LIMA - PERÚ DOMINGO 02 DE SETIEMBRE DEL 2018 MENSAJE # 2707
MATEO 4:1-11.
"Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador, y le dijo: Si seres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios; échate abajo porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían".
=== El bautismo de Jesús, allá en el Jordán, con Juan el Bautista, alcanza un significado peculiar, pues el Espíritu Santo vino sobre él en forma de paloma, y la voz del Padre rubricó el hecho de que Jesús era el Hijo de Dios, el Amado en el que él se agradaba. Y el Redentor, largamente esperado por Satán, aparecía en la historia cronológica humana, exigiendo una confrontación que tuviera para él todas las ventajas. Y el paraíso terrenal que albergara a Adán con todo a su favor, fue trocado por un sofocante y desolado desierto para que el Azazel que reinara en ese ambiente, llevara a Jesús hasta el extremo; probándolo en todas las instancias como ser humano, intentando seducirlo para que, obedeciendo a la voz del instinto, buscara satisfacer su necesidad inmediata, usando recursos vedados; pues Jesús estaba actuando como hombre ungido, y no como una Deidad (Hch.10:38); de modo que la confrontación estuviera contenida dentro del perímetro de lo permitido por el Padre, respetando las condiciones que Yahweh asumiera como válidas en toda su extensión. Y fue el Espíritu el que condujo a Jesús hasta el desierto, donde se desarrollaría este duelo, tomándose el enemigo todo el tiempo que quiso para coger al Señor al límite de su resistencia física, instándolo a que obedeciera la voz de la urgencia y de la necesidad apremiante, que lo llevarían a actuar como el Hijo de Dios, obedeciendo ajenas voces; sacándolo del plano de la esperanza al del instintivo, para conservar su existencia biológica, renunciando al divino sostén que le daría a tiempo lo que él necesitara para el cubrimiento de su propósito. El rugir del vientre, la sed que rogara por el liquido elemento, pugnaban por hacer salir la voz de auxilio, y no la del común acuerdo que brota del homologueo (el decir lo que dice Dios, no cediendo a los impulsos primarios, sino al plano objetivo que somete a la carne en pos del espiritual fluir).
=== Y la vida biológica se vio sometida a las realidades trascendentes que convalidan el divino proceder más allá de la duda razonable, y súbitamente las funciones orgánicas experimentaron una satisfacción venida de arriba para paliar la sed y el hambre, que se dividieran de los malignos intereses, subordinando lo natural al panorama sobrenatural producido por la boca de Dios (Is.55:10-11). Y sin pensarlo dos veces, el enemigo cambió el panorama, pasando de la dureza y aridez de los pedregales, a la belleza de la santa ciudad, llevando a Jesús al punto más alto del templo (cuando subes a esa altura, no puedes evitar sentir mareos, y temer una caída súbita que te lleva a aferrarte de donde puedas). Y cuando el diablo te lleva al plano subliminal, tu ego se desplaza a placer, y tu deseo de sobresalir, ser visto, alcanzar una gloria, aunque fuera temporal, te enfervoriza, llevándote a pensar que puedes tocar el cielo con las manos, y que puedes retar a Dios a tu gusto, moviéndote como un hijo consentido que quiere probar el afecto paternal al clímax. A ello, el diablo añade unos versos del Salmo 91:11-12, que te catapultan con el más grande impulso a exigir a Dios una fiel demostración de su amor por ti, y de su tierno cuidado para con aquel que es la niña de sus ojos. Y fue el veloz razonamiento de Jesús acerca del hombre bala del circo satánico, que le hizo reaccionar con esta premisa básica: No tentarás al Señor tu Dios. No amados, no se trata de un lenguaje positivo, o del mejor de nuestros deseos, si no de moverse de consuno con Dios, para interpretar sus órdenes y sus instrucciones a su sazón.
=== En esta ocasión, el diablo lleva a Jesús a un monte muy alto, desde donde podría ver todos los reinos del mundo, y la radiancia gloriosa de ellos, que lo llevaran a sublimar y ponderar ;las cosas que los esclavos de Satán habían producido (y aquí me refiero a la humanidad toda que está al servicio del maligno, y que trabajara estimulada por él para celebrar su arrogancia, y llenara su corazón perverso del gozo que produce la soberbia y el auto bombo). Todo lo que para el diablo supusiera ganancia, dicha maligna, gloria y esplendor, le fueron ofrecidas a Jesús a cambio de un momento de adoración, que hubiera dado a Satán una victoria total en contra del propósito divino en lo tocante a su gloria regia; no habiendo un plan "B" que pudiera subsanar una traición de esas dimensiones, la cual pudiera ser referida así: "Este es el heredero; venid, matémosle, y la heredad será nuestra" (Mt.21:38; Mr.12:7; Lc.20:14). La respuesta de Jesús es determinante y final: "Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás". Y se aparecieron los ángeles con el menú, para ministrar y servir al Señor. ¿Y el diablo? Se fue, huyendo graciosamente por el lado izquierdo, llevándose cada una de sus estratagemas, sintiéndose inerme ante aquel ejército de un solo hombre, que hiciera polvo todo su arsenal.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 02/09/2018 MENSAJE # 2707
"Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador, y le dijo: Si seres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios; échate abajo porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían".
=== El bautismo de Jesús, allá en el Jordán, con Juan el Bautista, alcanza un significado peculiar, pues el Espíritu Santo vino sobre él en forma de paloma, y la voz del Padre rubricó el hecho de que Jesús era el Hijo de Dios, el Amado en el que él se agradaba. Y el Redentor, largamente esperado por Satán, aparecía en la historia cronológica humana, exigiendo una confrontación que tuviera para él todas las ventajas. Y el paraíso terrenal que albergara a Adán con todo a su favor, fue trocado por un sofocante y desolado desierto para que el Azazel que reinara en ese ambiente, llevara a Jesús hasta el extremo; probándolo en todas las instancias como ser humano, intentando seducirlo para que, obedeciendo a la voz del instinto, buscara satisfacer su necesidad inmediata, usando recursos vedados; pues Jesús estaba actuando como hombre ungido, y no como una Deidad (Hch.10:38); de modo que la confrontación estuviera contenida dentro del perímetro de lo permitido por el Padre, respetando las condiciones que Yahweh asumiera como válidas en toda su extensión. Y fue el Espíritu el que condujo a Jesús hasta el desierto, donde se desarrollaría este duelo, tomándose el enemigo todo el tiempo que quiso para coger al Señor al límite de su resistencia física, instándolo a que obedeciera la voz de la urgencia y de la necesidad apremiante, que lo llevarían a actuar como el Hijo de Dios, obedeciendo ajenas voces; sacándolo del plano de la esperanza al del instintivo, para conservar su existencia biológica, renunciando al divino sostén que le daría a tiempo lo que él necesitara para el cubrimiento de su propósito. El rugir del vientre, la sed que rogara por el liquido elemento, pugnaban por hacer salir la voz de auxilio, y no la del común acuerdo que brota del homologueo (el decir lo que dice Dios, no cediendo a los impulsos primarios, sino al plano objetivo que somete a la carne en pos del espiritual fluir).
=== Y la vida biológica se vio sometida a las realidades trascendentes que convalidan el divino proceder más allá de la duda razonable, y súbitamente las funciones orgánicas experimentaron una satisfacción venida de arriba para paliar la sed y el hambre, que se dividieran de los malignos intereses, subordinando lo natural al panorama sobrenatural producido por la boca de Dios (Is.55:10-11). Y sin pensarlo dos veces, el enemigo cambió el panorama, pasando de la dureza y aridez de los pedregales, a la belleza de la santa ciudad, llevando a Jesús al punto más alto del templo (cuando subes a esa altura, no puedes evitar sentir mareos, y temer una caída súbita que te lleva a aferrarte de donde puedas). Y cuando el diablo te lleva al plano subliminal, tu ego se desplaza a placer, y tu deseo de sobresalir, ser visto, alcanzar una gloria, aunque fuera temporal, te enfervoriza, llevándote a pensar que puedes tocar el cielo con las manos, y que puedes retar a Dios a tu gusto, moviéndote como un hijo consentido que quiere probar el afecto paternal al clímax. A ello, el diablo añade unos versos del Salmo 91:11-12, que te catapultan con el más grande impulso a exigir a Dios una fiel demostración de su amor por ti, y de su tierno cuidado para con aquel que es la niña de sus ojos. Y fue el veloz razonamiento de Jesús acerca del hombre bala del circo satánico, que le hizo reaccionar con esta premisa básica: No tentarás al Señor tu Dios. No amados, no se trata de un lenguaje positivo, o del mejor de nuestros deseos, si no de moverse de consuno con Dios, para interpretar sus órdenes y sus instrucciones a su sazón.
=== En esta ocasión, el diablo lleva a Jesús a un monte muy alto, desde donde podría ver todos los reinos del mundo, y la radiancia gloriosa de ellos, que lo llevaran a sublimar y ponderar ;las cosas que los esclavos de Satán habían producido (y aquí me refiero a la humanidad toda que está al servicio del maligno, y que trabajara estimulada por él para celebrar su arrogancia, y llenara su corazón perverso del gozo que produce la soberbia y el auto bombo). Todo lo que para el diablo supusiera ganancia, dicha maligna, gloria y esplendor, le fueron ofrecidas a Jesús a cambio de un momento de adoración, que hubiera dado a Satán una victoria total en contra del propósito divino en lo tocante a su gloria regia; no habiendo un plan "B" que pudiera subsanar una traición de esas dimensiones, la cual pudiera ser referida así: "Este es el heredero; venid, matémosle, y la heredad será nuestra" (Mt.21:38; Mr.12:7; Lc.20:14). La respuesta de Jesús es determinante y final: "Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás". Y se aparecieron los ángeles con el menú, para ministrar y servir al Señor. ¿Y el diablo? Se fue, huyendo graciosamente por el lado izquierdo, llevándose cada una de sus estratagemas, sintiéndose inerme ante aquel ejército de un solo hombre, que hiciera polvo todo su arsenal.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 02/09/2018 MENSAJE # 2707
MATEO NOS DA UNA RESEÑA MUY BIEN ENSAMBLADA DE TODAS LAS TENTACIONES QUE SUFRIERA JESÚS POR PARTE DEL ENEMIGO, Y CÓMO SALIERA AIROSO Y TRIUNFARA SOBRE CADA UNA DE ELLAS, AVASALLANDO EL PODER DEL DIABLO CON CADA RESPUESTA ESCRITURAL.
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