LIMA - PERÚ SÁBADO 11 DE ABRIL DEL 2015
CMENTARIO EXEGÉTICO DE LA PRIMERA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS CORINTIOS
Primera de Corintios 4:5-6
"Así, que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios. Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros".
*** Las naturalezas prejuiciosas (tanto para sí como para los otros, esto último especialmente), son aquí consideradas como un tropiezo. Que nuestras frases: hirientes, zahirientes y prejuiciosas, no pasen de ser pensamientos peregrinos, y no emigren de nuestros labios. Las auscultaciones espirituales, realizadas por la Deidad, tienen la característica del discernimiento, donde cada expresión es separada, y juzgada meticulosamente, descubriendo su fuente y su intención; y sin importar cómo las describamos con la zalamería de nuestros labios, no dejarán de evidenciarse (Mt.12:35-37).
*** La naturaleza de los siervos de Dios que le sirven en el área de la judicatura, es un precioso laconismo, y la cuidadosa elección de las palabras para no prevaricar en el juicio, refiriendo lo que está escrito como sumo bien y final decisión, guardándose de expresar su opinión, o polarizarse (Lv.19:15;Mal.2:5-7).
*** La ligereza de labios crea enormes dificultades, y no podemos borrar las palabras que pérfida o ignorantemente brotaran de nuestras bocas. El consejo de Pablo aquí, es valiosísimo. Procuremos no darle recursos al enemigo para atacarnos con nuestros dichos y sentencias, siendo aprisionados inapelablemente por el peso de las mismas.
*** Así como hay el consejo apostólico para la prudencia de labios; el tal nos hace saber que Dios sabrá reconocer el uso apropiado de ese bien inapreciable que es el comunicar a otros, vía labial, lo que conviene, gozándose el Señor en nuestra pertinencia como su extensión humana en el juicio (Pr.24:26).
*** Pablo aclara que ha usado su nombre y el de Apolos para ejemplificar una valoración justipreciada del fluir oral de cada ministro. Ninguno de ellos se expresó tratando de parecer superior o mejor que otros vasos de gloria dedicados al ministerio, pues entendían su competencia dentro de su dotación, siendo usados por el Señor conforme a la medida del don impartido. Si no existe una referencia válida (dada por Dios) acerca de determinados tópicos, no "pisemos el palito" dejándonos llevar por nuestra particular impresión acerca de nosotros o del instrumento que admira nuestro corazón. El tropiezo de la división se esconde en nuestro deseo de ser admirados, recibir reconocimientos, o sentirnos superiores a los demás; todos pecados abarcados por la necia fatuidad de los arrogantes.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 11/04/2015
LA NATURALEZA PREJUICIOSA ES MOSTRADA EN ESTE PASAJE COMO ALGO ODIOSO, IMPERTINENTE Y DESASTROSO EN EL TRATO CON LOS DEMÁS. LA NATURALEZA DEL DESLENGUADO LO COMPULSA A REFERIR SU PENSAR, SU DESEAR Y SU JUICIO EN LO CONCERNIENTE A TODO, MOSTRANDO SU DISCONFORMIDAD AL PECAR CONTRA EL ESPÍRITU FRATERNO Y CORPORATIVO QUE LE DA A LA IGLESIA SU RAZÓN DE SER.
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