LIMA - PERÚ LUNES 09 DE MAYO DEL 2016.
COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO A LOS HEBREOS.
Hebreos 13:9-16.
"No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se ocuparon en ellas. Tenemos un altar, del cual no tienen derecho de comer los que sirven al tabernáculo. Porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre a causa del pecado es introducida en el santuario por el sumo sscerdote, son quemados fuera del campamento. Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta. Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio; porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir. Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer el bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios".
*** La importancia de fijar una posición en Cristo es vital para mantenerse anclados a la verdad, no aceptando ninguna medida supletoria, ni añadiduras ni disminuciones. El Señor contiene en sí mismo todo lo que Dios necesitaba para nuestra justificación, santificación, transformación y conformación, obrando nuestra total redención; y bajo esa premisa es que nos mantenemos hoy dentro de la familia de Dios con una seguridad eternal que el diablo siempre intenta minimizar o negar, y sobre lo cual es menester estar plenamente persuadidos.
*** (He.13:9) Aquí también se nos testifica la presencia de los gnósticos y las filosofías orientales que pretendían que ciertas prácticas o alimentos los harían más santos y perfectos; y si había algo que pudiera motivar el corazón de un ritualista, eran las ceremonias de místicas representaciones. Todo ritualismo es siempre más atractivo que cambiar nuestras actitudes para agradar a Dios en un plano santificante. ¡La carne religiosa es así! La gracia de Dios no es un cúmulo de prácticas místicas, sino la metodología divinal que anuló todo lo simbólico para moverse con nosotros en tiempo real agradando a Dios.
*** (He.13:10-13) El altar de Dios neotestamentario nos llama a comer del cuerpo y el beber la sangre del Señor para obtener la vida eterna (Jn.6:53-58). Los que se movían en el servicio tabernacular no tienen derecho a participar de lo que nosotros sí. Y aprovechando esta mención el autor les recuerda otra faceta más de aquel plano sacrificial, pues si bien la sangre era introducida por el sumo sacerdote al Lugar Santísimo. los cuerpos eran quemados fuera del campamento. Si bien la sangre era bienvenida para la expiación; los cuerpos eran abominados y quemados hasta hacerse cenizas (piel, carne y estiércol, según Levítico 16:27); fue por eso que Jesús fue crucificado fuera de la ciudad, pasando el torrente de Cedrón, en el Gólgota, y su cadáver fue sepultado allí en la zona del cementerio dada la urgencia del momento; y el autor nos llama a identificarnos con él en el contexto de su rechazo y execración por parte del pueblo judío.
*** (He.13:14-15) Dado que nuestra herencia no se encuentra en el contexto de la esfera natural, hemos de recordar al ex invidente que fue arrojado del judaísmo y su templo, que pronto había de desaparecer, a los brazos del Señor Jesús (Jn.9:35-41). No temamos al rechazo judaico, ni a la incomprensión de nuestros desfasados congéneres. La ciudad que está por venir, construida con piedras vivas, nos tiene a nosotros como parte de ella misma. Dado este plano relacional tan singular, podremos ofrecer a Dios el sacrificio de alabanza que él siempre quiere escuchar: El fruto de los labios que confiesan su nombre.
*** (He.13:16) Este consejo nos recuerda los valores fraternos, el llamado a la solidaridad y al sacrificio, para que mantengamos la comunión en el mejor y más alto de los niveles. Esos son los sacrificios que ofrecemos en la actualidad, y que son agradables al Señor.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 09/05/2016
*** (He.13:14-15) Dado que nuestra herencia no se encuentra en el contexto de la esfera natural, hemos de recordar al ex invidente que fue arrojado del judaísmo y su templo, que pronto había de desaparecer, a los brazos del Señor Jesús (Jn.9:35-41). No temamos al rechazo judaico, ni a la incomprensión de nuestros desfasados congéneres. La ciudad que está por venir, construida con piedras vivas, nos tiene a nosotros como parte de ella misma. Dado este plano relacional tan singular, podremos ofrecer a Dios el sacrificio de alabanza que él siempre quiere escuchar: El fruto de los labios que confiesan su nombre.
*** (He.13:16) Este consejo nos recuerda los valores fraternos, el llamado a la solidaridad y al sacrificio, para que mantengamos la comunión en el mejor y más alto de los niveles. Esos son los sacrificios que ofrecemos en la actualidad, y que son agradables al Señor.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 09/05/2016
LA IMPORTANCIA DE MANTENER LA LÍNEA DE FE EN LA QUE SE LES HABÍA INSTRUIDO ERA DE ORDEN VITAL. LA AFIRMACIÓN DE LOS CORAZONES DE LOS CONVERSOS DE ENTRE LOS HEBREOS ERA DE SUPREMA IMPORTANCIA, Y ES POR ELLO QUE EL AUTOR SE OCUPÓ PARTICULARMENTE DE LOS DETALLES, INSTÁNDOLES A PERMANECER EN LA SANA DOCTRINA Y EN LA CONFESIÓN DE FE CRISTIANA QUE LOS UBICARA EN UNA FELIZ Y SANA RELACIÓN CON LA DEIDAD A TRAVÉS DE JESUCRISTO.
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