EN MEDIO DE LAS INTERROGANTES PAULINAS A SUS OBJETORES IMAGINARIOS, PABLO SE DESPLAZA CON GRAN COMODIDAD POR LA ALFOMBRA ROJA DE LAS PROMESAS, PONIÉNDONOS EN ANTECEDENTES RESPECTO A NUESTRA SEGURIDAD EN DIOS Y EN SU PALABRA.EL ÚLTIMO RECURSO DEL ENEMIGO ES EL HACERNOS PENSAR QUE DIOS NOS ABANDONÓ, INTENTANDO HACERNOS REACCIONAR NEGATIVAMENTE PARA QUE SALGAMOS DE LA SEGURIDAD DE LA FORTALEZA DIVINA.

LIMA - PERÚ  MIÉRCOLES 10 DE AGOSTO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE PABLO A LOS ROMANOS

Romanos 8:31-35

"¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que los entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro o espada?".

*** Introducción.- Pablo nos ha revelado todo el proceso espiritual mediante el cual nos llegamos a constituir en herederos de Dios y coherederos con Cristo, el mismo fue iniciado por la expresa voluntad divina, considerando las cosas de principio a fin, para que el propósito de Dios conforme a su elección tuviera el sello de lo inalterable. Dios nos integra en este panorama en el v.28, refiriéndose a los elegidos como aquellos que aman a Dios (a él, a su voluntad, y a su plan), señalando un accionar muy heterogéneo en cuanto a la forja de la clase de individuos que el reino requiere (todas las cosas que pasen, buenas o malas en su aspecto externo, nos ayudarán a bien), haciendo que el propósito se mantenga en su contexto de inalterabilidad. Luego desarrolló todo lo que vimos en los versos 29 y 30, que sería ocioso citar.

*** (Ro.8:31) Dada la frontalidad con la que el apóstol ha tratado todo el panorama doctrinal, y entendiendo que sus lectores han captado la esencialidad del mismo, Palo se torna al valor absoluto de todo lo revelado, y el asume una vez más la posición del objetor imaginario para hacer una serie de preguntas que plantean una serie de posibles dudas, buscando contestarlas todas según van apareciendo.

(I) (V.31) La primera interrogante es la de Pablo a su objetor, copando toda posible duda del tal por la obra perfecta del Señor en términos redentivos. Y el Yahweh del Salmo 91 nos confirma su guardianía y protección hasta que hayamos llegado a la meta.

(II) (V.32) Aquí viene la poderosa afirmación del costo operacional que le significara al Padre todo lo que tenía para redimirnos, no siendo mezquino, sino pródigo hasta el clímax. Arguye que este sacrificio es válido para todas las generaciones; y asimismo afirma que toda necesidad que surgiera en nuestra relación con él, tiene la garantía de su total disposición como nuestro haber.

(III) (V.33)Dando un paso hacia adelante, reta a su oponente, como un día Jesús lo hiciera ante los judíos, diciendo quién era aquel que lo redarguyera de pecado (Jn.7:46), declarando que los escogidos de Dios no pueden ser acusados de pecado ni de injusticia alguna, siendo Yahweh quien los ha justificado, haciendo irreversible su veredicto.

(IV) (V.34) Aquí, Pablo reta a los posibles jueces, para ver quién de entre ellos es capaz de desafiar a Yahweh, Corte Suprema inapelable de la justicia adjudicada. La muerte de Jesús, liberadora y sustitutiva, se yergue invicta con vida de resurrección; haciendo conocer que Jesús está a la diestra de Dios como nuestro abogado e intercesor, convirtiéndose en una barricada que el diablo no puede trasponer; haciendo vanos sus esfuerzos en contra nuestra.

(V) El hombre de Tarso, suelta otra interrogante con muchas aristas, arguyendo que hay de parte del enemigo un deseo de separarnos de Dios utilizando distintos recursos, queriendo hacer mofa del amor de Cristo por nosotros, sujetándolo a variables que podrían anularlo. La tribulación emerge primero de las oscuras cavidades del negro corazón del maligno; es decir, el sufrimiento elevado al mayor nivel, para ver nuestro aguante, y ver si negamos la realidad de su cuidado por nosotros. La angustia, el temor y la expectativa que debilitan el corazón y anulan la fortaleza interior (Nótese que la separación debe provenir de nuestro rechazo como algo voluntario); la persecución, la insistencia por atraparnos en momentos álgidos, explotando toda situación como u  abandono divinal; o hambre, el mismo que siempre es causa del asedio diabólico, y el temor de ser devorados por él, hasta que el último gramo de alimento se haya ido por la desesperación; la desnudez, habiendo llegado al colmo de la pobreza, mientras Dios parece ignorarnos (Sal.42:3b); el peligro, como una zozobra interior que parece desdecir cada promesa divina, y que él nos ha abandonado del todo; y por último, la muerte misma por la espada que la simboliza. El diablo no menciona a Dios, sólo la situación, y el aparente olvido divinal. ¡Alerta!

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   10/08/2016