CUANDO SOMOS CAPACES DE SUMERGIRNOS EN EL SEÑOR, Y NOS APAREJAMOS CON SU MODO DE PENSAR Y OPERAR, NOS OLVIDAMOS DE NOSOTROS MISMOS, Y NUESTRA MENTE Y CORAZÓN SE EXPANDEN, RECOGIENDO DE NUESTRO ENTORNO LAS COSAS PRECIOSAS QUE DIOS NOS CONCEDIERA PARA NESTRA PAZ MÁS ALLÁ DE HUMANOS ENTENDIMIENTOS.

LIMA - PERÚ    SÁBADO 22 DE SETIEMBRE DEL 2018    MENSAJE # 2747

FILIPENSES 2:1-8.

"Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia. completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por  vanagloria, antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz".

=== Después de haber observado los acontecimientos muy detenidamente -y la prisión te enseña la paciencia, y a tomar las cosas con mucha calma, dándole tiempo al tiempo, y buscando hallar el gusto a cada situación, mirándola desde direcciones distintas, y buscando analizar todas sus aristas con sabios enfoques- el apóstol Pablo, en aquella prisión romana, nos señala pautas tan específicas, que nos resulta difícil entenderlo en la profundidad de sus apreciaciones, y será por ello que llamará nuestra atención para que muy sosegadamente, busquemos el consuelo que podemos hallar en las crisis situacionales en las que nos vemos envueltos. Y será después de analizarlo todo, que él se gozará al saber que el evangelio esta siendo predicado, por envidia, por contienda, por mala voluntad y por buena voluntad; y por el motivo que fuera, la gracia de Dios estaba siendo proclamada, y eso era para él un motivo de gozo. Dado que la cárcel era el preludio de la muerte de los prisioneros, usualmente, Pablo preparó su corazón, su pensar y su hablar para quitarle al enemigo sus recursos sobre él en cuanto a su modo de pensar, su fe y su esperanza; pues el enemigo siempre buscará llevarte al clímax, enfocándote perversamente en la negritud del sufrimiento, de la tortura moral y mental, de la proximidad de la muerte, y de la debacle total, hundiéndote en la desesperanza, poniendo en tu pluma, otrora inspiradora y consoladora, un tono de amargura y desazón, y aquellos heraldos negros que actúan como sádicos anunciadores llegarán a prevalecer sobre tu lenguaje, lanzando su réquiem lastimero al viento, envenenando tu ambiente y contaminando tu atmósfera, para obligarte a transmitir tu anticipada pena, tu desdicha y tu derrota, trayendo a ti las abyectas palabras de la mujer de Job: "Maldice a Dios, y muérete". ¿Saldrá algo así del corazón del apóstol?

=== Pablo comienza a buscar entre sus tesoros acumulados, alguna consolación en Cristo, y se inicia la batalla espiritual básica donde los recursos que Dios nos diera, afloran para contestar al enemigo, respondiéndole con lo que el Señor ha escrito en nuestros corazones, trayendo la tibia calidez de las consolaciones divinas en momentos trágicos, acariciando nuestras almas con su dulzura de nodriza, y aquella característica tan puntual que convierte nuestros lamentos en alabanzas; nuestra tristeza en cánticos de loor; nuestro pesar en risas y júbilo; y nuestras lágrimas en rocío del cielo que refrescan nuestras vidas, dándole a los colores nuevos matices, y cambiando en día soleado nuestra nocturnidad. Pero aquel baúl que contiene nuestros tesoros nos muestra más joyas de impresionante valor, apareciendo los consuelos de amor, de la gloria excelsa de nuestra fraternidad, con nuestros camaradas de milicia; y también hay algo mas aquí: alguna comunión del Espíritu, es decir del Paracleto que esta a nuestro lado para ayudarnos, elevando nuestro ánimo al tope; y ahora esta sensación: algún afecto entrañable, experimentando aquel sacudimiento inerior que nos trae la felicidad con nuestra familia en el Señor; y luego, pensamos en aquellos que podríamos ayudar ... Pablo, ¡estás saliéndote de la realidad! Por el contrario, amado hermano, estoy entrando en ella en un concepto mucho más amplio que el pensar en mi mismo, y es cuando me comparto con todas mis dotaciones que hallo deleite real, y te invito a experimentar lo mismo para que ambos completemos nuestro gozo, teniendo el mismo amor, siendo de un alma o de un mismo ánimo, sintiendo que  nuestros corazones arden al influjo de este bendito sentir.

=== Nuestros hechos u obras no deben estar sazonados, ni por la pimienta de la contienda, ni por el absurdo placebo que compone nuestra vanagloria, aprendiendo el placer plural que nos trae dicha y contentamiento general. El brindarnos en beneficio de los demás, tiene la humildad como su sentido claro proveniente de Dios, y es cuando miramos  a los demás como personas superiores a nosotros, que aparece en nosotros la vocación de servicio, y la genuina disposición que opera como Jesús lo hiciera, dispensándose totalmente en favor de los demás, revelando la naturaleza de su gracia. Y es cuando sentimos de Dios la llenura que, para evitar estallar, damos a otros de lo que él hace abundar en nosotros, y nos hacemos solidarios, y compartimos del modo más natural con los que nos rodean, haciéndole espacio a las bendiciones que vendrán, encontrando en nosotros aquel mismo sentir que hubo en Cristo Jesús, quien entendió que al despojarse de sí mismo, podría enriquecer a otros, haciéndolo así en un anonadamiento que difícilmente comprenderán los que están llenos de sí mismos. Y fue así que él llegó hasta la cruz, dispensándose abiertamente para darnos a nosotros de esa abundancia que  no conoce final.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA     22/09/2018    MENSAJE # 2747.