EL APÓSTOL PABLO DESCARTA LAS POSICIONES JERÁRQUICAS A NIVEL MINISTERIAL, HACIENDO NOTAR QUE TODA PARTICIPACIÓN QUE PROMUEVE EL SEÑOR (ÉL ES QUIEN DA LOS MINISTERIOS) SIRVE COMPLEMENTARIAMENTE EN EL CRECIMIENTO CORPORATIVO HASTA QUE EL MISMO ALCANCE LA IDONEIDAD PARA LA QUE FUE DISEÑADO (VÉASE EFESIOS 4).

LIMA - PERÚ  DOMINGO 05 DE ABRIL DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA PRIMERA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS CORINTIOS.

Primera de Corintios 3:7-9

"Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios".

*** La naturaleza del ministerio corresponderá a la utilidad solicitada por el Padre. Ella no es jerárquica, sino complementaria. Sembrar no lo es todo; el regar, tampoco. Si no hay la siembra pertinente, no habrá necesidad de riego. Y si bien el agua predispone la tierra para hacerla productiva, sin la siembra, todo ello es como nada.

*** En el v.7 Pablo traza la línea de valoración según la Deidad. Así, ni el que planta o pone la semilla, ni el que riega o cultiva son ALGO, sino Dios quien da el crecimiento. La labor apostólica de Pablo se combinó con la pedagógica de Apolos, sosteniendo la vida útil de la grey para la forja de una congregación sólida y compacta, siendo esto su servicio al Señor y a los santos.

*** Y esto (v.8) es una bofetada en la mejilla a los "jerárquicos", quienes se sienten superiores o inferiores sobre la base de su concepción en el área del servicio. Pablo arguye: "El que planta y el que riega SON UNA MISMA COSA". DENTRO DEL MINISTERIO QUÍNTUPLO NO HAY JERARQUÍAS, SÓLO FUNCIONALIDAD MINISTERIAL. Los cinco dedos de una mano, forman ésta, y cada una posee su utilidad específica. Si bien la amputación del dedo pulgar le quita la fuerza a la mano considerablemente; nunca he visto a un pulgar independiente sirviendo de algo fuera de la mano. Los seres superiores (dedos superiores), y los inferiores (dedos inferiores) según ellos mismos, son dignos de conmiseración. Pablo, sigue ministrándonos aquí, y nos dice que: "cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor", y una vez más indica que la diferencia básica es en cuanto a la funcionalidad o relación de función. Cuando dejemos de pelearnos entre nosotros por quién es el jefe o el más grande, podremos observar la utilidad de cada uno en su específica labor, alabando a Dios por nuestra esencia corporativa debidamente ensamblada.

*** En el v.9 el apóstol nos da una referencia sobre cómo podemos nominar o juzgar a los ministerios, llamándose a sí mismos: COLABORADORES DE DIOS. No jefes, no pares, no instructores o maestros de la Deidad, sino simples colaboradores, o "ayudas idóneas del Señor" para lo que él guste ejecutar. Lo que se destaca aquí es la labor de servicio o ministración para los santos, que son los destinatarios directos y beneficiarios de los dones que se nos impartan. La dotación divina me hace más poderoso, más insigne, más responsable, más útil para los demás ¡Qué decepción! ¡Yo pensé que me hacía líder! ¡Así es, y el que gobierna está en medio nuestro como el que sirve! (Mt.20:25-28) ¿No es maravilloso?

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   05/04/2015