LIMA - PERÚ DOMINGO 19 DE ABRIL DEL 2015
COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA PRIMERA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS CORINTIOS.
Primera de Corintios 5:9-11.
"Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. Mas bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis".
*** Tras escribir la reprensión oportuna para los que permanecen en el mismo estado sin observar cambio alguno en su estructura mental, ética y espiritual; el apóstol les revela que la materia leudante es la naturaleza religiosa y ególatra de quienes, al no negarse a sí mismos, buscan servir a Dios religiosamente, y por emulación; sin sentir ningún compromiso real, ni con Dios ni con la Iglesia; eludiendo la transformación y la conformación que acompañan el proceso regenerador, que nos guía a la santidad, y no a la simulación; a la fidelidad, y no a la hipocresía.
*** Eventualmente, y por causa de las interpretaciones religiosas polarizadas, se hace necesario explicar ciertas órdenes, y ciertas sugerencias o consejos para la buena marcha de la vida eclesial; y Pablo recuerda haberles escrito que no se juntaran con los fornicarios, poniendo el tema del legalismo en el punto más alto, porque ello limitaría sus amistades considerablemente, dada la naturaleza promiscua de los helenistas. Entonces, el apóstol, hace la salvedad que se refería a las personas que, habiendo hecho profesión de fe (llamándose hermanos) vivían en tal condición, mancillando la pureza templaria, y contaminando a aquellos con los que se juntaran, procurando inclimarlos a su liviandad, e invitándolos a participar de ello "sin consecuencias aparentes" (2P.2:9-14, 13-14e).
*** A renglón seguido, el apóstol incluye otros pecados ignominiosos, relacionados con el dinero, el apoderarse de lo ajeno, la adoración a otros dioses: la lengua maldiciente, profiriendo muerte y condenación por doquiera; la embriaguez o la disolución, y así sucesivamente. Cuando nos dejamos llevar por ese pequeño trozo de masa leudada, todo lo demás se pervierte, y según pasa el tiempo, aquella naturaleza leudante lo abarca todo, hasta fermentarlo por completo, haciéndolo inhábil para la santidad y el propósito. El no comer con estas personas es el símbolo de una comunión interrumpida, deslindando responsabilidades, y alejándose de la contaminación que produce la cercanía de ellos, su inductivo lenguaje, su línea de pensamiento, etc.
*** Recordemos que el comer y el beber con estas personas nos hace uno de manera pactual, identificándonos con ellos, y dejando que nos afecten sus palabras, sus pensamientos, su sentido de la dignidad, su necesidad de ser comprendidos en su debilidad y verse huérfanos de "apoyo fraterno", y tratando de hacer lucir como injustos a quienes los juzgaran tan duramente, pareciéndoles que han sido rigurosos e implacables. ¡Tengan cuidado los empáticos, los perdona-vidas, los tolerantes, los consecuentes y los celestinos! La bífida lengua serpentina no admite juicios sumarios, y busca entre los miembros de las iglesias a los "más comprensivos", los "más tiernos", y los "más consentidores"; leudando sus corazones con sus cuentos mientras postergan su arrepentimiento, no abandonando su maldad. ¡Estamos advertidos!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 19/04/2015
CADA VEZ QUE EL PANORAMA SANTIFICANTE ES TRATADO POR EL APÓSTOL, LOS HIPÓCRITAS BUSCAN SU CAPA O SU ANTIFAZ. LA VIDA CRISTIANA NO ES TENER A CRISTO EN EL CORAZÓN MERAMENTE, SINO EL ACEPTAR SU SEÑORÍO Y SU SALVACIÓN PROCESAL, MEDIANTE LA CUAL VAN DESAPARECIENDO NUESTRAS FALENCIAS AL IR ACEPTANDO GRADUALMENTE LOS DONES OPERATIVOS QUE NOS LLEVAN EN ASCENSO, HASTA QUE NUESTRA MALDAD ES TOTALMENTE PURGADA, Y EN LA HERMOSURA DE LA SANTIDAD ADORAMOS Y SERVIMOS AL DIOS VIVO.
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