LIMA - PERÚ MARTES 17 DE MAYO DEL 2016
COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE SANTIAGO
Santiago 2:18-26.
"Pero alguien dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta".
*** Santiago nos ha propuesto el hecho de que la fe, no operativa, es inexistente. concluyendo que una fe que no tiene obras es muerta en sí misma (Stg.2:17). Al llevar esto al terreno de la polémica, parecería que este autor contradice al apóstol Pablo, que nos dice que la fe sola basta para salvarse. ¿Hay alguna contradicción entre Santiago y Pablo? ¡Para nada! Mientras Pablo comparte el acto de fe salvífica; Santiago nos hace saber que esa fe salvítica e histórica, tiene un panorama profético que debe cumplirse durante el tiempo de nuestra peregrinación, y que las obras del amor divinal han de ser exteriorizadas a través nuestro.
*** Nuestra fe en el hecho divino que nos hace conscientes de nuestra salvación, nos testifica la misma en su estado primario, siendo una FE RECEPTIVA; la fe de la que habla Santiago es la FE OPERATIVA, que indica que Dios está en nosotros, y que se manifiesta en nuestro obrar de consuno con su naturaleza, en lo que nosotros conocemos como EL BIEN OBRAR. Cuando María recibió la noticia por el ángel Gabriel de que sería la madre del Señor Jesús, ella aceptó que Dios operara en ella según su palabra, y nueve meses después nació el Salvador. La fe receptiva aceptó la maternidad; concibiendo sobrenaturalmente; la fe operativa, dio a luz, alumbró al Salvador que hizo maravillas entre nosotros, y que luego, al morir y resucitar de entre los muertos, nos hizo hijos de Dios al impartirnos su vida genérica. La FE VINDICATIVA es la que recibe la herencia tras haber pagado completamente el precio de nuestra restauración y restitución en calidad de Santos del Altísimo.
*** Santiago no contrapone las obras a la fe, sino que nos revela que ésta es la fuente de las mismas, y que lo uno y lo otro trabajan juntamente para manifestar el poder obrador del Señor, para que, como dice Pablo: "... Vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios" (1Co.2:5). Sin las obras correspondientes a la fe, no podemos confirmar la existencia y utilidad de ésta. Los demonios acusan saber de la unicidad divinal, y eso no los hace sujetos de fe; sino conscientes de lo que les espera por la condenación. Y Santiago, célebre entre nosotros por sus términos comparativos, nos da dos ejemplos basados en las Escrituras, el de Abraham y el de Rahab, la mujer tecoíta que se casó con Salmón, según la genealogía del Señor. La fe de ambos fue corroborada por su accionar, y ello es lo que forma parte de su glorioso testimonio; así el patriarcal, como el de los que son elegidos de entre los gentiles para obrar por la fe a favor de los designios divinos.
*** Cuando Santiago refiere que el cuerpo sin espíritu está muerto, nos revela la separación de la fuente vital que le otorgara vida, movimiento y sentido a la existencia tripartita que debía dar testimonio de haber sido habitada por el Señor, para poder retornar a la gloria en su redimida naturaleza regia. Análogamente, sólo el obrar de la fe moviéndose de acuerdo con los lineamientos divinos, puede dar fe de su naturaleza existencial, sustancial y vivencial, pues de lo contrario nuestros cuerpos físicos sólo le hubieran servido de catafalco a la fe, la misma que opera en el área natural por sobrenaturales instancias.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 17/05/2016
SANTIAGO NOS PRESENTA LA FE SALVÍFICA Y LA FE OPERATIVA, INVITÁNDONOS A DEJAR LA PASIVIDAD QUE NOS HACE PENSAR QUE EL ASUNTO DE NUESTRA SALVACIÓN: LA JUSTIFICACIÓN, LA RECONCILIACIÓN, LA SANTIFICACIÓN, LA TRANSFORMACIÓN Y LA CONFORMACIÓN, QUE SON PRECISOS PARA LA GLORIFICACIÓN, SE DAN SOLOS, Y SIN NUESTRA PARTICIPACIÓN. Y LES PREGUNTO: ¿ALGUNA VEZ HAN LEÍDO QUE TENEMOS QUE OCUPARNOS EN NUESTRA SALVACIÓN CON TEMOR Y TEMBLOR; Y QUE DEBEMOS PRESENTARNOS LLENOS DE OBRAS DE JUSTICIA ANTE ÉL? LA FE OPERATIVA ES LA RESPUESTA AL REQUERIMIENTO DIVINO.
ResponderEliminar