CUANDO LA JUSTICIA ES CONFRONTADA POR LOS PARECERES HUMANOS ACEPTADOS A ULTRANZA, SALDREMOS PERDIENDO. CUANDO LA GRACIA DE DIOS ES CONOCIDA, Y RECONOCIDA, PODEMOS VER CÓMO NUESTROS HERMANOS SON RECOBRADOS, RENOVADOS Y RECOMPENSADOS. ¡DIVINA GRACIA!

LIMA - PERÚ    LUNES 03 DE SETIEMBRE DEL 2018    MENSAJE # 2709

JOB 4:1-9.

"Entonces respondió Elifaz temanita, y dijo: Si probáremos a hablarte, te será molesto: pero ¿quién podrá detener las palabras? He aquí tú enseñabas a muchos, y fortalecías las manos débiles; al que tropezaba enderezaban tus palabras, y esforzabas las rodillas que decaían, Mas ahora que el mal ha venido sobre ti, te desalientas; y cuando ha llegado hasta ti, te turbas. ¿No es tu temor a Dios tu confianza? ¿No es te esperanza la integridad de tus caminos? Recapacita ahora, ¿qué inocente se ha perdido? ¿En dónde han sido destruidos los rectos? Como yo he visto a los que aran iniquidad y siembran injuria, la siegan. Perecen por el aliento de Dios, y por el soplo de su ira son consumidos".

=== El sufriente Job; después de haber sido víctima de la ira del enemigo contra lo que él era y representaba para Dios; estaba sentado sobre ceniza, lleno de llagas purulentas y malolientes, y con una sarna maligna que había cubierto su cuerpo íntegramente, rascándose con un tiesto, buscando atenuar en alguna medida el escozor que dominaba su deteriorada piel. Cuando ellos lo vieron en esa condición, no podían creerlo, siendo llevados al paroxismo ante semejante espectáculo, reñido contra cualquier forma de justicia que se pudiera imaginar al ser aplicada a un reo. Con las vestiduras rasgadas, y polvo esparcido sobre sus cabezas, se sentaron al lado de Job en aquel lugar ceniciento, lúgubre y desagradable. Una semana de silencio y de luto por el compañero de mejores tiempos, había de servir para cavilar sobre todo lo acontecido, hurgando en sus mentes y sus corazones por las palabras oportunas para consolar al desdichado, el cual había quedado en la total insolvencia; sin ganados, sin riquezas y sin hijos; y con una esposa que no tenía otro consejo que el maldecir a Dios, y morirse; al que no tardarían en unirse en coro los tres amigos que vinieran a consolarlo --una de las tareas más difíciles en un ambiente tan pesado y tenebroso, en el que la sensibilidad de cualquiera se hallara al final de su resistencia-- viendo la muerte como una dulce y oportuna consoladora a la que le diera bienvenida el ya deprimido varón de Uz, el que otrora fuera el más próspero de los orientales, y el favorito de Yahweh, por las referencias que de él diera a Satán, exacerbando el odio del tal contra aquel varón que interpretara a Dios con recto corazón. El diablo odia a los siervos de Dios que son bendecidos por su correspondiente fluir al propósito soberano del Padre eterno.

=== Las ciento sesenta y ocho horas de silencio sepulcral fueron rotas por aquel hombre de aspecto renegrido, piel purulenta y olor fétido, dejando salir su amargura, renegando de sí mismo y de su miserable situación existencial momentánea; sumamente extrañado del silencio de Dios y de su repulsiva condición, la  que no coincidiera con su rectitud ni rimara con su separación para la gloria del Padre, y para hacer e impartir justicia entre sus conciudadanos, sus siervos y sus clientes/ Todo aquello estaba sumido en el hondo pozo de la desesperación, y de un sentido de injusta tratativa de parte de la Deidad. ¡Y eso que Job era un sincero observador y propagador de la justicia retributiva de tonos irreversibles! La misma, había de serle aplicada por sus compañeros al referir sus discursos, compartiendo sobre ese tema en las perspectivas de todos los allí reunidos, obteniendo como resultado básico que Job había hecho tantas maldades, y tan terribles, que se merecía lo que estaba pasando ... ¡Caso cerrado! Y fue así que Zofar, sin duda el de más edad entre los tres amigos, buscó la forma de razonar con Job, para que él entendiera su situación, y llegara a comprender desde esa perspectiva sus propios errores, y entendiera el por qué de su condición tan terrible. Y haciendo historia del celebrado fluir jobiano en tiempos idos, Elifaz compendia en una síntesis impresionante la regular conducta de Job aplicando justicia, ministrando la equidad, y disolviendo conflictos de terceros al aplicar la justicia divina en su cabal interpretación. Y aquel gran superhéroe de carne y hueso, no sabía  o no quería interpretar su crisis situacional bajo la perspectiva de que había pecado en su vida, y que era por ello que estaba siendo castigado tan duramente por la Deidad.

=== Al querer dejar a Job sin recursos válidos para defenderse por su condición, Elifaz apeló al honor que Dios se merecía por su naturaleza justa e invariable. La posibilidad de un error divino era inadmisible. Y Job estaba poniendo a Dios en entredicho. Su inocencia, era un imposible jurídico. Así, pues, si él bloqueaba la divina acusación con una presumible inocencia, afrentaba a la Deidad (desde la perspectiva que él entendía, y su castigo sería mayor por esa blasfemia). Y la pregunta irrebatible era esta: ¿Qué inocente se ha perdido? ¿Dónde han sido destruidos los rectos? ¿Solamente aquí en Uz, y eres tú el primer caso? ¡Hazme el favor, Job! tanto tú como yo hemos visto a los inicuos y a los injuriadores (¡Y tú estás injuriando a Dios al asumirte inocente!); perecer por el aliento divino, y ser consumidos por el aliento de su ira. Para la irresistible 'fiscalización elifazina', el jurado debía proclamar la culpa de Job, y en un acto de increíble misericordia, invitarlo al inmediato y oportuno arrepentimiento, y esperar que el Dios vivo le muestre su gracia, para que pudiera obtener la posibilidad de redención ... ¡Mejor, imposible! El legalismo puro, te condenará. El legalismo cristiano, te mostrará su piedad, con consecuencias a futuro, y la pérdida de la salvación calvinista; Jesús, te mostrará su gracia, y el valor de su sangre derramada, y el poder de su nombre. ¡Elige con qué te quieres quedar!

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA     03/09/2018      MENSAJE # 2709.