martes, 3 de mayo de 2016

EL GLORIOSO REVESTIMIENTO DEL QUE ESTABAN PREMUNIDOS LOS SANTOS DEL SEÑOR, A DESPECHO DE LOS ANDRAJOS QUE PUDIERAN ESTAR VISTIENDO, REVELA LA EXALTACIÓN EN MEDIO DE LA HUMILLACIÓN, PUES NINGUNA ACCIÓN ENEMIGA PUDO JAMÁS OPACAR EL BRILO DE LA GLORIA DEL SEÑOR EN QUIENES LO HONRARAN CON SU FE ITINERANTE. SOMOS INVITADOS A PARTICIPAR SIN SENTIRNOS HUMILLADOS, PORQUE LOS HUMILDES NO CONOCEN OTRA GLORIA QUE LA QUE DIOS NOS OTORGA EN MEDIO DE TODAS NUESTRAS BREGAS, INCOMPRENSIONES Y RECHAZOS, MANTENIENDO ERGUIDAS NUESTRAS CABEZAS PARA SER CORONADAS, MOSTRANDO NUESTRAS NATURALEZAS COMO MIEMBROS DE LA REALEZA.

LIMA - PERÚ  MARTES 03 DE MAYO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO A LOS HEBREOS

Hebreos 11:38-12:2.

"De los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa MEJOR para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros. Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios".

*** Esta referencia del autor sacro está pletórica de gloria, aduciendo que el mundo (el sistema secular) era indigno de merecer aquella gavilla de primicias habitando el planeta, evidenciando que la gloria divinal no podía ser opacada por el rechazo, la aflicción o la misma muerte. Nadie había logrado jamás que sus seguidores y servidores murieran gustosos por su Señor y por su causa, dejando anonadados a quienes los vieran morir en el circo romano devorados por los leones, o en cruentas cruces, empapados en pez, para que ardieran como antorchas humanas. La conducta nómada de estas personas se debía a la persecución, y al hecho de que el imperio romano los despojaba de todos sus bienes terrenos, sus trabajos, y sus derechos, convirtiéndolos en parias. Por eso los desiertos, los montes, las cuevas y las cavernas se constituyeron en sus improvisados refugios, morando en su propia tierra como rechazados o marginados sociales.

*** Todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio en lo tocante a la fe, no recibieron lo que se les había prometido ¿por qué? Porque ellos habían sido unidos al panorama corporativo por las edades durante el trámite de la gracia, la misma que nos junta a todos en el plano de la herencia, haciendo que los tiempos y las sazones sirvan para marcar el hecho de la misma en un momento específico, siendo recompensados todos en un mismo día, tras haber sido trasladados de la oscuridad profana a la luz admirable  del reino de Dios. Aquello que es catalogado como MEJOR, no implica superioridad, sino la proximidad de la manifestación de los hijos de Dios. Y el asunto de la perfección implica que un producto que posee naturaleza unitaria y única, no puede ser perfeccionado a plazos. Así, pues, las generaciones se iban acercando vez tras vez a lo programado por la Deidad en el término de las edades. Aquellos que se percataban del hecho por estar espiritualmente despiertos al divino obrar, disfrutaban tripartitamente de las bondades del Padre, anticipando la gloria que sería suya de modo indefectible. Alabemos a Dios por las divinas convergencias que nos llevan a todos en una misma dirección, y hasta un punto focal específico.

*** Aquí el autor pasa a animarnos en lo concerniente a nuestra participación en la marcha a la gloria. Él arguye, sobre la base de lo dicho en el verso anterior que los que han pasado el velo se convierten en testigos de la buena pro divina, y que después de haber cedido la posta esperan que tú hagas lo mejor (lo convencional es que cuando se corre en postas, el más veloz de los participantes sea dejado al final, para superar cualquier déficit, y para esforzarse al máximo en ganar la competencia). Si te considerabas muy poca cosa, el Padre te hace ver lo importante que eras para él, poniéndote al final con una responsabilidad que cubra la esperanza de todos. Todo lo que no ayuda y no aligera nuestro correr debe ser desechado (la duda, la condenación, la baja autoestima, la importancia que le diéramos a los ajenos considerandos, la sorna, la mofa y el menosprecio, el rechazo, el auto rechazo, los deméritos, etc.), y también se nos refiere el pecado que nos asedia (acosa, persigue, atrapa, encierra, aturde y desestabiliza...¡y nos gusta!), y se nos advierte que la carrera no es de velocidad, sino de fondo, habiendo de guardar energías para el final. Si se nos solicita la paciencia es porque necesitamos ser muy precisos en el pensar, y juiciosos en el obrar, no precipitándonos neciamente, manteniendo la cadencia hasta alcanzar la meta.

*** El fijar la vista en el Señor es básico, porque a él le debemos la autoría y la consumación de la fe. Cuando salimos del Alfa (el punto de partida), lo hicimos pensando en la Omega (la meta final), y el camino más corto a la misma es la obediencia a la guianza divina, la que constituye un espíritu de rectitud que es la menor distancia entre dos puntos. Jesús no fijó sus ojos en lo que le costaría nuestra redención; sino en el fruto que ésta produciría. Al contemplarnos en la gloria, tuvo en poco la vergüenza y el oprobio que le tocaría enfrentar para recobrarnos al reino, decidiendo pagar el precio de nuestra salvación, humillándose hasta la muerte de cruz. Pero la historia no terminó allí, pues a la kenosis le siguió la plerroma, y después de pasar por el drama de la pasión, la muerte, y la sepultura, surgió gloriosa la resurrección como género vital para todos los que hemos creído en él, y al ascender a la morada del Padre, no fue de visita, sino a sentarse a su diestra, interpretando la autoridad divinal basada en la redención, añadiendo gloria a la gloria que antes fuera suya.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   03/05/2016

1 comentario:

  1. AUNQUE LOS RESULTADOS NO PARECIERAN ÓPTIMOS EN EL CAPÍTULO ONCE, EN EL DOCE SE NOS ANIMA A MOVERNOS HACIA ADELANTE EN LA CERTEZA DE QUE VEREMOS CORONADAS NUESTRAS GESTIONES ESPIRITUALES HECHAS CONFORME A LA SAZÓN DIVINA. LA GLORIA AGUARDA A LOS SANTOS COMPROMETIDOS SON EL SEÑOR.

    ResponderEliminar