martes, 21 de junio de 2016

EL AUTOR NOS HACE VER EL VALOR REAL DE LAS PALABRAS, Y MÁS CUANDO ÉSTAS SE TRANSFORMAN EN JUICIOS PRECIPITADOS, EN TORPEZAS DE EXPRESIÓN, Y EN IRRESPETO PARA CON LA AUTORIDAD. UNA BOCA DESLENGUADA TRASTORNA FAMILIAS Y CONGREGACIONES ENTERAS.LA ESTREPITOSA RISA DE LOS CARNALES, LAS CARCAJADAS DE LAS BOCAS ZAFIAS, Y LA INFLUENCIA NEFASTA DE LAS PERSUASIVAS FALACIAS QUE EXCITAN A HACER LO MALO, SON AQUÍ OBSERVADAS. AL DEJAR EL CAMINO RECTO, SE IMPONE UNA PALABRA DE ALIENTO AL MISMO, Y LA PROFECÍA RENTADA SIGNIFICA UN GRAN CONSUELO PARA TODOS LOS ENGAÑADOS. ¿DÓNDE NOS UBICAMOS NOSOTROS?

LIMA - PERÚ  MARTES 21 DE JUNIO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA SEGUNDA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PEDRO

Segunda de Pedro 2:11-16.

"Mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del Señor. Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición, recibiendo el galrdón de su injusticia, ya que tienen por delicia el gozar de deleites cada día. Estos son inmundicias y manchas, que mientras comen con vosotros, se recrean en sus errores. Tienen  los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición. Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad, y fue reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta".

*** (2P.2:10-11) El desborde de los que andan en la carne puede verse revelado por su conducta nefasta, su propensión a lo sensorial, al placer sensual sin control alguno; y por su actitud contra la autoridad establecida por Dios, manteniendo una conducta blasfema y un lenguaje profano sin miramiento alguno, mostrando una osadía pertinaz e infame que demanda un juicio sumario; y es por eso que el apóstol contrasta esta actitud al observar que la conducta angelical, que maneja las cosas en un orden superior en fuerza y potencia (que los podría llevar a retar otras fuerzas análogas), omiten el pronunciar juicios de maldición; indicando esto que el lenguaje del maldiciente no expresa una opinión inconsciente e irreflexiva; sino que señala un juicio y emana una sentencia que asume un valor absoluto, sesudamente pensado y sabiamente meditado, que demanda una ejecutoria legal, y evidencia su menosprecio para con aquel que se juzga. ¡Así de grave es la cosa! Y todo esto lo hacen en la misma presencia del Padre como algo definitivo y final. El lenguaje posee un valor que Dios asume como algo que, siendo emitido; o vindica la naturaleza divina, o la afrenta; no pudiendo ser soslayado como algo sin valor. Cuidado con lo que sale de nuestros labios, porque brota del corazón, evidenciando las inclinaciones de nuestro interno fuero.

*** (2P.2:12-13) Aquí Pedro, apuntando a estos personajillos insolentes, aduce que ellos hablan mal de cosas que no entienden (¡esto sí que es fatal!), actúan como animales irracionales, siguiendo la ruta de los instintos, que nacen para ser presa de su pensar pueril e inconsciente, siendo entrampados por su misma naturaleza inconsecuente, son ultimados con facilidad por los "cazadores de almas", pereciendo en su propia perdición, al correr desbocados hacia el precipicio. Y así como la justicia se ve premiada por el Dios justo; la injusticia recibe sus galardones entre los engañados, quienes ven la injusticia como una gloria culminada que se salió con la suya, y se despachan a placer con toda clase de excesos, celebrando su maldad como si fuera un éxito que debe despertar el loor para con ellos; y como toda festividad gentil, lo hacen a diario y por mucho tiempo, hasta que su propia cuerda los ahorca en el paroxismo de su embriaguez. Pedro los identifica como inmundicias y manchas; y no se refiere a sus hechos solamente; sino a ellos como a sujetos o gente tóxica, quienes cuando tienen comunión contigo te contaminan con sus palabras y hechos; y hasta se huelgan en sus perversidades y sus vicios como si fuéramos semejantes a ellos, agraviando nuestros corazones, mentes y relaciones como sus prójimos o compañeros de maldades ¡Dios Santo! Esta gente no tiene temor de revelar su triste condición y su maldad; y nosotros vemos cómo nuestro espíritu se rasga las vestiduras al percibir aquella fetidez de tumbas abiertas que tienen en lugar de corazón.

*** (2P.2:14) Aquí el apóstol nos sigue describiendo a esta gente tóxica, quienes tienen sus ojos llenos de lascivia, mostrando su naturaleza sucia y lujuriosa en su forma de mirar, no sintiéndose jamás saciados, ansiando pecar sin pausa alguna. Otra de sus características es su naturaleza seductora para con las almas inconstantes (de las que hay muchas en las iglesias de hoy), cuya discontinuidad en los cultos es altamente notoria, y cuya naturaleza carnal y niña en lo concerniente a la justicia, los hacen victinas fáciles, y gente manipulable a la sazón de quien los persuade falsamente. Su naturaleza es proclive a la codicia, ansiando todo para sí, devorando lo que encuentra en todos los sentidos, envidiando y criticando a los demás. Así, al sentirse vacío de realización, buscará nuevas cosas que poseer, nuevas honras que abatir, nuevos corazones que contaminar; nuevas purezas que embarrar. Al decir que son hijos de maldición, fija su posición en el contexto de lo perverso, revelando lo que llevan dentro como su peculiar consigna (Jn.8:44).

*** (2P.2:15-16) ¿Qué pasó con esta gente? ¿Cómo se colaron en medio nuestro? ¿Cuándo su intrusa presencia comenzó a tiznar el albo mantel de nuestra comunión? Muchas preguntas más nos hacemos, a lo que Pedro responde: "Han dejado el camino recto"; vale decir, son gente de nuestro entorno que colapsó en cuanto a la fe, abandonando la rectitud de carácter y conducta que son propias del pueblo santo; y si hay algo que el enemigo muestra siempre son aquellos caminos alternos, o desvíos doctrinales y conductuales que te permitan un religioso andar, pero no un crecimiento espiritual que te otorgue una plena identificación con el Señor. ¡Y a muchos les gusta la religión más que una genuina relación que los lleve a la divina reaización! Entre éstos surgen nuevos paradigmas, entre los cuales surge "la profecía rentada", pagando por lo que quieres oír y prefieres guardar (como Acab y sus cuatrocientos profetas de Baal). Un profeta-adivino, Balaam, cedió a las ofertas que le hizo Balac para maldecir a Israel, y hoy muchas congregaciones alquilan ministros, cantantes y conjuntos, para ser deleitados con sus cantos, composiciones y danzas representativas, y con las palabras que quieren escuchar en un deleite que les haga sentirse singulares, o con la esperanza de verse imitados por otros en una sutil manipulación de secretos orgullos y dichosas famas. ¿Por qué Yahweh eligió una mula para hablar con Balaam? Por la afinidad en la obcecación (pocas cosas son más tercas que una mula), y aunque esto no extrañara al susodicho, viviendo como vivía entre cosas sobrenaturales y astrales, quiso Dios comunicarse con él de este modo peculiar. Pero aquella voz de hombre, razonando con él, lo devolvió de su loca perturbación, y lo sometió nuevamente a la dirección divina. ¿Habrán creyentes hoy que necesiten que una mula les hable?

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  21/06/2016

1 comentario:

  1. EL APÓSTOL NOS MUESTRA LA CONDUCTA DE LOS PREVARICADORES, SU IRRESPETO POR LAS AUTORIDADES SUPERIORES, Y SU PERSISTENCIA EN HACER LO MALO PARA CORROMPER LOS ÁNIMOS DE LOS SANTOS, Y LLEVAR EN POS DE SÍ A LOS INCONSTANTES. ASIMISMO SE NOS REVELA LA NATURALEZA DEL FALSO PROFETISMO, Y SU AMBICIÓN POR LAS PREBENDAS.

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