LIMA - PERÚ SÁBADO 04 DE ABRIL DEL 2015
COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA PRIMERA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS CORINTIOS
Primera de Corintios 3:4-6
"Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios".
*** Después de calificar a los corintios por su insolvencia espiritual, llamándolos carnales y naturales (dados los resentimientos que los dividían y los tornaran facciosos por su ridículo partidismo), el apóstol pasará a considerar las glorias de los instrumentos divinos por su utilidad y servicio al Señor. Si quieres deshacerte de la gloria autoasumida de los arrogantes que pretenden ser alguien por su identificación con algún siervo de Dios, comienza por desahacerte de la que ellos creen que tienes por causa de tu investidura y tu elección apostólica.
*** La meritocracia, o fanfarronería proveniente de tus acciones seudo espirituales, no es una premisa divina o algún considerando de valor en el ámbito celeste; figurando sólo en tu imaginación. Cuando intentamos autoaplicarnos enseñanzas gnósticas, filosóficas, o glorias hipotéticas; nos alejamos de la realidad espiritual que tenía la humildad como un sello particular (Pr.27:2); hundiéndonos en el cieno de la vanagloria, algo que el cielo y el Señor Jesús rechazan de plano (Jn.5:41).
*** Ahora, Pablo trata con los facciosos que asumen ser sus seguidores y los de su compañero de milicia, Apolos, haciendo notorio que eran canales mediante los que Dios les comunicara el evangelio, cada uno según el don que el Padre les concediera. El apóstol, no asume una gloria representativa que lo haga ver como un ser superior, un líder carismático o alguien peculiar que mereciera el loor y honra de los demás; sino que, en su función de siervo de Dios mostrara la gloria de quien lo eligió para una tarea tan insigne.
*** La labor apostólica de Pablo trajo a los corintios a los pies del Señor Jesús, fundando la iglesia en aquel sector; la de Apolos, consistió en cultivar y regar (con el cuidadoso estudio de la Palabra de Dios, y el mantenerse ceñidos a la enseñanza apostólica que Pablo les infundiera de inicio). Los ministerios no son superiores e inferiores, sino absolutamente complementarios, y su objetivo es la edificación corporativa, contribuyendo cada cual en relación directa a su don particular. Aquella labor de sembradores y cultivadores habría de dar una cosecha para la gloria de Dios. Cuando Pablo asume que el crecimiento lo da Dios, nos ministra el poder de la Palabra misma como gloria inherente. La fidelidad del sembrador, y el trabajo del cultivador dentro de la labor genérica correcta, le permite a Dios madurar el fruto de la tierra en la vida de cada creyente. Allí radica la objetividad de la labor ministerial, otorgándole al Señor la gloria.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 04/04/2015
UNA CONSCIENCIA CLARA DE TU DOTACIÓN, COMO PARTE DE UN MINISTERIO PLURAL Y COMPLEMENTARIO (EL QUÍNTUPLO DECLARADO EN EFESIOS 4), TE HARÁ RECONOCER TU VIRTUD MINISTERIAL Y TU LIMITACIÓN AL MISMO TIEMPO. LA LIMITACIÓN DE MI DON CREA EN MÍ LA CONSCIENCIA DE QUE NECESITO LA PARTICIPACIÓN DE LOS DEMÁS PARA COMPLEMENTAR LA ENSEÑANZA QUE TRADUZCA EN GLORIA LO QUE SE VIERTE CON AMOR FRATERNAL PARA LA EDIFICACIÓN DEL CUERPO DE CRISTO. UN SOLO INSTRUMENTO NO FORMA UNA ORQUESTA; REQUIRIENDO DE OTROS EN ARMONÍA PARA OBTENER UNA SINFONÍA QUE A TODOS ARROBE CON SU MELODÍA.
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