viernes, 5 de agosto de 2016

PABLO NOS MUESTRA AQUÍ EL VANO INTENTO DE LA CARNE POR HACER OBRAS ESPIRITUALES Y TRASCENDENTES PARA "LA GLORIA DE DIOS Y DE ELLOS", SIENDO INDEFECTIBLEMENTE RECHAZADAS POR SU ARTIFICIALIDAD; Y SABEMOS QUE ESTÁ ESCRITO: GLORIA DE LOS HOMBRES NO RECIBO" (JN.5:41). CÓMO OPERAN LA MUERTE Y LA VIDA EN EL CONTEXTO MÁS EXACTO Y MÁS AMPLIO PARA NUESTRO ENTENDIMIENTO.

LIMA - PERÚ  VIERNES 05 DE AGOSTO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE PABLO A LOS ROMANOS

Romanos 8:7-11.

"Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu del Señor mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Cristo Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros".

*** Introducción.- Habiendo entendido lo que es el PENSAR, que anticipa la OCUPACIÓN EN, el apóstol se reafirma en lo dicho, arguyendo que existe una básica y premeditada actitud y disposición para hacer las cosas según las deseemos; tanto lo malo como lo bueno. Por otro lado, se nos explicó que la ley era débil (en el plano de su aplicación; no de su naturaleza) por la carne, ya que nuestra debilidad se incluía en el mandamiento, tornándolo ineficaz. ¿Quería Dios burlarse de nosotros? En ninguna manera. Su deseo era empujarnos deliberadamente a la gracia que en Cristo se nos compartía (Ro.10:3-4). Él sabía que buscaríamos algún método para hacer lo que siempre hicimos, hallar remedio en la justicia propia, tal empecinamiento había de concluir, reconociendo nuestra necesidad de la gracia de Dios, aunque lo hiciéramos con la cabeza cubierta, como cuando Amán se vio obligado a honrar públicamente a Mardoqueo (Est.6:11-12).

*** (Ro.8:7) Las decisiones o determinaciones de la carne, aunque sean "religiosamente"  según nuestro parecer, siempre están reguladas por nuestro afán por agradar a Dios con las ofrendas que no corresponden; así como las de Caín, y las de Nadab y Abiú, ofreciendo fuego extraño; siendo rechazado el primero, y convertidos en chicharrón los dos hijos de Aarón. En todo trance, hemos de ofrecer las cosas según la ordenanza divinal, para que seamos aceptos ante él. ¿Por qué Dios no acepta nuestra buena voluntad? Porque  no es lo regulado por él para saciar o satisfacer su justicia soberana. Todo lo que Yahweh implementa para nuestra relación con él, se constituye en norma para todo hijo de Dios. Su agrado depende de nuestro deseo por hacer su voluntad del modo por él especificado. Los designios o determinaciones de la carne no suelen sujetarse al orden divino, pues el objetivo carnal es siempre el placer egoísta y la autocomplacencia, y aunque quieran emular las cosas espirituales con carnales auspicios; no pueden agradar al Padre.

***( Ro.8:8) Esta porción es determinante y final: Los que viven según la carne no pueden agradar a Dios; no es que no quieran, NO PUEDEN. Así como cada ser creado posee su hábitat y sus características pertinentes para el caso; así también las cosas espirituales, de celeste factura, fueron diseñadas para  agradar a Dios según su ordenanza y en conformidad con su diseño particular: El pez para el agua; el ave para volar; el ser humano para caminar; el hombre espiritual para obrar, operar y agradar a Dios. El VIVIR EN LA CARNE nos asegura el DIVINO DESAGRADO, siendo esto incompatible con el plano estructural creacional. Por eso el apóstol insistirá en que la vida de la carne no cubrirá jamás los intereses divinales; sólo la vida espiritual lo hará.

*** (Ro.8:9) Esta afirmación paulina nos muestra de modo concreto que los hermanos en Cristo nos movemos correctamente en la esfera indicada, dentro del orden espiritual, mostrando quién es aquel que nos habita. Es, pues, cuando estamos llenos de la vida de Dios, que obramos de acuerdo a la voluntad del Padre, y obtenemos su gracia y su complacencia. La vida espiritual no puede ser disimulada, ni impedida o trabada; sino que ha de ser manifestada de continuo en nuestro diario andar. La vida del Señor es la esencia de su realidad actuando en nosotros (Ro.5:10b). Por vía de contraste, se puede apreciar que quien no tiene el Espíritu De Cristo, actuando y fluyendo en él, no es de él. El fluir de Jesús en nuestras vidas es un hecho vivencial; no un recuerdo en nuestras memorias, o un medallón en nuestros cuellos o una insignia en una solapa; Fluye y vive; o no está. Este es nuestro sentido de pertenencia, y nuestra identificación con él en su más pura acepción.

*** (Ro.8:10) En esta porción de la Palabra, el apóstol describe cómo es que la muerte y la vida actúan en nosotros. Es estrictamente necesario que cada creyente se interiorice en el sentido cabal en que nos identificamos con el divino obrar, para que podamos captar la vida espiritual, y cómo ésta afecta nuestro andar responsable ante la Deidad. "Si Cristo está en vosotros"; esto compone la realidad suprema para ver suprimida en nosotros una actividad espiritual no mezclable; quitando el poder de la muerte actuante, y anulándola por completo (ver la explicación de Romanos 8:6 para un mejor entendimiento de esta referencia aquí), "mas el espíritu vive a causa de la justicia" (refiriéndose aquí a la justicia imputada por la gracia dando a nuestro espíritu humano la vida espiritual de resurrección, o vida zoe, impartiéndonos así la vida sobrenatural en la que caminamos al andar por el Espíritu). El efecto matador del pecado, dentro de nosotros, obrando su justicia, anula la carne por completo; y eso hace que la vida de resurrección recoja el caído "cuerpo de esta muerte", para impartirle la vida abundante que solamente Cristo puede dar mediante el celeste contacto con el Señor; viviendo nuestro espíritu a causa de la justicia impartida. Aquí no hablamos de muertos vivientes o de zombies; sino de "vivos de entre los muertos" (Ro.6:11-13).




(Ro.8:11) El apóstol menciona la naturaleza resurrecta que le ha sido impartida a cada creyente, que mora y actúa en ellos, creando consciencia del plano sobrenatural en que ahora se mueven los santos, refrendando lo dicho en el verso anterior, refiriéndonos la vivificación de nuestros cuerpos mortales como una activación de la vida genérica heredada, produciendo un efecto poderosamente trascendente.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  05/08/2016

1 comentario:

  1. LAS CAPACIDADES OPERATIVAS DIVINAS, ASIGNADAS AL CREYENTE PARA SU CRECIMIENTO Y FRUCTIFICACIÓN DEBEN SER CABALMENTE CONOCIDAS, DE MODO QUE AL TENER UN CLARO ENTENDIMIENTO DE LOS HECHOS ESPIRITUALES OBREMOS DE CONSUNO CON LA DEIDAD EN PRINCIPIOS Y PRÁCTICAS.

    ResponderEliminar