lunes, 22 de agosto de 2016

AUNQUE EL EVANGELIO, CON TODO EL PODER QUE LO CARACTERIZABA, FUERA MINISTRADO POR TODOS LADOS, LA RESISTENCIA AL TAL SEGUÍA SIENDO MUY GRANDE. EL RECURSO DE LA FE ES MENCIONADO UNA VEZ MÁS, Y EL CÓMO ÉSTA PUEDE SER OBTENIDA MEDIANTE LA CONSTANTE AUDICIÓN DE LA INFORMACIÓN DIVINA, MOSTRÁNDONOS LOS MISTERIOS DEL REINO, Y SUS APLICACIONES PARA LA OPTIMIZACIÓN DE LA RELACIÓN CÉLICO-PEDESTRE. EL TRASLADO DEL MENSAJE DEL REINO A LOS GENTILES, EL RECHAZO PARA EL PUEBLO REBELDE Y CONTRADICTOR.

LIMA - PERÚ  LUNES 22 DE AGOSTO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE PABLO A LOS ROMANOS

Romanos 10:16-21.

"Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Pero digo: ¿No han oído? Antes bien, por toda la tierra ha salido la voz de ellos, y hasta los fines de la tierra sus palabras. También digo: ¿No ha conocido esto Israel? Primeramente Moisés dice: Yo os provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo; con pueblo insensato os provocaré a ira. E Isaías dice resueltamente: Fui hallado de los que no me buscaban; me manifesté a los que no preguntaban por mí. Pero acerca de Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo rebelde y contradictor".

*** Introducción.- La predicación del evangelio llegó a establecerse como una necesidad para todo el género humano, el mismo que Pablo dividía entre judíos y gentiles. La virtud de este mensaje salvífico es que gozaba del refrendo divino, y que la fe no sería jamás avergonzada; la presunción se verá humillada continuamente, la fe, no. Las diferencias étnicas o religiosas habían dejado de ser tales, porque el pecado había universalizado la necesidad de modo global. Así, fue necesario que invocáramos a aquel en quien habíamos creído, para conocer y disfrutar de sus riquezas en gloria, conscientes de que la correcta invocación al único y sabio Dios nos otorgaría la salvación, y nos ampararía siempre, conforme a su palabra. La invitación a la participación por creer en el evangelio había de realizarse cumplidamente, independientemente de los resultados, como veremos a renglón seguido.

*** (Ro.10:16) El apóstol a los gentiles refiere el hecho de que no todos obedecieron al evangelio que fuera proclamado (como Isaías expone en 53:1), revelando una paradoja desde el 52:13. El siervo será prosperado, engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. Producirá asombro debido a su desfiguración (los azotes y la cruz) hasta no parecer humana su apariencia. Los efectos: Asombrará a las naciones; los reyes enmudecerán; verán lo que nunca se había visto; entenderán lo que jamás comprendieron ni fuera audible para ellos. ¿Por qué si todo esto se dio, hay gente que no cree? La perplejidad de los testigos, su azoro particular, su asombro ante lo que Dios expone ante sus ojos y oídos y corazones, los deja en tal desconcierto que no saben qué hacer, volviendose a la "estabilidad de su Babilonia interior", y a su esfuerzo frustro por justificarse a sí mismos como una dosis de compensación que los alivia de su constante fracaso.

*** (Ro.10:17) Y sí, el apóstol insistirá en la intrínseca necesidad de oír la Palabra de Dios hasta que las duras cervices se ablanden, y le cedan espacio a la realidad que, proveniendo de arriba, busca su alojamiento en aquellos corazones duros, adustos y renuentes, que requieren urgentes verse abrigados por la realidad de la dádiva divinal. La fe, es el aceptar la divina información en el sentido esencial de lo que se nos comparte y revela. El paulatino convencimiento habla de su capacidad operativa para persuadir acerca de su cualidad, su poder, y sus virtudes por el contacto con la celeste esfera, viendo su realidad en esta dimensión por los insumos traídos del mundo invisible, materializándose en nuestra esfera tridimensional con miras a cubrir el plan y propósito del Padre. El atento oír la enseñanza de la palabra de Dios nos hará gente poderosa, y premunidos de la información divinal sobre los valores adquiridos en la forma de dones, ministerios y operaciones, obraremos en el Señor, con el Señor, y para el Señor, por el poder del Señor.

*** (Ro.10:18) Debido a que los resultados no tienen un valor absoluto, uno se hace ciertas interrogantes. Señor, no vemos una reacción al influjo de tu palabra; pero sí la hay: O la rechazan, o la abrazan. En el primero de los casos, la gente oye, no cree, y se va. En el segundo: la gente oye, cree, y la recibe, integrándola a su realidad que se torna trascendente mediante la fe. La voz de los predicadores ha salido por el mundo, por toda la tierra, llegando a los lugares más lejanos; por lo tanto, no podemos culpar a Dios de no haberse manifestado; o por la creación, o por la predicación de la palabra de fe. Así, pues, los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos; y la predicación del evangelio resulta ser una confirmación de esos hechos, llegando a nosotros mediante el impacto de la ministración de su palabra, apoyada con señales, prodigios y milagros; con poder; y no con temor de no ser creída (Sal.19:1-4).

*** (Ro.10:19) Después de hablar del oír que trae la fe, y de la comunicación que se ha impartido por todas partes, el apóstol declara que Israel ha conocido estas cosas, poseyendo un protagonismo que nadie más ha tenido, pues todo se hizo en la tierra de los judíos, y lo del sacrificio de Cristo, y todo lo demás, fue compartido hasta la saciedad: La muerte de Jesús, la tumba vacía al tercer día, el ascenso del Señor; las manifestaciones de poder a cargo de sus apóstoles, sus diáconos y sus santos; hasta llenar la capital jerosolimitana de la autoridad y el poder de Cristo. ¡No me vengan ahora con que no sabían! Y aquí también Pablo revela cómo el Padre le entrega esta palabra de fe a quienes nunca tuvieron más que un rol secundario o nulo en estas cosas: Los gentiles. ¡Sí, NOSOTROS! Y aquellos a quienes tenían el deber los judíos de predicarles la Palabra de Dios, no dudaron en tomar los beneficios de las Buenas Nuevas, y de adelantar a los judíos en lo tocante al reino (Mt.21:31). Los judíos pensaban que eran una élite, y que solamente ellos merecían ser salvos; esta afirmación, pues, es una bofetada de ida y vuelta para el orgullo hebraico, quienes observaban cómo los no judíos tomaran los tesoros de Abraham, Isaac y Jacob, para hacerlos suyos; mientras que ellos se mantenian en contacto con una realidad pasada y desfasada que no fuera más allá de lo simbólico, reprendiendo de ese modo sus abominables idolatrías (Dt.32:21).

*** (Ro.10:20) Una situación que resultara insólita e inaudita; un imposible religioso, se daba ante sus ojos: Los gentiles siendo salvos, sanos y confirmados como hijos de Dios, recibiendo todo lo que en el Pentecostés se diera como una herencia espiritual y universal. Así, la adoración que fuera dada a los demonios, halló a quien era digno de ella ¡sin tabernáculo, sin sacerdocio aarónico ni levitas; sin sacrificios insulsos y carentes de significado! El Padre se reveló a la gente incircuncisa, a los que siempre estuvieron lejos; y el corazón de los gentiles se allanó a la oferta divina, recibiendo las bendiciones guardadas para los hijos; y aunque esto significara alglo sorprendente para los no judíos; era vergonzoso e hiriente para los airados hijos naturales de Abraham; algo que ya Isaías profetizara (Is.65:1). Tal afrenta resultó obsesiva en extremo para el pueblo judío; y sintieron por primera vez lo que significa ser rechazados y desechados (Mt.21:43).

*** (Ro.10:21) El menosprecio que Yahweh soportara por parte de su pueblo, tenía que ser castigado de todos modos. Es inconcebible que tengamos que ver a Dios con sus manos extendidas, llenas de gracia y de dones para quienes debían adorarlo en Espíritu y en verdad, y ver que su pueblo elegido era rebelde a su orden, y que se movía dentro de un espíritu contradictor, oscilando su fidelidad entre los dioses falsos y el único Dios verdadero. Eso era demasiado irreverente y blasfemo, y Yahweh le puso fin a semejante sacrilegio dejándolos de lado.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  21/08/2016

1 comentario:

  1. LA TOZUDEZ ISRAELIA TRAJO EL RECHAZO Y LA POSTERGACIÓN PARA LA NACIÓN ELEGIDA DEBIDO A LA REBELDÍA Y LA CONTRADICCIÓN QUE YAHWEH ENCONTRARA COMO ÚNICA RESPUESTA JUDAICA A SU AMOR DERRAMADO. LOS NO JUDÍOS RECOGIERON LO QUE ISRAEL DESECHABA DIARIAMENTE, SIENDO BENDECIDOS POR LA DEIDAD CON TODOS LOS TESOROS DE ABRAHAM SEGÚN SU PALABRA EN GÉNESIS 12:1-3.

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