PABLO DOCUMENTA AL PUEBLO DE DIOS ACERCA DE CÓMO SE FORJA LA REALIDAD ECLESIAL DESDE LA FUNDACIÓN DE LA LOCALIDAD, INTIMÁNDONOS A SEGUIR LAS REGLAS DADAS POR LA DEIDAD PARA LA EJECUCIÓN DE LA MISMA. JESUCRISTO COMO EL FUNDAMENTO DE LA IGLESIA.

LIMA - PERÚ  LUNES 06 DE ABRIL DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL PABLO A LOS CORINTIOS

Primera de Corintios 3:10-11

"Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo".

*** Pablo, nos comunica cómo fue fundada la Iglesia de Corinto, y sobre qué principios se hizo todo lo inherente a ello. Un sano entendimiento acerca de lo que Dios establece, nos fue revelado en los versos anteriores (vs.4-9), fustigando a los facciosos por su carnalidad, y mostrando la eficacia del ministerio quíntuplo cuando trabaja de consuno, respetando cada uno el área de los demás, y contribuyendo a la misma causa con las dotaciones otorgadas por la Deidad para la edificación del cuerpo de Cristo, que es la Iglesia.

*** Ahora, el apóstol nos va a instruir sobre cómo actúa un apóstol en el plano fundacional de la vida eclesial ¿Por qué? Porque si no entendemos el fluir correspondiente a cada llamado, nos involucrearemos torpemente en el trabajo de los demás, no entendiendo ni la elección ni la dotación, arruinándolo todo con nuestra "buena voluntad entrometida". Lo selectivo, no discrimina; antes puntualiza y determina el plano de la utilidad de cada miembro favoreciendo el divino designio. Una ayuda idónea no es ubicada como jefe de nadie, sino como un colaborador eficaz de quien fuera comisionado directamente por el Señor, asistiéndolo certera y cabalmente para la cobertura del propósito divinal en el trámite de nuestra generación.

*** El fundador de la Iglesia no es el dueño de la misma, sino EL DIRECTO RESPONSABLE ANTE DIOS POR LA CONSECUCIÓN DE SUS FINES CORPORATIVOS EN LA MISMA. Siendo, pues, el coordinador elegido por Dios para el caso, todos los que vengan a colaborar, han de estarle atentos, siguiendo sus consignas sobre la base de las asignaciones o directivas del Padre para ello. David preparó todo para la edificación del templo, y Dios le dio el conseguir el material y le entregó los diseños arquitectónicos para la edificación del mismo; pero él no lo construyó, sino su hijo Salomón. Este último no cambió para nada el diseño que Dios le diera a su Padre, haciendolo todo conforme a lo que señalara el diseño de origen divinal. Será positivo que los que son llamados a colaborar con la labor del elegido por el Señor, se ciñan al diseño y el trabajo que ya se venía haciendo, conforme al programa referido por la Deidad.

*** La labor de los ministros que colaboran en este edificio o labranza de Dios, es la de continuar elevando el nivel espirtual de la congregación sobre las bases doctrinales ya establecidas por el Señor y sus apóstoles fundacionales (Gá.2:2-10). Hay quienes en su intento de parecer originales, intentan innovar, enmendar o mejorar los planes y estrategias dados por el Señor; a los que será preciso sugerirles que ocupen su lugar dentro del ministerio de ayudas, y no de consejeros de la Deidad (1Co.2:16a). La solemne advertencia del apóstol es a considerar el cómo sobreedificamos, y a continuación nos da a conocer los materiales de los que se dispone para asegurar la solidez de lo que pretendemos edificar.

*** El punto principal es la imposibilidad de cambiar el fundamento (Eso hacían los que decían que eran de Pablo, de Cefas, de Apolos...y los que aducen ser de algún ministro famoso en la actualidad, asumiendo en ello su garantía como siervos impecables, ungidos y verdaderos, a los que les recomiendo que lean lo escrito por Pablo aquí). El cambio de fundamento nos revela qué edificio estamos edificando, y a quién le corresponderá la gloria, y qué mamarracho intentamos presentar para sentirnos aceptos ante aquel que quizá les diga: "No os conozco". La piedra angular de una construcción nos hará saber qué dimensiones tendrá el edificio, pues ella guarda en su forma el largo, el ancho y la altura de lo que habrá de edificarse, siendo como un genoma o ADN de lo que surgirá con posterioridad. DE ALLÍ LA INSISTENCIA APOSTÓLICA PORQUE JESUCRISTO SEA EL FUNDAMENTO DE TODO NUESTRO ACCIONAR.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   06/04/2015