LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 11 DE MAYO DEL 2016
COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL SANTIAGO.
Santiago 1:1-8.
"Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud. Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos".
*** Esta es una epístola breve con consejos muy oportunos para el pueblo de Dios a nivel general. El autor, Santiago, manifiesta que los destinatarios son todos los santos distribuidos en distintos países que tienen el conocimientro de la verdad, y que son parte de la iglesia de Dios en donde estén. Las epístolas judeo-cristianas son llamadas también generales o universales.
*** Aquellos que pensaban que la vida cristiana es un viaje en palanquín hasta la gloria, no contaban con el hecho de las aflicciones y las grandes pruebas que iban a darse en el trámite de nuestra marcha a la patria celestial. Nuestra naturaleza caída sigue con nosotros, y nuestro espíritu está metido dentro de un ambiente hostil, en el que la carne ha estado gobernando, procurando negar, estorbar y desechar nuestro panorama neocreacional, en el que el alma tiene que ser persuadida a aceptar las instancias espirituales que deben gobernar nuestra existencia, y nuestros cuerpos sean llevados cautivos a una obediencia total, para andar por el espíritu.
*** Las diversas pruebas que llegan hasta nosotros son para medir nuestro calibre espiritual existencial. Tres enemigos con una vigencia milenial y existencial, se perfilan para impedir todo lo que la vida nueva solicita, y la carne (la combinación del alma y del cuerpo bajo auspicios puramente naturales, se niegan a participar en el panorama espiritual porque sus apetitos, instintos e impulsos; asociados al pensar, sentir y obrar del ánimo enviciado por las costumbres del viejo hombre, buscan perpetuar la vida natural de la vieja creación). Si bien el deseo soberano de la Deidad ya fue expresado con un valor total y trascendente, por la impartición de la nueva vida espiritual que apunta al plano eternal; la unidad binaria: alma-cuerpo, se niega a un rol tripartito donde ella no tenga dominio y autoridad absoluta. Y tenemos que definirnos en la misma forma que María se definió ante lo revelado por el ángel Gabriel respecto a su elección: "Entonces María dijo: HE AQUÍ LA SIERVA DEL SEÑOR; HÁGASE CONMIGO CONFORME A TU PALABRA" (Lc.1:38).
*** El gozo en las pruebas no tiene que ver nada con el masoquismo, sino en la satisfacción de que las mismas son un firme testimonio de nuestra calidad de hijos de Dios (en toda empresa se requiere que sus productos pasen por un control de calidad para su total aprobación), forjando así la constancia y la fortaleza frente a las aflicciones, mostrando por nuestra actitud y nuestro empuje hacia adelante, la disposición de nuestra fe en medio del sufrimiento. Esa paciencia que llegamos a obtener debe ser llevada a su clímax, para ser completada, de modo que seamos perfectos y cabales sin que nos falte cosa alguna, cual un producto acabado que es lanzado al mercado con la confianza de lo que se garantiza respecto a él.
*** La falta de sabiduría es la insuficiencia de los valores prácticos, de la falta de entrenamiento, y de la intermitente predisposición del ánimo, que cuando deja su naturaleza pueril de lado, puede ser llevada a la madurez. La petición de sabiduría no tiene nada que ver con ser superiores a los demás; sino con ser apto para el servicio divino. La suficiencia en la aptitud, nos dará una nueva actitud para la obediencia regular, llevándonos a la competencia apropiada, y a la veteranía del que aprendió a guerrear, y sale siempre vencedor. Nadie debe condenarse por elevar a Dios una petición por sabiduría según el propósito para el que fue llamado; por eso dice el autor que no se recibirá reproche alguno si se pide conforme a la voluntad de Dios, recibiendo la dádiva divina oportunamente.
*** La petición de cada uno ha de estar aderezada por la fe que corresponde a la misma, pues la falta de fe le quita el sello postal al envío, y la falta de destinatario es un error del remitente, cayendo en el vacío su petición. Santiago advierte que la duda (hermana menor de la incredulidad) genera un vaivén de idas y vueltas que testifica la indefinición, y Dios no contesta estas misivas erráticas, desechándo las mismas por carecer de la información oportuna ¿Oraciones sin respuestas? Seguramente le falta el sello postal o estampilla de la fe. El autor nos refiere que una persona con la mente dividida carece de constancia, que es el fruto de la aflicción referida en Santiago 1:3-4. Pablo nos refiere que cuando hay sí y no, la carne está allí involucrada, marcando un movimiento pendular no concluyente, y el Padre no suele jugar a las adivinanzas (2Co.1:17).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 11/05/2016
*** Esta es una epístola breve con consejos muy oportunos para el pueblo de Dios a nivel general. El autor, Santiago, manifiesta que los destinatarios son todos los santos distribuidos en distintos países que tienen el conocimientro de la verdad, y que son parte de la iglesia de Dios en donde estén. Las epístolas judeo-cristianas son llamadas también generales o universales.
*** Aquellos que pensaban que la vida cristiana es un viaje en palanquín hasta la gloria, no contaban con el hecho de las aflicciones y las grandes pruebas que iban a darse en el trámite de nuestra marcha a la patria celestial. Nuestra naturaleza caída sigue con nosotros, y nuestro espíritu está metido dentro de un ambiente hostil, en el que la carne ha estado gobernando, procurando negar, estorbar y desechar nuestro panorama neocreacional, en el que el alma tiene que ser persuadida a aceptar las instancias espirituales que deben gobernar nuestra existencia, y nuestros cuerpos sean llevados cautivos a una obediencia total, para andar por el espíritu.
*** El gozo en las pruebas no tiene que ver nada con el masoquismo, sino en la satisfacción de que las mismas son un firme testimonio de nuestra calidad de hijos de Dios (en toda empresa se requiere que sus productos pasen por un control de calidad para su total aprobación), forjando así la constancia y la fortaleza frente a las aflicciones, mostrando por nuestra actitud y nuestro empuje hacia adelante, la disposición de nuestra fe en medio del sufrimiento. Esa paciencia que llegamos a obtener debe ser llevada a su clímax, para ser completada, de modo que seamos perfectos y cabales sin que nos falte cosa alguna, cual un producto acabado que es lanzado al mercado con la confianza de lo que se garantiza respecto a él.
*** La falta de sabiduría es la insuficiencia de los valores prácticos, de la falta de entrenamiento, y de la intermitente predisposición del ánimo, que cuando deja su naturaleza pueril de lado, puede ser llevada a la madurez. La petición de sabiduría no tiene nada que ver con ser superiores a los demás; sino con ser apto para el servicio divino. La suficiencia en la aptitud, nos dará una nueva actitud para la obediencia regular, llevándonos a la competencia apropiada, y a la veteranía del que aprendió a guerrear, y sale siempre vencedor. Nadie debe condenarse por elevar a Dios una petición por sabiduría según el propósito para el que fue llamado; por eso dice el autor que no se recibirá reproche alguno si se pide conforme a la voluntad de Dios, recibiendo la dádiva divina oportunamente.
*** La petición de cada uno ha de estar aderezada por la fe que corresponde a la misma, pues la falta de fe le quita el sello postal al envío, y la falta de destinatario es un error del remitente, cayendo en el vacío su petición. Santiago advierte que la duda (hermana menor de la incredulidad) genera un vaivén de idas y vueltas que testifica la indefinición, y Dios no contesta estas misivas erráticas, desechándo las mismas por carecer de la información oportuna ¿Oraciones sin respuestas? Seguramente le falta el sello postal o estampilla de la fe. El autor nos refiere que una persona con la mente dividida carece de constancia, que es el fruto de la aflicción referida en Santiago 1:3-4. Pablo nos refiere que cuando hay sí y no, la carne está allí involucrada, marcando un movimiento pendular no concluyente, y el Padre no suele jugar a las adivinanzas (2Co.1:17).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 11/05/2016
LA CARTA DE SANTIAGO ES BREVE Y CONCISA. SU SABIA CONSEJERÍA Y SU OPORTUNA ENSEÑANZA DEBEN FORMAR PARTE DE LA RIQUEZA DOCTRINAL DE CADA HIJO DE DIOS. EL CORAZÓN DE ESTE HAGIÓGRAFO ES PATERNAL POR EXCELENCIA. VALE LA PENA QUE NOS TOMEMOS EL TIEMPO PARA LEER Y MEDITAR EN CADA UNO DE LOS CONSEJOS DE ESTE VARÓN DE DIOS.
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