miércoles, 19 de diciembre de 2018

EL MINISTERIO ITINERANTE DEL SEÑOR JESÚS, NO DEJABA DE TENER SORPRESAS PARA MUCHOS. EL LLAMAMIENTO DE LEVÍ ES ALGO SORPRENDENTE, Y LLENO DE LA SABIA INTENCIÓN DIVINA.

LIMA - PERÚ    MIÉRCOLES 19 DE DICIEMBRE DEL 2018   MENSAJE # 2925

MARCOS 2:13-17

"Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba, y al pasar vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió. Aconteció que estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían seguido. Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores? Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores".


=== Cada salida de su ministerio itinerante implicaba el movimiento del campamento célico-pedestre, un grupo de curiosos, otro de acosadores y fiscalizadores, y mucha gente necesitada de la palabra oportuna y de la gracia dispensada para todo pecador, sufriente, dolorido, endemoniado, etc. A pesar del seguimiento y el reglaje religioso, político y social, Jesús no se sentía en forma alguna limitado, estorbado o impedido, coexistiendo con sus contendores, opositores y blasfemos seudo seguidores y moviéndose con absoluta libertad en su labor ministerial. Así, el aplauso, los glorias a Dios, los prejuicios, los insultos y hasta las blasfemias, tenían su espacio y su tiempo, mientras que el Señor operaba entre ellos revelando el valor trascendente de su gracia, a despecho de todo lo que el enemigo y sus esbirros intentaran, para demeritar el divino obrar del Señor. ¡Enséñanos Padre a movernos con toda libertad en todo lo que hacemos para la gloria de tu nombre, y para que las almas se salven! Que no nos detenga el ridículo, el insulto, la oposición, la acusación, el desprecio, el lenguaje detractor o blasfemo; derriba oh Dios todo obstáculo, y haznos pasar por encima de los que no quieran retirarse.


=== La natural disposición de Jesús para operar en la autoridad y el poder que tenía como el enviado del Padre, y como el Verbo de Dios, lo llevaban en su periplo por la nación hebrea sin interrumpirlo. Al salir de casa, de su cuartel general, él ya tenía un contingente enorme de seguidores, admiradores y críticos al por mayor; y Jesús se ocupaba en aquella tarea especifica para la que el Padre lo enviara: ENSEÑAR LA PALABRA O MENSAJE DEL REINO, lo cual fuera refrendado por las manifestaciones del poder divino, corroborando lo dicho con las señales que correspondían. Y en esta ocasión, el Señor hizo algo muy especial, eligiendo a Mateo para que conformara parte de sus discípulos. Los observadores y críticos de entre los fariseos, escribas, y otros representantes de la cúpula dirigencial, no llegaron a entender aquel momento mágico del llamamiento de Leví (Mateo); y vieron cómo el tal dejó su negocio, y se fue tras Jesús. Ni Anás, ni Caifás, ni ningún sumo sacerdote tenía ese carisma, ese arrastre, para que alguien se hiciera su discípulo. Algo especial había de tener el Nazareno para que un avariento y exactor colaboracionista del imperio romano, perdiera un día de ganancias netas, e invitara a un banquete en su casa, al cual asistieran otros del mismo rubro, atraídos por el Mesías, y plegándose a sus seguidores y discípulos. Eso era demasiado para creerlo, o para ser digerido en sus mentes y corazones ... ¡Había que echar alguna mosca en la sopa!


=== El judío convencional, se interesaba mucho en los aspectos externos de su religión, y en mantenerse puro y separado de los demás. En ellos no se había desarrollado la visión misionera y el deseo de compartir con otros su fe, de modo que también otros pudieran alcanzar la salvación. Así, pues, la crítica más acerba, brotó de las ácidas bocas de los religiosos, quienes consideraran a Jesús un profano, alguien tan contaminado por sus procederes, que no mereciera otra cosa que la condenación y el rechazo por lo que ellos consideraban execrable. La perspectiva de los judíos religiosos tenía que ver con la pureza ritual, y la santa separación de lo profano y pagano. Jesús no mantenía una naturaleza monástica o ascética; sino que se extendía a quienes necesitaran su gracia, su perdón, su misericordia, su bondad, su benevolencia, etc. La posibilidad de contaminación para el judío religioso lo alejaba de los que no eran como él. y era por eso que en el templo había un patio aparte para las mujeres, otro para los gentiles, y una pared intermedia de separación que establecía la diferencia entre ellos y los otros. Jesús rebasó todo esto, y me encontró a mí, a ti, y a muchos más; y el velo del templo fue rasgado de arriba abajo, invitándonos a entrar a la presencia divina por su sacrificio vicario en la cruz del Calvario.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA      19/12/2018    MENSAJE # 2925.

1 comentario:

  1. LAS DIVINAS DETERMINACIONES OCURREN SEGÚN SU FLUIR SOBERANO, Y ESO AFECTA A LOS INDIVIDUOS DE UN MODO ESPECÍFICO, TRAYENDO GLORIA CON SU ELECCIÓN Y HACIENDO DE LOS ESCOGIDOS LA CLASE DE GENTE QUE ÉL NECESITA.

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