viernes, 17 de junio de 2016

UN GENUINO MAESTRO DE LA PALABRA, Y UN APÓSTOL DEL SEÑOR DE TAN SINGULARES CARACTERISTICAS, NOS MUESTRA LA NECESIDAD DE CONOCER A FONDO LOS PRINCIPIOS ESPIRITUALES QUE NORMAN NUESTRA EXISTENCIALIDAD, NUESTRA VIDA ESPIRITUAL, Y NUESTRA EFICACIA COMO SIERVOS DE DIOS. SI BIEN TODAS LAS COSAS NOS HAN SIDO DADAS POR SU DIVINO PODER, HAN DE SER INTERIORIZADAS Y METABOLIZADAS PARA QUE CONFORMEN EN NOSOTROS UNA IDENTIDAD QUE GLORIFIQUE A DIOS EN TODAS LAS ÁREAS.

LIMA - PERÚ  VIERNES 17 DE JUNIO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA SEGUNDA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PEDRO

Segunda de Pedro 1:8-15.

"Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente. Pues tengo por justo, en tanto que estoy en este cuerpo, el despertaros con amonestación; sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado. También yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas".

*** (2P.1:8) La progresión espiritual; comprendiendo nuestro tripartito ser bajo la cobertura y dirección del Espíritu Santo; debe llegar a su cenit, aclarando el apóstol en este verso que toda la realidad que ellos componen afectará nuestro modo de vivir, multiplicándose a su sazón, e impulsándonos a tener un conocimiento vivo y vital de nuestro Señor Jesucristo, mediante el espíritu de revelación que nos imparte sabiduría y entendimiento; captando no solamente las obras, sino también los caminos del Señor; vale decir, no sólo lo que hace, sino el por qué lo hace, tornándonos cada día más aptos para el servicio útil (Sal.32:8; 103:7). En la medida que crezca nuestro entendimiento (captación mental anímica) acerca del Señor y su naturaleza operativa actuando en y con nosotros, mayor será nuestra fijación como hijos de Dios en su plan y propósito.

*** (2P.1:9) Pedro señala aquí su preocupación para con aquellos que no tienen este espíritu de compromiso, habiendo cambiado de una religión simbólica, a una imaginaria, que se puede distorsionar en miles de conceptos, y en nada estable. Fijar una posición en Cristo es básico para servirle en plena convicción y en absoluta disposición, para cubrir su programa en nuestra generación. Por eso el apóstol nos testifica de la atroz miopía que observa en algunos creyentes que no llegaran a ser discípulos; revelándolos como ciegos al no entender que ellos fueron purificados (limpiados al extremo) de su antigua naturaleza; manteniendo ésta mientras no se identifiquen con su panorama neocreacional, que va más allá de la "oración de entrega", y hace UNA DECISIÓN DE FE. La purificación de nuestros antiguos pecados es una cordial invitación a mantenernos en la santidad operativa, que agrada a Dios y nos constituirá en herederos (Sal.29:2; He.12:14).

*** (2P.1:10) La prioridad de afirmarnos en la fe da testimonio de que nuestra vocación señala la inspiración con la que Dios nos llamó, y nuestra entrega formal para desarrollar al máximo la misma; de ese modo se hará notoria nuestra elección, o el para qué fuimos escogidos, y nuestro deseo de maximizar nuestra utilidad dentro de ese contexto; la posibilidad de que estas personas caigan en algún desvío o transgresión es considerada como nula por el apóstol, pues estarían moviéndose en el centro de la voluntad divinal, territorio donde el diablo no suele aparecerse; y donde los hipócritas y flexibles prefieren no estar.

*** (2P.1:11) El ambiente regio se solaza con la gente de fe mencionada en el verso anterior, y procede a abrirles las puertas de par en par, porque vienen cargados de todas las cosas que hizo para la gloria de Dios. Cuando los curiosos observan que las puertas se abren para franquear el paso a uno de estos santos, se sienten admirados; pero no se despierta en ellos el menor ánimo por emularlos, prefiriendo la comodidad de la mediocridad, la de ser "un privilegiado espectador". Para el mediocre, la eternidad carece de importancia, escogiendo una existencia grata antes que el goce sempiterno de los que sí valoran el divino obrar y cubren el propósito.

*** (2P.1:12) Pedro reconoce la necesidad de insistir en la progresión espiritual, y aunque lo suyo parezca un discurso repetitivo y cansador para los oidores olvidadizos y no hacedores, resulta un motivo de gozo y gloria para los que andan sabiamente, y se disponen para seguir haciendo la voluntad de Dios aun en medio de las tribulaciones y las pruebas que les toque pasar. Una lección bien aprendida se tornará en un principio si nos movemos en ella habitualmente, y donde otros sientan temor, y huyan; los "valientes de David" se plantarán firmes para defender lo que les pertenece (2S.23:8-12).

*** (2P.1:13-14) La existencia terrenal del apóstol se estaba agotando, y él sentía la necesidad de despertar con amonestación al pueblo de Dios en un sentido genérico y general; dándole a los consejos divinos para el crecimiento espiritual, y su mantenimiento, una postrer lustrada que los hiciera brillar; y que sirviera como una antorcha que permanentemente ardiera en sus corazones, que brillara al sol, y fuera visible en la oscuridad más lóbrega. Cuando Dios te hace saber tu fecha de caducidad en la tercera dimensión, te hace notorio tu llamado a la cuarta, y te pone un sentido de urgencia para que ministres los aspectos más trascendentes en cuanto a la fe.

*** (2P.1:15) Es mencionado aquí el hecho de que el apóstol quería dejar como un legado todo lo que Dios por su intermedio, y el del equipo apostólico, había compartido como fuentes doctrinales, asegurándose para que todo ello quedara afirmado en sus corazones y en su recuerdo; siendo compartida su sabiduría a otros con absoluta certeza y exactitud.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  17/06/2016

1 comentario:

  1. UNA DE LAS TAREAS MÁS INSIGNES Y MÁS DIFÍCILES, ES EL MANTENER AL PUEBLO DE DIOS EN UN ESTADO ÓPTIMO, CON UNA DOCTRINA PURA, UN ÁNIMO EXCELENTE PARA DESARROLLARSE ESPIRITUALMENTE, Y UN ANHELO POR HACER QUE LA VIDA ESPIRITUAL TRASCENDENTE SEA ALGO DE MÁXIMO INTERÉS PARA LA IGLESIA DE DIOS.

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