LIMA - PERÚ VIERNES 03 DE ABRIL DEL 2015
COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA PRIMERA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS CORINTIOS.
Primera de Corintios 3:1-3
"De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?".
*** Cuando Pablo se ocupa, en el capítulo anterior de manifestar la naturaleza espiritual y sus bondades, es para poder calificar a los hermanos corintios sobre su manera de conducirse, revelando que, a pesar del tiempo transcurrido, no daban visos de madurez, sino de lo opuesto.
*** Cuando Pablo les señala su niñez espiritual, y su incapacidad para el manejo de las cosas espirituales (Dt.29:29), los creyentes sinceros deben haberse sentido muy avergonzados. ¿Sería posible que después de haber recibido todas las cosas: dones, ministerios y operaciones, no haya en ellos una perspectiva madura que debiera ser felicitada? Por supuesto. Ellos habían sido magníficos receptores de los dones divinos; pero habían fallado en el área de la utilización de los mismos para el engrandecimiento corporativo, evidenciando soberbia y estulticia al mismo tiempo.
*** El panorama profético puede diluirse si la edificación, la exhortación y la consolación no hallan una senda o un cauce por donde fluir. Un inadecuado y torpe espíritu de competencia entre ellos, hacía perder la eficacia y el valor real de la administración de la Palabra; pues el intento de los "predicadores" no tenía la edificación de los oyentes como consigna, sino el mostrar su elocuencia, los dones que tenían, o su intento de prevalecer competitivamente sobre los demás ¡Eso es CARNE, señoras y señores! Así, los dones eran espirituales, pero carnales las motivaciones, neutralizando su efecto célico-pedestre. Recordemos que el don es espiritual, y que le ha sido entregado a los creyentes para que lo administren según Dios, buscando la edificación de la Iglesia; no fama, reconocimiento, gloria personal o ganancias deshonestas.
*** El beber leche, como alimento predigerido, es propio de infantes en sus primeros estadios. La dentición aparecerá algunos meses después, y la capacidad para comer las viandas firmes, vendrá con la edad y el uso frecuente que componen la destreza y habilidad de los comensales de los valores eternos.
*** Las señales de niñez se identifican por tres caractrerísticas: celos, envidias y divisiones. Lo primero es signo de debilidad e inseguridad, trayendo luego las envidias que los hacen odiar o detestar a quienes debieran amar y con quienes habrían de compartir una vida espiritual común, solidaria y bendita; y la separación posterior, marcando territorios o poniendo trabas al crecimiento ajeno son un síntoma de rechazo a la autoridad, sumisión y comunión que comportan la sana camaradería. Cuando la carnalidad se fija al accionar de los neoconvertidos, se pierde la perspectiva corporativa y el sentido de nuestro llamamiento como familia de Dios, y una casa dividida contra sí misma, no puede permanecer.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 03/04/2015
UNO DE LOS MAYORES RIESGOS DE LAS IGLESIAS NEOTESTAMENTARIAS ES EL MANTENERSE EN LA NIÑEZ ESPIRITUAL CUBIERTA CON EL EJERCICIÓ DE DONES Y MINISTERIOS COMO SU EXCUSA VINDICATIVA. EL MADURAR ES BÁSICO PARA LA PRESERVACIÓN DE LA UNIDAD Y LA PROGRESIÓN CONSTANTE DE LA FAMILIA DE DIOS. LOS DONES NO FUERON DADOS PARA SEPARAR, SINO PARA UNIR AL CUERPO DE CRISTO BUSCANDO EL PROVECHO DE LOS DEMÁS EN NUESTRAS REUNIONES COMO LA IGLESIA DEL DIOS VIVIENTE.
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