LIMA - PERÚ JUEVES 13 DE SETIEMBRE DEL 2018 MENSAJE # 2729
ISAÍAS 44:21-23.
"Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, e Israel, porque mi siervo eres. Yo te formé, siervo mío eres tú; Israel, no lo olvides. Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí. Cantad loores, oh cielos, porque Yahweh lo hizo; gritad con júbilo, profundidades de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosque, y todo árbol que en él está; porque Yahweh redimió a Jacob, y en Israel será glorificado".
=== Desde Isaías 44:9 en adelante, el Señor describe las idolatrías de su pueblo, y la necedad de confiar en la obra de sus manos, ubicando cada uno a sus fetiches en un altar para venerar un trozo de metal, de piedra o de madera, a las que sus retorcidas mentalidades le atribuyen cualidades y poderes que no tienen, ni tendrán. La destreza del orfebre, la del carpintero, la del herrero, y la de otros personajes que se dedican a fabricar estas cosas es ridiculizada por el Padre hasta el extremo, habiendo de ser cosas que habrían de desechar por completo. Y no es si no hasta que admitan que lo que tienen entre sus manos ofende la divina majestad, que sus entendimientos embotados adquirirán luz suficiente para entender su plano relacional con el único Dios (esto es de vital importancia para que el vínculo célico-pedestre subsista como una realidad tripartita, uniéndonos con la Deidad en espíritu y verdad. La idolatría es considerada por Dios un pecado directo contra su gloria y majestad, su autoridad y su poder, su naturaleza y vigencia trascendente; de allí que sea exigido por Yahweh la total desaparición de cualquier imagen o representación de los dioses paganos, cualquiera que sea su forma; hasta que entre Dios y sus elegidos no haya nada que impida su relación. Recordemos cómo Israel ordenó a sus hijos ue se deshicieran de sus íconos, sus terafines y sus ídolos; y a lo largo de toda la historia de la nación hebraica, los siervos de Dios, los reyes y los profetas, hubieron de conminar a los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob, a que abandonen tales prácticas, y ue dediquen sus corazones al Dios vivo. Todo lo que se opone a una limpia adoración al Padre es catalogado como idolatría, y Dios no la disculpa; sino que la condena y abomina.
=== Cuando el Señor concluye con ello, le recuerda a la nación israelita su representatividad, y su vinculación con él, la cual no puede ser soslayada, aduciendo que la característica básica se da por el servicio que se le presta a la Deidad a la que se adora. Más allá de los simbolos, o de las cosas que identifican tu veneración, adoración y servicio o rituales litúrgicos, está tu linea conductual, marcando la misma la diferencia entre la nación elegida, y las naciones paganas. Al referir el Padre que él había formado a Israel, no abusaba ese término para nada; pues desde la perspectiva natural, ellos no debían existir, habiendo sido Sara estéril, también Rebeca y Raquel; habiendo traído esta estirpe hebrea por la vía sobrenatural; del mismno modo que la iglesia ha sido forjada, siendo todos hijos de la promesa como descendencia sobrenatural, algo que Yahweh solicita que no olvidemos (Ro.3:28-29). Luego, Dios toca lo inherente a la redención y la forma como ésta fue efectuada por su gracia, desvaneciendo todo pecado e iniquidad de la nación por medio de ella; instándolos a volver a su Redentor, para una perfecta convalidación de la unidad célico-pedestre como una realidad neocreacional que no debe ser ignorada, porque de ella depende nuestra integración y fusión con la Deidad en cuanto al reino de Dios.
=== Y a contnuación, el Padre le da rienda suelta a su gozo, ordenando a todo lo que le rodea llenarse de júbilo, invitándoles a participar de la dicha que lo embarga, en una explosión de gozo y alegría que muestre a toda la creación cómo se deleita el Padre con sus hijos en el tiempo de su restitución a la comunión, haciendo una exhibición nada tímida de su felicidad por la unidad, y por el disfrute compartido con todos los que ama. Y el que tiene plena autoridad sobre todo lo creado declara en ese gozo efervescente que los escogidos se deleitarán en la gloria con él, encerrando así el presente y el futuro en esta fiesta trascendente ¡Aleluya!
"Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, e Israel, porque mi siervo eres. Yo te formé, siervo mío eres tú; Israel, no lo olvides. Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí. Cantad loores, oh cielos, porque Yahweh lo hizo; gritad con júbilo, profundidades de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosque, y todo árbol que en él está; porque Yahweh redimió a Jacob, y en Israel será glorificado".
=== Desde Isaías 44:9 en adelante, el Señor describe las idolatrías de su pueblo, y la necedad de confiar en la obra de sus manos, ubicando cada uno a sus fetiches en un altar para venerar un trozo de metal, de piedra o de madera, a las que sus retorcidas mentalidades le atribuyen cualidades y poderes que no tienen, ni tendrán. La destreza del orfebre, la del carpintero, la del herrero, y la de otros personajes que se dedican a fabricar estas cosas es ridiculizada por el Padre hasta el extremo, habiendo de ser cosas que habrían de desechar por completo. Y no es si no hasta que admitan que lo que tienen entre sus manos ofende la divina majestad, que sus entendimientos embotados adquirirán luz suficiente para entender su plano relacional con el único Dios (esto es de vital importancia para que el vínculo célico-pedestre subsista como una realidad tripartita, uniéndonos con la Deidad en espíritu y verdad. La idolatría es considerada por Dios un pecado directo contra su gloria y majestad, su autoridad y su poder, su naturaleza y vigencia trascendente; de allí que sea exigido por Yahweh la total desaparición de cualquier imagen o representación de los dioses paganos, cualquiera que sea su forma; hasta que entre Dios y sus elegidos no haya nada que impida su relación. Recordemos cómo Israel ordenó a sus hijos ue se deshicieran de sus íconos, sus terafines y sus ídolos; y a lo largo de toda la historia de la nación hebraica, los siervos de Dios, los reyes y los profetas, hubieron de conminar a los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob, a que abandonen tales prácticas, y ue dediquen sus corazones al Dios vivo. Todo lo que se opone a una limpia adoración al Padre es catalogado como idolatría, y Dios no la disculpa; sino que la condena y abomina.
=== Cuando el Señor concluye con ello, le recuerda a la nación israelita su representatividad, y su vinculación con él, la cual no puede ser soslayada, aduciendo que la característica básica se da por el servicio que se le presta a la Deidad a la que se adora. Más allá de los simbolos, o de las cosas que identifican tu veneración, adoración y servicio o rituales litúrgicos, está tu linea conductual, marcando la misma la diferencia entre la nación elegida, y las naciones paganas. Al referir el Padre que él había formado a Israel, no abusaba ese término para nada; pues desde la perspectiva natural, ellos no debían existir, habiendo sido Sara estéril, también Rebeca y Raquel; habiendo traído esta estirpe hebrea por la vía sobrenatural; del mismno modo que la iglesia ha sido forjada, siendo todos hijos de la promesa como descendencia sobrenatural, algo que Yahweh solicita que no olvidemos (Ro.3:28-29). Luego, Dios toca lo inherente a la redención y la forma como ésta fue efectuada por su gracia, desvaneciendo todo pecado e iniquidad de la nación por medio de ella; instándolos a volver a su Redentor, para una perfecta convalidación de la unidad célico-pedestre como una realidad neocreacional que no debe ser ignorada, porque de ella depende nuestra integración y fusión con la Deidad en cuanto al reino de Dios.
=== Y a contnuación, el Padre le da rienda suelta a su gozo, ordenando a todo lo que le rodea llenarse de júbilo, invitándoles a participar de la dicha que lo embarga, en una explosión de gozo y alegría que muestre a toda la creación cómo se deleita el Padre con sus hijos en el tiempo de su restitución a la comunión, haciendo una exhibición nada tímida de su felicidad por la unidad, y por el disfrute compartido con todos los que ama. Y el que tiene plena autoridad sobre todo lo creado declara en ese gozo efervescente que los escogidos se deleitarán en la gloria con él, encerrando así el presente y el futuro en esta fiesta trascendente ¡Aleluya!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 13/09/2018 MENSAJE # 2729.
EL PADRE ESTÁ MUY ATENTO A NUESTRA REACCIÓN EN TODO LO INHERENTE AL PLANO REDENTOR Y SANTIFICANTE; NO DEJANDO NADA AL AZAR; RECTIFICANDO LO QUE DEBE SER SUPERADO, Y PROMOVIENDO LO QUE DEBE SER EJECUTADO A SU SAZÓN.
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