LAS POSTRERAS RECOMENDACIONES DE SANTIAGO TIENEN QUE VER CON LA RESTAURACIÓN Y RESTITUCIÓN DE LA COMUNIÓN, LA SALUD, LA SOLIDARIDAD ENTRE SANTOS, LA NECESIDAD DE PURGAR TODO AQUELLO QUE NOS MANTENGA DESUNIDOS, Y LA CERTEZA DE QUE CADA CREYENTE DEBERÍA CONSTITUIRSE EN UN RESTAURADOR PARA QUE LA COHESIÓN CORPORATIVA SE MANTENGA, Y MAXIMICEMOS NUESTRA UTILIDAD COMO SIERVOS ÚTILES.

LIMA - PERÚ  JUEVES 26 DE MAYO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DE SANTIAGO

Santiago 5:13-20.

"¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración, ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió en la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto. Hermanos, si alguno de vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados".

*** Santiago continúa con las útiles pautas que pueden hacer que el cuerpo de Cristo mantenga su paz, y se vea libre de muchos factores negativos que agravan las circunstancias que le rodean. Veamos: Si hay alguna aflicción o angustia debilitante, se nos recomienda la oración, ya que ella traerá alivio al corazón, a la conciencia y a los cuerpos. Si estamos contentos, podemos expresar nuestra alegría entonando gozosas alabanzas a Dios, sirviendo éstas para motivar a otros a loar a Dios también. Si hubiere alguna persona enferma entre los miembros de la iglesia ha de llamarse a los ancianos constituidos sobre ella para que oren por el sufriente y le unjan en el nombre del Señor (no es ritualismo, sino metodología apropiada para el caso). Este hecho es analizado, y refiere el autor que la oración de fe (la califica como tal, implicando sentido y dirección a la misma, y su percepción de lo que debe esperarse como resultado) salvará al enfermo (no el aceite, ni el grupo de ancianos, ni el recinto en que estén congregados, ni un rezo considerado como sacro, ni nada parecido, sino LA ORACIÓN DE FE), asegurando que el Señor lo levantará (el Señorío de Cristo posee valor absoluto, siendo activado por la oración de fe); y si tenemos alguna duda respecto a su recuperación por alguna inconducta o falta contra el Señor, se nos indica que sus pecados serán perdonados, aplicando Santiago el principio que Jesús ministrara en Marcos 2:1-12,9-10e.

*** El estado de limpieza y comunión fraternal exige que reconozcamos cualquier ofensa hecha en contra de los demás, pidiendo el perdón del caso al hermano agraviado; y perdonando éste al ofensor. La oración fraterna de intercesión de los unos por los otros, ha de aplicarse como una norma congregacional, pues ello también trae sanidad física y emocional. Hecha en justicia, la oración se torna muy eficaz, aunque algunos carnales no la estimen así, perdiendo un recurso valiosísimo a nivel eclesial.

*** Al referirse al profeta Elías, no lo mistifica ni lo pone por encima de los demás; antes bien, lo menciona como tan vulnerable como cualquier otro; pero cuando recibió la orden divinal, se rindió fervientemente para la ejecución de la voluntad del Padre, y no llovió por tres años y seis meses ¡una sequía atroz! Castigada la maldad nacional, el profeta recibió la orden para hacer volver el corazón de Israel hacia él en el monte Carmelo, y al hacerlo así, y hacer llover nuevamente, la tierra dio su fruto. Acto seguido, aprovechando lo dicho, y el intento divino para recobrar a su pueblo a la comunión con él, arguye que la obra de restauración y restitución que tiene nobles auspicios, puede hacer volver a los renuentes de su terco extravío, y que cuando nuestro corazón se dispone para recobrar a los extraviados del camino, se salvan las almas, y se cubren multitud de pecados. ¡Qué Dios nos conceda que un espíritu fraterno de tal magnitud viva siempre en medio nuestro!.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  26/05/2016