jueves, 5 de mayo de 2016

SER PARTÍCIPE DE LA NATURALEZA DIVINA (LA SANTIDAD), ES ALGO QUE NOS MOTIVA A SEGUIR ADELANTE SIN MIRAR ATRÁS; A ESFORZARNOS AL MÁXIMO EN LO CONCERNIENTE A NUESTRO ANDAR SANTIFICANTE, TRATANDO DE MANTENER L;A CADENCIA CORPORATIVA QUE NOS ASEGURE EL PLANO DE NUESTRA HERENCIA MÁS ALLÁ DE TODA DUDA. EL DESCARTE DE TODA PASIÓN MALSANA, Y DE TODA ACTITUD PROFANA ES VITAL PARA NUESTROS INTERESES DE ORDEN TRASCENDENTAL.

LIMA - PERÚ  JUEVES 05 DE MAYO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO A LOS HEBREOS

Hebreos 12:10-16.

"Y aquéllos. ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura".

*** (He.12:9) Al considerar el aspecto de la obediencia y la disciplina, en cuanto a la forja de la santidad y el sentido claro de la madurez espiritual sobre nuestro plano relacional, para nuestra aceptación oficial por parte de la Deidad y una plena concientización de nuestra filiación como hijos, se nos mencionó a Yahweh como el Padre de los espíritus, como el impartidor de la vida genérica con un propósito cabal, llevándonos al centro de nuestra realidad trascendental.

*** (He.12:10) Al referirse el autor a aquéllos, nos hablaba de nuestros padres naturales, y de sus normas de crianza, según lo que ellos mismos hubieran entendido; pero, al referirse al Padre, nos hace saber que su disciplina es para que participemos de su santidad (con el punto de fusión en que nuestro espíritu se amalgama con el suyo, conformándonos a la medida de sus demandas para una plena participación de la gloria regia.

***(He.12:11) La disciplina no es bienvenida en los corazones acostumbrados a los absurdos engreimientos de orden natural, con padres concesivos, manipulables, y resignados a su fiasco; mas Dios Padre no nos cría ni forja para verse decepcionado; sino para ver su gloria en nosotros. Él trabaja trinitariamente para hacer de nosotros hijos maduros de Dios, entidades valiosas, poderosas y eficaces, anhelando ver en nosotros algo semejante a la petición del rey de Babilonia: " Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes, muchachos en que no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que se les enseñase las letras y la lengua de los caldeos". Animo sus corazones para que no se resignen a un estándar más bajo que éste. Los frutos apacibles de justicia darán el fiel testimonio de la eficacia de su entrenamiento. ¡Ejercitémonos convenientemente!

*** (He.12:12) Hay una instancia de orden general para los involucrados dentro de esta perspectiva. Así, el levantamiento de las manos caídas  nos amonesta a la adoración continua en palabra, principio y actitud; y también a la oración como la fuente de poder contactual, energizándonos mediante el contacto continuo y pleno con la esfera celeste, para hacer en la tierra lo que se hace en el cielo. ¡A superar las artrosis y reumas!

*** (He.12:13) El estar atentos al terreno que pisamos evitará que nos caigamos tonta o prematuramente. Cada paso que demos debe llevar el testimonio de nuestra consciencia, para no dar pasos en falso, ni caer en trampas, por estar distraídos al andar. Si existiera cierto grado de discapacidad, o una leve cojera que nos obligara a conservar el equilibrio caminando más lento, hagamos lo posible por tratarnos, o por superar dicho mal buscando nuestra sanidad.

*** (He.12:14) la naturaleza de nuestra filiación, por el mutuo amor fraternal, debe llevarnos por la senda de la paz, entendiendo que el asunto de nuestra santidad infiere un andar en comunión con los demás santos del cuerpo de Cristo, procurando mantener la cadencia, y vivo el paso (Is.5:29). La paz, personalizada aquí, tiene una dirección específica, si la seguimos fieles, veremos como se empalma con la santidad, afectándonos a todos, pudiendo ver al Padre en el horizonte, invitándonos a la comunión perfecta y continua con él.

*** (He.12:15) El cuidado de sí mismos es básico, siendo advertidos por el autor que la gracia divina se alcanza en base a la fidelidad, dependiendo de ello su disponibilidad. La gracia no es un pañal para bebés; sino un atuendo provisto por Dios para la continuidad pertinente (recordemos las vestiduras de justicia que Dios puso en Adán y Eva, aplicando una justicia de tipo exterior para quitar la vergüenza; pero sólo la definición de ellos por la bondad concedida, debía hacerles renunciar al pecado como hábito, ordenándose todo desde adentro hacia afuera). Las raíces de amargura implican la voluntad para no perdonar, y deseos de venganza que opacan todo nuestro andar -semejante al odio de Esaú por Jacob, y de los árabes por los judíos-), no solamente será un pecado que nos estorbe, sino que contaminará a los demás, leudando el sentir general, y constituyéndose en el espíritu de sus mentes, disolviendo el plano corporativo.

*** (He.12:16) Al mencionar a los fornicarios, habla de un desorden carnal que apaga todo deseo espiritual, cambiándolo por apariencia religiosa, manteniendo una conducta profana, asumiendo que nuestro nivel de primogénitos no tiene la menor importancia, y que las premuras alimenticias o biológicas no aceptan el orden instituido; prefiriendo el "arreglo posterior", al matrimonio formal que honre a Dios. Se prefería pagar la multa, antes que pagar una dote; el goce anticipado del himeneo, al disfrute del matrimonio según Dios. ¿Qué tanto valor tiene para ti tu nivel de primogénito? ¿Por qué ser visto como un perverso semejante a Amnón, el primogénito de David?

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   05/05/2016

1 comentario:

  1. QUE YAHWEH NUESTRO DIOS MINISTRE SU AMOR Y SU ÁNIMO A TODOS LOS QUE RECORREN EL CAMINO DE SANTIDAD, PARA QUE SUS CORAZONES SE CARGUEN DEL ALIENTO DIVINO, Y CONCLUYAN GOZOSOS EN LA META ESPECIFICADA POR EL PADRE PARA EL ALCANCE DE SU HERENCIA.

    ResponderEliminar