LIMA - PERÚ VIERNES 21 DE DICIEMBRE DEL 2018 MENSAJE # 2929
LUCAS 1:7-17.
"Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. Y toda la multitud del pueblo estaba afuera orando a la hora del incienso. Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor. Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elias, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto".
=== Zacarías y Elisabet, descendientes ambos del sacerdote Aarón, eran una pareja sin hijos, y esa circunstancia hacía que su dicha se hubiera truncado del modo más infame para la nación israelita, siendo la esterilidad una maldición que afligía los corazones de la pareja judía, razón por la cual Zacarías insistía delante de Dios; aunque ya su consorte estuviera resignada a morir con ese estigma. Más el anciano Zacarías que había esperado tanto la dicha de poder ofrecer el incienso en la presencia de Dios, dentro del santuario (los sacerdotes eran tantos que tenían que ser elegidos por sorteo para aparecer por única vez en su vida en el santuario, ofreciendo el incienso, que era una ofrenda de olor grato que acompañara las oraciones de toda la grey judía ante la presencia de Dios). Y para el anciano Zacarías, esta era una ocasión muy especial; y aunque no sabemos si él quería hacer su solicitud a Dios de modo directo, era muy probable que así fuera; aunque no pensara que el lugar santo se transformaría en parte de la esfera sobrenatural (lo era simbólicamente; pero no había escuchado entre sus colegas sacerdotales de una experiencia como la que él tendría ese día tan especial). Y aquel sacerdote de la orden de Abías penetraría en el cielo del modo más solemne e inesperado, y lo que él solamente podría imaginar, ¡o quizás ni eso!; se dio para él en una forma súbita, asustándolo grandemente. Y esto me lleva a preguntarme: ¿Qué pensamos al orar? ¿Miramos la posibilidad de encontrarnos con Dios, o algún mensajero celestial tan alegado como Gabriel? ¿O moramos en el vacío religioso y coloquial que nada nos inspira, y que más bien acentúa nuestra incredulidad, desdibujándose todo en el horizonte vacuo de los que arriba no saben mirar?
=== Zacarías y Elisabet querían un hijo; pero Dios aspiraba a tener un heraldo intertestamentario; un personaje tan singular y consensual que cerraría las brechas generacionales; que actuaría con el espíritu y el poder de Elías; que sería capaz de traer anticipadamente las buenas nuevas de salvación,; que fuera lleno del Espíritu Santo desde el vientre materno; que sirviera como elemento catalizador para convertir al pueblo judío al Señor su Dios; alguien cuya voz reprendiera a los rebeldes y los hiciera volver a la prudencia de los justos; un allanador de caminos, etc. 1Wow! Zacarías pensó para sí: Señor, ¿quién será, pues, este niño? Yo esperaba un bebe para abrazarlo y mimarlo, como todos los demás. Sí, pero Dios necesitaba un TITÁN que no se arredrara ante nada ni nadie; y estos viejitos, le caían a pelo al Padre. La oración es un acuerdo entre Dios y sus elegidos. A veces te comunica las cosas detalladamente; mas en otras ocasiones te da tremendas sorpresas, dejándote anonadado hasta el extremo.
=== Cuando el sorprendido anciano quiso ponerse legalista y detallista; y pedir señales y todo eso; esta fue la contestación del mensajero celestial: "YO SOY GABRIEL, QUE ESTOY DELANTE DE DIOS; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. Y ahora quedarás mudo y nopodrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste en mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo" (vs.19-20). La irreverencia y profanidad del viejo sacerdote fue castigada con propiedad, y Zacarías tuvo nueve meses de silencio hasta que aquel milagro divino llamado Juan, se hizo presente.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 21/12/2018 MENSAJE # 2929
"Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. Y toda la multitud del pueblo estaba afuera orando a la hora del incienso. Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor. Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elias, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto".
=== Zacarías y Elisabet, descendientes ambos del sacerdote Aarón, eran una pareja sin hijos, y esa circunstancia hacía que su dicha se hubiera truncado del modo más infame para la nación israelita, siendo la esterilidad una maldición que afligía los corazones de la pareja judía, razón por la cual Zacarías insistía delante de Dios; aunque ya su consorte estuviera resignada a morir con ese estigma. Más el anciano Zacarías que había esperado tanto la dicha de poder ofrecer el incienso en la presencia de Dios, dentro del santuario (los sacerdotes eran tantos que tenían que ser elegidos por sorteo para aparecer por única vez en su vida en el santuario, ofreciendo el incienso, que era una ofrenda de olor grato que acompañara las oraciones de toda la grey judía ante la presencia de Dios). Y para el anciano Zacarías, esta era una ocasión muy especial; y aunque no sabemos si él quería hacer su solicitud a Dios de modo directo, era muy probable que así fuera; aunque no pensara que el lugar santo se transformaría en parte de la esfera sobrenatural (lo era simbólicamente; pero no había escuchado entre sus colegas sacerdotales de una experiencia como la que él tendría ese día tan especial). Y aquel sacerdote de la orden de Abías penetraría en el cielo del modo más solemne e inesperado, y lo que él solamente podría imaginar, ¡o quizás ni eso!; se dio para él en una forma súbita, asustándolo grandemente. Y esto me lleva a preguntarme: ¿Qué pensamos al orar? ¿Miramos la posibilidad de encontrarnos con Dios, o algún mensajero celestial tan alegado como Gabriel? ¿O moramos en el vacío religioso y coloquial que nada nos inspira, y que más bien acentúa nuestra incredulidad, desdibujándose todo en el horizonte vacuo de los que arriba no saben mirar?
=== Zacarías y Elisabet querían un hijo; pero Dios aspiraba a tener un heraldo intertestamentario; un personaje tan singular y consensual que cerraría las brechas generacionales; que actuaría con el espíritu y el poder de Elías; que sería capaz de traer anticipadamente las buenas nuevas de salvación,; que fuera lleno del Espíritu Santo desde el vientre materno; que sirviera como elemento catalizador para convertir al pueblo judío al Señor su Dios; alguien cuya voz reprendiera a los rebeldes y los hiciera volver a la prudencia de los justos; un allanador de caminos, etc. 1Wow! Zacarías pensó para sí: Señor, ¿quién será, pues, este niño? Yo esperaba un bebe para abrazarlo y mimarlo, como todos los demás. Sí, pero Dios necesitaba un TITÁN que no se arredrara ante nada ni nadie; y estos viejitos, le caían a pelo al Padre. La oración es un acuerdo entre Dios y sus elegidos. A veces te comunica las cosas detalladamente; mas en otras ocasiones te da tremendas sorpresas, dejándote anonadado hasta el extremo.
=== Cuando el sorprendido anciano quiso ponerse legalista y detallista; y pedir señales y todo eso; esta fue la contestación del mensajero celestial: "YO SOY GABRIEL, QUE ESTOY DELANTE DE DIOS; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. Y ahora quedarás mudo y nopodrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste en mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo" (vs.19-20). La irreverencia y profanidad del viejo sacerdote fue castigada con propiedad, y Zacarías tuvo nueve meses de silencio hasta que aquel milagro divino llamado Juan, se hizo presente.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 21/12/2018 MENSAJE # 2929
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