctamente cada porción de este rompe cabezas, me hizo conocer a un intruso alojado en mi mente, y un factor exógeno que se había apoderado de mis miembros hasta hacerlos parte de sí, y no de mí; y comencé a entender la "logica de un poseso" que se ve seducido e impulsado por voces interiores que han capturado mi pensar, mi sentir y mi obrar, con mi consentimiento, para vivir una falacia que hoy reconozco y aborrezco. Dos cosas me quedan por hacer, asumir un plano de resignación; o luchar contra esta entidad que está usando mi cuerpo a despecho de mi pensar y desear, cediendo siempre al instinto, al impulso y al apetito, condenando mi alma a vagar en ese hades lóbrego y oscuro que me deleita y me condena en agridulces sensaciones de las que no consigo apartarme a pesar de mi esfuerzo. Voy entendiendo el significado de la potencia de los deleites (Ap.18:3).

*** (Ro.7:21) El apóstol nos describe aquí el resultado de aquel autoanálisis, señalando el acertado diagnóstico: "...Queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley, que el pecado está en mí". Si recordamos que la ley es una regla o norma constante e invariable de las cosas; no hablamos aquí de una simple influencia; o de algo que escuchamos por ahí, que nos resultó curioso e interesante; sino de una consigna que se ha convertido en un pensamiento gravitacional, en un principio regente para la carne y sus apetitos, instintos e impulsos. Habiéndose convertido en el espíritu de nuestra mente, encontramos que el habitante de naturaleza exógena ahora posee el dominio  de nuestro cuerpo mortal, y por la potencia de los deleites, me tiene subyugado.

*** (Ro.7:22) Aquí, el hombre de Tarso, nos habla de su hombre interior (refiriéndose a su alma, porque el espíritu es algo de mayor envergadura, y es mencionado como tal), aduciendo que el tal se goza e identifica con la ley divina, aprobando los mandamientos y las solicitudes del Padre como lo mejor para las personas y para la vida. Aquí no hay hipocresía de parte del sujeto que reflexiona y se auto ausculta, sino una firme declaración de su crisis interna, y de sus secretas dificultades para la obediencia implícita al mandamiento, y hemos de seguir en esta reflexión, descubriendo juntamente con él lo que causa su interdicto.

*** (Ro.7:23) En esta porción, el sujeto en mención descubre que hay otra ley en sus miembros, y que la misma se rebela contra la ley de su mente (hasta aquí dos leyes que se contraponen), y que lo conducen en cautiverio a la ley del pecado que está en sus miembros; ¡la influencia del ayer se ha constituido en señorío vía las continuas concesiones asociadas a los deleites temporales del pecado! Así, la Ley de la Mente, asociada a Dios por deseo y proyección; se ve trabada por la Ley del Pecado que está en sus miembros, neutralizando su religioso fluir, de modo tal que el panorama supuestamente espiritual, de anímico cuño, pretende avanzar estando la palanca de cambios en neutro...¡Sólo se consume combustible, y no se avanza!. Nótese en este verso el buen ánimo que hay para escuchar y entender la voluntad de Dios, y el deseo de asociarse con ella; y cómo tal impulso es detenido, y llevado en cautiverio por la ley del pecado que habita en sus miembros. Esto equivale a una posesión demoníaca por voluntaria cesión a las falacias propuestas por el enemigo de nuestras almas. Recordemos el Edén.

*** (Ro.7:24) Esta conducta autocompasiva, esta lamentación religiosa que le niega a Dios el poder, la victoria y el triunfo, conduce al cautivo a una total desesperación, sintiendo que su caso no puede, ni podrá solucionarse. La ley romana castigaba así a los criminales: El cuerpo del muerto, era adherido al cuerpo de su asesino, hasta que la pudrición pasara del cuerpo yerto al del homicida, pudriéndolo también, castigando su crimen, y componiendo su destino; y parece ser que ese será el fatídico hado que hará irreversible su condenación... Y la presencia cananea persiste en habitar la tierra junto con Israel, y los lastimeros ayes del doliente se expresarán en un contexto dual y fatal para el que en ello se detiene; de allí la figura ambivalente que hará que se escriba en la lápida de afuera la suerte que dos comparten sin una esperanza.

*** (Ro.7:25) En este párrafo, el apóstol señala su agradecimiento para con la Deidad, reconociendo su Señorío, pero concluye con una contradicción, citando ambas leyes como hado fatídico que universaliza su sentir: "Con la mente sirvo a la ley de Dios"; una especie de 'Hice y hago lo que puedo en cuanto a mi sentir, que no pasará de ser simbólico y bien intencionado'; "mas con mi carne a la ley del pecado"; o 'lamento decirles que de todos modos voy a la condenación; porque no puedo vencer esta poderosa inclinación que me subyuga y me hace ser lo que soy. ¿Qué se puede hacer contra esta ley negativa? ¡Mi carne está condenada! ¡Ojalá mi espíritu sea salvo en el día del Señor! Esta postrera impresión no es nuestra realidad final. Esto no termina aquí...


EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  02/08/2016

1 comentario:

  1. ESTE CAPÍTULO NO CONLUYE EL PROBLEMA QUE PABLO PLANTEA; SINO QUE LO DEJA EN STAND BY. Y LA CRISIS AQUÍ MENCIONADA NOS PERMITE CONOCER MÁS DE CERCA LO QUE UN CREYENTE PASA CUANDO INTENTA AFIRMAR SU FE Y SUS CONVICCIONES, ESTRELLÁNDOSE CON SU CRISIS DUAL QUE NO PARECE TENER SOLUCIÓN.

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