domingo, 16 de septiembre de 2018

EL SABIO MANEJO DE LA SITUACIÓN, POR EL APÓSTOL PABLO, NOS DEJA ASOMBRADOS, Y NOS INSTRUYE A NO HACER MENOS CON NUESTROS HERMANOS CAÍDOS O EN GRAVES CIRCUNSTANCIAS. TEMPLEMOS NUESTROS ESPÍRITUS Y NUESTROS CORAZONES AL RESPECTO, Y APRENDAMOS A HACER QUE LA MISERICORDIA TRIUNFE SOBRE EL JUICIO.

LIMA - PERÚ   DOMINGO 16 DE SETIEMBRE DEL 2018    MENSAJE # 2735

SEGUNDA DE CORINTIOS 2:5-11.

"Pero si alguno me ha causado tristeza, no me la ha causado a mí solo, sino en cierto modo (por no exagerar) a todos vosotros. Le basta a tal persona esta reprensión hecha por muchos. Así que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza Por lo cual yo ruego que confirméis el amor para con él. Porque también para esto os escribí, para tener la prueba de si vosotros sois obedientes en todo. Y si vosotros perdonáis, yo también; porque también lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo, para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros, pues no ignoramos sus maquinaciones".



=== La susceptibilidad, esto es, el ser muy quisquilloso; la persona que es demasiado delicada en el trato común, que fácilmente  se agravia o se ofende con pequeña causa o pretexto; y que pretende a través de ello, lucir como hiper sensible; o como decimos: "de todo se ofende, de todo se molesta; nada le huele, todo le apesta", suele hacer difícil el plano fraterno, y con no poca frecuencia se gana el rechazo de los demás; de algunos, por considerarla exagerada; y de otros, por temor de que cualquier expresión de ellos sea considerada como fuera de tono, y con el afán de ofenderla o contrariarla. Estos personajes, que son 'la niña del ojo de Dios' hacen muy difícil la comunión fraterna. Y como se ofenden muy fácilmene, suelen ser sumamente agresivos en sus actitudes y en su lenguaje, airándose súbitamente, causando un desdoro al panorama fraternal, y convirtiendo cosas nimias y triviales en un motivo de contienda y hasta de división. Es por eso que desde el capítulo anterior, Pablo, está haciendo gala de mucha indulgencia, y de una cultura sorprendentemente afable, sin ser indiferente o flemático (tardo o lento en su accionar para mantener las cosas en un clima de paz y comprensión con quienes lo provocan). Cuando nos movemos en el área ministerial, debemos usar mucho tacto, y tratar los asuntos con pinzas, de modo que podamos constituir un ambiente de paz, cordialidad y serenidad, buscando la conciliación, y no exacerbar los ánimos de los supuestos litigantes, así el que agravia, denigra, injuria o insulta, y de quien es el gratuito receptor de quien lo provoca a ira o a responder en el mismo talante; habiendo de sofocar el ánimo de ambos por el bienestar general; así de los prudentes que se inhiben voluntariamente; de los curiosos y beligerantes azuzadores, y de los indiferentes, que miran todo esto como una vulgaridad de pésimo gusto que jamás debía darse a nivel eclesial, etc.


=== Al inicio de este párrafo, el apóstol describe la situación hilando muy fino, promoviendo que los hermanos corintios se ubiquen en perspectiva, y que entiendan que él buscaba de la grey una reacción positiva; aislando la falta contra el ministro, haciendo notoria que esta existía, y que debía ser tratada del único modo que se debe tratar la maldad de un pecado abierto y profano que contamina la iglesia entera, y la hace cómplice de lo que acepta sin más trámite; como si ello fuera algo sin importancia; no entendiendo la gravedad de la ofensa a nivel divino, que en nada se asemeja a la perspectiva terrenal, que mirara esto como una nimiedad. Hay momentos en que la iglesia debe actuar con la indignación que el caso requiere, y hacer juicio y justicia para que se identifique con el Padre y con su siervo, y que el honor de la congregación sea vindicado, juzgando la maldad sin tapujos, condenándola; y también estando prestos para actuar como el Señor, invitando al arrepentimiento, y el apartamiento de la maldad, de modo que haya un margen para la reconciliación, pudiendo luego retornar a la comunión. Cuando hay este deseo de juzgar correctamente, y de separar a quien cometió el agravio, es para que el tal reconozca su pecado, y se lamente por ello; para que restituya al agraviado y le pida perdón por sus excesos, y para que, rompiendo ese yugo de maldad, tenga el tal el espacio necesario para ser devuelto a la comunión eclesial. algo que el sentir apostólico refrendará con un fraternal abrazo a la distancia.

=== Al instruir Pablo a la comunidad corintia sobre el perdón, y la restitución, toda la iglesia se vio consolada al contemplar la misericordia divina, sintiéndose profundamente tocados por la celeste benevolencia. El cuerpo no fue seccionado, no hubo lugar para guardar el rencor, ni se le dio al diablo una opción para injuriar al Señor y a sus hijos, acusándolos de una crueldad sin nombre; o si se hubiera otorgado la gracia; como una debilidad en el corazón de la Deidad; y si se hubiera sido indiferente, haciéndoles ver que el pecado no es tan malo; y así sucesivamente. Pero la forma majestuosa en la que Pablo los instruyera, dejó al diablo acusador sin opciones, y a la grey, disfrutando de la gracia divina, viendo al enemigo disfrazado de fiscal yéndose con su maletín lleno de acusaciones ¡Aleluya!

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA     16/09/2018    MENSAJE # 2735

1 comentario:

  1. AQUELLOS SIERVOS DE DIOS QUE HAN EXPERIMENTADO MOMENTOS TAN DIFÍCILES COMO ESTOS, PUEDEN VERSE CONSOLADOS GRANDEMENTE AL VER LA MANERA GLORIOSA EN QUE SE APLICA LA GRACIA SIN SALIR DE SU CORRECTA PERSPECTIVA ¡GLORIA A DIOS!

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