lunes, 17 de diciembre de 2018

LAS DIVINAS CONSIGNAS NO HAN VARIADO DURANTE EL TRÁMITE DE LA GRACIA ANUNCIADORA DEL REINO. SIGUEN VIGENTES, Y HEMOS DE APLICARLAS AÚN.

LIMA - PERÚ   LUNES 17 DE DICIEMBRE DEL 2018   MENSAJE # 2921

MATEO 10: 1, 5-8.

"Entonces, llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y dolencia ... A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia".

=== En el 9:35 se nos refiere que Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y  toda dolencia en el pueblo. La labor itinerante de Jesús no se limitaba a las ciudades amuralladas y relativamente cómodas para ministrar su mensaje, o para un grupo selecto de individuos que pudieran darle al predicador una generosa ofrenda. La misión de Cristo era para compartir a toda la nación hebraica en todas partes. A Jesús no lo motivaban las ganancias económicas o la fama que pudiera alcanzar por lo sorprendente de sus dotaciones, o por algún mensaje subliminal. El recobro de las almas, la liberación del poder del enemigo, la sanidad de los enfermos, la comunicación de una esperanza viva, y el dispensar los valores del reino de Dios a todos los que precisaran la gracia divina, era su pasión capital. Ningún interés bastardo o pecuniario podía ponerle el dosel a esta manifestación de la gloria de Dios en su forma Verbal y más pura. Y cuando tú, como siervo de Dios tienes una consigna, llévala a cabo según lo ordenado; sin añadiduras ni abreviaturas. Veamos el obrar de Jesús: Todo lugar había de recibir la divina visitación. Las cosas inherentes al reino habían de ser enseñadas y comunicadas de un modo comprensible en las sinagogas o asambleas, siguiendo el orden cultual siendo predicado EL EVANGELIO DEL REINO, pasando luego a sanar toda enfermedad y toda dolencia, de modo que el poder de Dios se hiciera evidente, despojando al reino demoníaco de su dominio, y haciendo notorio que el reino de Dios había llegado, y que era ministrado por el mismísimo Rey de reyes y Señor de señores, dispensando el amor divino por pura gracia.

=== Después de hacer esto, el Señor, de modo reiterativo, les mostró a sus discípulos que esta era una tarea en la que ellos podían participar; no ya como observadores y aplaudidores del accionar trascendente del Hijo de Dios; sino como habiendo recibido la instrucción y la impartición, habiendo recibido la autoridad y el poder por el que tenía el tal y podía delegarlo a quien él escogiera, extendiendo esa capacidad sin otro merecimiento que su elección y su dotación para otorgarlo a sus elegidos. Observemos cómo el Señor da las órdenes precisas para ejecutar su mandato: 
(1) Los llamó en calidad de discípulos (no eran gente extraña o primeriza o intrusa; sino discípulos o estudiantes suyos; 
(2) Les dio AUTORIDAD (esto es el respaldo divino para ejecutar su voluntad en su nombre, y ello aseguraba el éxito de su comisión, doblegando toda fuerza enemiga), sobre los espíritus inmundos (nótese el plural), para echarlos fuera o erradicarlos de los cuerpos, las mentes y corazones que hasta entonces ocupaban como intrusos espirituales.
(3) Y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. Tanto el pecado, como las presencias espirituales malignas se verían obligados a abandonar los cuerpos mortales heridos, contagiados, contaminados y dominados por el mal; declarando con ello que la enfermedad no era un don espiritual, una forma de castigar y purificar corazones, o un recurso para mejorar a los cristianos tibios o fríos; ¡lejos! Es el enemigo el que causa estas cosas, y es por ello que el mensaje del reino implica la liberación de todo influjo o control del enemigo de nuestras almas. "Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Jn.8:32).

=== Estos doce fueron enviados por Jesús con instrucciones específicas, diciéndoles que fueran expresamente que no fueran a los gentiles aún, sino a las OVEJAS PERDIDAS DE LA CASA DE ISRAEL. El Señor no está arguyendo que desecha o deja de lado a los israelitas, antes bien declara SU CONDICIÓN EN CALIDAD DE GENTE EXTRAVIADA, y por eso los define como ovejas que han perdido el rumbo, y que deben ser recobradas a la regia posición para la que fueron destinadas. ¿Y qué debían hacer? 
(I) Predicar, diciendo que el REINO DE LOS CIELOS SE HA ACERCADO. Después de mencionar Verbalmente el DIVINO OBRAR QUE DIOS ASIGNARA PARA ELLOS, afloraría (II) La sanidad (no como algo extraño, sino como algo que corroborara la realidad espiritual  y trascendente que mostrase el favor divino más allá de toda duda).
(III) Sanad leprosos (La enfermedad de Hansen, horrible como era, había de desaparecer de los cuerpos abatidos por la pudrición en vida, renovando completamente la piel y los cuerpos de los que tenían que vivir separados de la sociedad hebraica).
(IV) Resucitad muertos (Esto era la reanimación de los cuerpos muertos, devolviéndolos a la vida natural como una señal manifiesta de lo que le espera a cada creyente cono promesa).

(V) Echad fuera demonios (Esto es el uso de la autoridad y el poder para dejar ir libres a los que estaban poseídos y oprimidos por el diablo).
(VI) De gracia recibisteis, dad de gracia. (Esto es la antítesis de los que hacen liberaciones, sanidades, milagros o prodigios por un rédito pecuniario, gloria personal o fama).

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA    17/12/2018   MENSAJE # 2921

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