lunes, 17 de septiembre de 2018

JEREMÍAS NOS DESCRIBE LA TRAGEDIA DEL PUEBLO JUDÍO, Y COMPARA A LA NACIÓN COMO A UNA VIUDA QUE LANMENTA SU CONDICIÓN TARDÍAMENTE. LA FIDELIDAD DIVINA LO LLEVA A ACTUAR EN CONSECUENCIA, Y ES MENESTER RECONOCER QUE TODO CASTIGO TIENE UNA RAZÓN DE SER, NO HABIENDO MALDAD EN DIOS; SINO ABUSO EN LA NACIÓN ISRAELITA PROVOCANDO SU IRA. NO NOS MANTENGAMOS EN ESA ACTITUD.

LIMA - PERÚ   LUNES 17 DE SETIEMBRE DEL 2018   MENSAJE # 2737

LAMENTACIONES 1:1-2.

"¡Cómo ha quedado sola la ciudad populosa! La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda, la señora de provincias ha sido hecha tributaria. Amargamente llora en la noche, y sus lágrimas están en sus mejillas. No tiene quien la consuele de todos sus amantes; todos sus amigos le faltaron, se le volvieron enemigos".  

=== El mismo profeta que estuvo anunciándoles la imperiosa necesidad de arrepentirse, de no continuar  en aquella carrera desbocada hacia el castigo postrero de una nación impenitente que ignora su elección, llamamiento y vocación; y que viéndose bendecida y sustentada al máximo, pensó que ya no necesitaba a Dios ni de Dios ... ¿A quién se parecerá? Y viéndose servida, vestida y adornada; aunque todo era 'prestadito nomás, según Ez.16:10-16, 14-15e.; se lanzó como una espontánea hetaira dispuesta a todo en el descarado circo lujurioso donde todos pueden disfrutar de lo que la dromedaria ligera que tuerce su camino exhibe; y  ni siquiera cobraba, sino que ella pagaba a sus amantes del momento, pretendiendo perpetuarse en el tiempo como alguien que no pasaría de moda. Así, pues, hastiado de las prostituciones y de sus descarados procederes, el Señor hizo juicio sobre la desvergonzada y adúltera nación judaica, revelándole dolorosamente que todo lo que Dios no hace prosperar en su amor y misericordia, es de corta duración. Recordemos al hijo derrochador, que después que gastó toda su herencia en vivir pérfidamente, comenzó a faltarle; y sus antiguos amigos de fiestas y francachelas, viendo que el chancho no daba manteca, y que la vaca no daba leche; lo abandonaron sin más; y el que antes fuera un rico heredero, se dedicó a criar cerdos (último escalón en la degradación judaica que le sirviera a Jesús como exacta ilustración de la suerte de todo menospreciador). Y es esta la condición en la que Judá se halla. Fue así que la populosa ciudad, parecía ahora ante los ojos del profeta como un pueblo fantasma, una urbe abandonada que motivara al desprecio a quien la viera, y procurara alejarse para que ese mal o esa suerte no lo alcanzara.

=== Al comparar su condición con la de una viuda, Jeremías nos comunica su soledad, su vacío, su orfandad, su pobreza y su desgracia. Y al recordarla en su antigua condición, el profeta se compungía y lloraba sin parar. La ciudad, por sí misma, como edificios bien construidos, y por su naturaleza compacta, forjaba una imagen de sí, para su época, de una belleza sin igual. Pero cuando observamos a quienes en ella moran, lo que son, lo que hacen, lo que postulan, etc.; hacen que ella pierda su brillo, y adquiera una fama nada honorable; como los barrios bajos de una ciudad cualquiera, que no solamente es calificada por su lúgubre, pobre o desastroso aspecto; sino por aquellos que hicieran de aquella ciudad lo que era y representaba, pasando de un nivel histórico y glorioso, al de un penoso espectáculo que la desdibujara y caricaturizara al extremo que nadie quiere pasar por allí. Así, pues, aquella orgullosa Vasti que desobedeciera a su rey y señor, pasó de ser la primera dama de su pueblo, a constituirse en una belleza callejera a la que nadie se acerca, aunque el precio de sus caricias estén en ganga. Su nocturno llanto no causa lástima a quienes la miran, antes la arrugan y envejecen, haciendo sus líneas de expresión mucho más notorias, perdiendo su atractivo en breve tiempo, convirtiéndose en una ciudadana de quinta categoría, que es sujeta de desprecio.

=== Cuando ella busca consolación, no la halla. ¿Por qué? Porque nadie la amó realmente, y solamente la usaron para disfrutar lo que ella ofrecía; como lo hacen los hombres mundanos y profanos con los dones y caricias que las rameras o las adúlteras les prestan; las primeras, para ganarse su menú o su pan de cada día; las segundas, para contaminar y desacreditar el honor del hombre que vale: "No abrigues en tu corazón deseos por su belleza,  ni te dejes cautivar por sus ojos, pues la ramera va  tras un pedazo de pan, pero la adúltera va tras el hombre que vale" (Pr.6:25-26 NVI). Las comparaciones que usa Jeremías (figuras de lenguaje), nos permiten ver cómo es que Dios juzga los procederes de quienes tuvieron comunión y relación con él, mostrando, de paso, la naturaleza de su relación con otras naciones, y con aquellos que desataron su lujuria llevándola a extremos que Dios no puede menos que detestar. A todo esto, es necesario que recordemos que la dispersión era el último de los castigos para la rebelión o el andar en oposición, y la nación judía (tanto Israel como Judá, debido a su idolatría persistente) pasaron por la misma suerte con una diferencia de ciento treinta y cuatro años (721 Israel; 579 Judá). Y los que un tiempo fueran muy allegados a ella, la despreciaron al ver su caída, y se hicieron enemigos de la nación judía, disfrutando enormemente de verla humillada hasta el colmo. La naturaleza pecaminosa repetitiva, y la dicha aparente que ella diera, son un engaño para el alma del prevaricador. Los que se mantienen fieles en medio de todo ello, evidencian su fe como una realidad trascendente; y no como una ilusión religiosa.


EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA    17/09/2018     MENSAJE # 2737.

1 comentario:

  1. EL LLANTO Y EL DOLOR DE LA NACIÓN JUDÍA ERA POR VERSE CASTIGADA Y DESTRUIDA. Y EN SU DESOLACIÓN, RECIÉN COMENZABA A MEDITAR EN LAS CONSECUENCIAS DE SU PROPIA MALDAD, HABIENDO PASADO POR LAS MÁS HORRIBLES EXPERIENCIAS, LAS MISMAS QUE DEBEN SER PARA NOSOTROS UNA OPORTUNA ADMONICIÓN PARA NO CAER EN LA MISMA TRAMPA.

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