domingo, 8 de mayo de 2016

SI LOS ASUNTOS TRATADOS HAN LLEGADO A ALCANZAR SU OBJETIVO, HEMOS DE PASAR A LOS VALORES PRÁCTICOS, A LA SANTIDAD DE LA VIDA ECLESIAL, TANTO A NIVEL LOCAL, COMO EN EL PLANO CORPORATIVO GENERAL. LA VIDA PROPIA QUE ALBERGAN LA CABEZA Y EL TRONCO RECIBE SU ATENCIÓN A TRAVES DE LOS MIEMBROS SUPERIORES E INFERIORES, Y SERÁ MEDIANTE ÉSTOS QUE PODRÁ EXPRESARSE Y EXPANDIRSE, BRINDANDO EL MISMO SERVICIO A LOS EXTRAÑOS EN UNA MILAGROSA EXTENSIÓN DE NUESTRO ESPÍRITU FRATERNO.

LIMA - PERÚ   DOMINGO 08 DE MAYO DEL 2016.

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO A LOS HEBREOS.

Hebreos 13:1-8.

"Permanezca el amor fraternal. No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. Acordaos de los presos, como si estuvierais presos con ellos; y de  los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo. Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios. Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda ser el hombre. Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos".

*** (He.13:1) El autor sagrado quiere condensar ahora el buen orden en el que nuestra participación será considerada conveniente, básica y oportuna, tanto en el plano personal como en el corporativo; y el primer consejo al grupo humano al que se dirigió es este: "Permanezca el amor fraternal". La fortaleza vinculante del cuerpo de Cristo es el cómo nos valoramos en calidad de parientes del Señor, nuestra consciencia familiar, y por el hecho de que todo el edificio debe su existencia a cada ladrillo, piedra o mezcla del que está compuesto; siendo la unidad compuesta de muchos lo que le ha dado existencia, vigencia y sentido al plano relacional con la Deidad, que nos llevara a la unidad de la fe. 

*** (He.13:2) El amor fraternal a nivel eclesial resulta sencillo; mas cuando debe expandir su naturaleza fraterna más allá de los límites locales, comienzan las dificultades, ya que somos llamados a la hospitalidad, albergando en nuestros hogares y seno eclesial a personas desconocidas (3Jn.5), a las que será conveniente que les solicitemos alguna referencia o credenciales, si no tenemos el refrendo de nuestro testigo interior. No estoy en contra de la hospitalidad; pero aconsejamos la prudencia para no vernos sorprendidos por gente aventurera que no tiene el llamado del Señor, y otras cositas más. Que nuestro buen corazón hospedador no se vea sorprendido infaustamente es mi consejo. Mantengamos siempre la prudencia, no siendo elusivos a la ministerial sugerencia.

*** (He.13:3) El acordarse de quienes están presos por causa de la justicia y del reino de Dios es distinto a tener un  ministerio en las prisiones. Lo primero es una instancia divinal; lo segundo, una opción ministerial para alcanzar a los perdidos que han sido condenados por su maldad, y que pagan justamente por sus delitos, quienes están tan necesitados de Dios como cualquiera de los perdidos en este mundo. Somos llamados a compartir las aflicciones de nuestros hermanos que están en prisión por predicar el evangelio, y que sufren por la intolerancia religiosa en ésta y otras naciones, siendo llamados a interceder por ellos, y ver de alcanzarles en sus necesidades lo que fuere propicio para su sostén personal y ministerial, como se hizo con Pablo, Pedro, y los que fueran perseguidos por su servicio a Dios (Mt.25:36c; 39b; 43c).




*** (He.13:4) La naturaleza santa del matrimonio es algo que debe mantenerse como una marca indeleble de nuestra justicia ante Dios y los hombres. Las parejas oficialmente casadas y las que proyectan estarlo, deben mantenerse en estado de pureza pre matrimonial, matrimonial y hogareña, de modo que el adversario no tenga de qué acusar a los santos y a los ministros del evangelio. El lecho sin mancilla es el tálamo que corresponde a parejas casadas que no tienen ninguna relación fuera de la conyugal, manteniéndola así antes y durante el matrimonio con la pareja de su elección. Los fornicarios (gente que sostiene relaciones sexuales sin estar casados) y los adúlteros (personas que rompen su pacto con el cónyuge al copular con alguien fuera del matrimonio), han de ser personas consideradas fuera de la membresía local, y puestas en las manos de Dios para que él las juzgue del modo que crea conveniente. La congregación está llamada a orar por la restauración de estas personas y la búsqueda de su recobro espiritual, mas no al celestinaje de su vida réproba, no sea que se sientan incentivados a emularlos.


*** (He.13:5) "Otros son como la semilla sembrada entre espinos: oyen el mensaje, pero  los negocios de la vida presente los preocupa demasiado, el amor por las riquezas los engaña, y quisieran poseer todas las cosas. Todo esto entra en ellos, y ahoga el mensaje, y no los deja dar fruto" (Mr.4:18-19). Cuando nuestras costumbres (lo que hacemos habitualmente) sean sin avaricia, no estaremos ansiosos por tener cada vez más; porque no es más rico el que más tiene; sino el que menos necesita. El desamparo y la dejadez no son características divinas, proveyendo lo necesario siempre (Dt.11:8-15).

*** (He.13:6) Nuestra confianza en el Dios vivo transformará nuestro lenguaje, y tornará el mismo en alabanza, pasando por encima de nuestras dificultades, y sintiendo que la oposición humana no podrá impedirte.

*** (He.13:7) El autor les recuerda el mensaje del reino traído por sus pastores y guías, y les solicita que juzguen el resultado de su conducta (y esto habla del testimonio ministerial), y también que imiten su fe, por lo que ésta haya conseguido en el trámite de su peregrinar.

*** (He.13:8) La inalterabilidad de la realidad espiritual sólida; es decir Jesús el Cristo, es la suprema realidad que siempre fue la esperanza de los antiguos; la tenencia de los hijos de Dios del presente, y la gloria que todos compartiremos en la misma proporción cuando llegue el tiempo de la herencia, recibiendo cada primogénito su doble porción. A los antiguos les decimos: lo hicieron bien muchachos; a los santos de hoy, les decimos: vamos por buen camino; y a los que vendrán, ánimo, recibirán su parte con la misma equidad que nosotros la recibimos hoy.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  08/05/2016

1 comentario:

  1. LOS DEBERES CRISTIANOS CONSIDERADOS EN ESTE CAPÍTULO SON DE ORDEN VITAL PARA LA BUENA MARCHA DE LA IGLESIA DEL DIOS VIVIENTE. SI OBEDECEMOS CADA UNA DE ESTAS CONSIGNAS, MUCHOS PROBLEMAS DESAPARECERÁN, Y LA ARMONÍA CORPORATIVA HARÁ QUE NUESTRA PEREGRINACIÓN SEA ALGO MUY BENDECIDO.

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