LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 15 DE ABRIL DEL 2015
COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA PRIMERA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS CORINTIOS.
Primera de Corintios 4:17-21
"Por esto mismo os he enviado a Tito, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias. Mas algunos están envanecidos, como si yo nunca hubiese de ir a vosotros. Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que están envanecidos. Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder. ¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre?
*** El apóstol destaca aquí a su enviado, Tito, como un ministro competente y aparejado por Dios, y considerado por él, a título particular, como un hijo amado y fiel en el Señor, como un obrero con la capacidad y la idoneidad para cumplir su cometido. Él tenía como misión el resaltar la labor itinerante del equipo apostólico, el nivel de su enseñanza, y la fidelidad en todo su proceder en el Señor, algo que Pablo estilaba como un estándar en todas las congregaciones.
*** La momentánea lejanía del hombre de Tarso, encendía el ánimo de los detractores, pensando que era muy remota la posibilidad de que Pablo volviera a pasar por Corinto, y aprovechaban cada momento para ver de denigrar su labor, su persona y su predicación. Pero ya el apóstol se había hecho la firme proposición de visitar nuevamente a los tales, y arguye que al hacerlo, querría conocer el nivel espiritual de sus detractores, quienes se mostraban muy arteros con la lengua, con sus sofismas y sus teorías; las mismas que no existían más que en el terreno de lo imaginario (como se da en muchas congregaciones donde nunca da el Señor señales de vida, y sólo se escucha que hablan de él, de su gloria y de su poder, aunque el tal se hubiera desfasado con el tiempo, dejando sólo sus memorias escritas por terceros).
*** La realidad funcional y actual; de la divina participación, tiene que evidenciarse en todo tiempo. La Palabra y el poder son una sola y sólida realidad vigente. Las ordalías no son unas confrontaciones donde los opositores se lanzan folletos, cartas denigrantes, insultos o conjeturas y cuestionamientos; sino una confrontación donde el poder de Dios debe ser mostrado y demostrado. Si el reino demoníaco nos dejó sordos, ciegos, mudos, cojos o mancos; el reino de Dios debe ocuparse de reparar y recobrar todo esto al plano creativo y regio original, devolviendo a sus seres creados y redimidos la gloria de su imagen y semejanza; porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.
*** Más allá de la apostólica vindicación está la actitud con la que Pablo habría de regresar, o como un mentor amado, o como un castigador y verdugo contra aquellos que tan groseramente vituperaran su labor, su trabajo en el Señor, del que ellos eran una gloria visible. Si las impresionantes palabras con las que nos encandilan los fabulosos y elocuentes predicadores, no resultan en gloria para Dios, en vista para los ciegos, audición para los sordos, fabla para los mudos, y en libertad para los cautivos, ¿de qué evangelio están hablando?
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 15/04/2015
*** La momentánea lejanía del hombre de Tarso, encendía el ánimo de los detractores, pensando que era muy remota la posibilidad de que Pablo volviera a pasar por Corinto, y aprovechaban cada momento para ver de denigrar su labor, su persona y su predicación. Pero ya el apóstol se había hecho la firme proposición de visitar nuevamente a los tales, y arguye que al hacerlo, querría conocer el nivel espiritual de sus detractores, quienes se mostraban muy arteros con la lengua, con sus sofismas y sus teorías; las mismas que no existían más que en el terreno de lo imaginario (como se da en muchas congregaciones donde nunca da el Señor señales de vida, y sólo se escucha que hablan de él, de su gloria y de su poder, aunque el tal se hubiera desfasado con el tiempo, dejando sólo sus memorias escritas por terceros).
*** La realidad funcional y actual; de la divina participación, tiene que evidenciarse en todo tiempo. La Palabra y el poder son una sola y sólida realidad vigente. Las ordalías no son unas confrontaciones donde los opositores se lanzan folletos, cartas denigrantes, insultos o conjeturas y cuestionamientos; sino una confrontación donde el poder de Dios debe ser mostrado y demostrado. Si el reino demoníaco nos dejó sordos, ciegos, mudos, cojos o mancos; el reino de Dios debe ocuparse de reparar y recobrar todo esto al plano creativo y regio original, devolviendo a sus seres creados y redimidos la gloria de su imagen y semejanza; porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.
*** Más allá de la apostólica vindicación está la actitud con la que Pablo habría de regresar, o como un mentor amado, o como un castigador y verdugo contra aquellos que tan groseramente vituperaran su labor, su trabajo en el Señor, del que ellos eran una gloria visible. Si las impresionantes palabras con las que nos encandilan los fabulosos y elocuentes predicadores, no resultan en gloria para Dios, en vista para los ciegos, audición para los sordos, fabla para los mudos, y en libertad para los cautivos, ¿de qué evangelio están hablando?
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 15/04/2015
LA PALABRA DE DIOS NO SE LIMITABA A DECLARACIONES FORMALES O A UN CONOCIMIENTO MENTAL DE LAS COSAS DE DIOS, SINO A LA BÍBLICA PARTICIPACION DEL PODER QUE DE ELLAS EMANA. DIOS NOS LLENA DE CONOCIMIENTO REVELACIONAL PARA QUE PODAMOS MOSTRAR EN LOS DOS CAMPAMENTOS, EL CELESTIAL Y EL TERRENAL LA AUTENTICIDAD DE NUESTRA VOCACIÓN, Y LA VIRTUD QUE ADORNA LO EXPRESADO POR DIOS, TENIENDO EL TESTIMONIO DE ARRIBA Y ABAJO: ¡PALABRA Y PODER!.
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