LIMA - PERÚ JUEVES 20 DE SETIEMBRE DEL 2018 MENSAJE # 2743
EFESIOS 1:3-7 (VERSIÓN REINA-VALERA CONTEMPORÁNEA)
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en Cristo nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales. En él Dios nos escogió antes de la fundación del mundo , para que en su presencia seamos santos e impolutos. Por amor nos predestinó para que por medio de Jesucristo fuéramos adoptados como hijos suyos, según el beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado. En él tenemos la redención por medio de su sangre, el perdón de los pecados según las riquezas de su gracia".
=== Pablo comienza a hacer aquí una descarga de todas las bendiciones que adornan a los creyentes en un contexto espiritual, aquello que nos abarca en un sentido peculiar y trascendente, y que nos hace conscientes de nuestro potencial tripartito, es decir, espiritual, anímico y físico. Y será a partir de esta realidad que podremos interactuar con él. La guianza partirá del espíritu humano, el que amalgamado con el Espíritu Santo será el iniciador de las acciones pertinentes; y luego el alma obrará de consuno con el primero, consintiendo en prestar las disposiciones del caso, para que la parte más externa de nosotros (lo que Nee llama el hombre de más afuera, para referirse al cuerpo), ponga en marcha el plano físico, y la entidad tripartita esté operando en su total capacidad, afectando el mundo material, permitiendo que lo que se hace en el cielo se haga también en la tierra (Mt.6:10). El panorama célico-pedestre nunca se separa, salvo que el individuo esté voluntariamente desconectado de su fuente, e intente ejecutar una labor para la cual no tiene competencia, al faltarle una de sus facultades básicas: el orden divino que fluye desde nosotros auspiciado por el espíritu humano siguiendo el precepto divino: "Mas la misericordia de Yahweh es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos; sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra. Yahweh estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre todos. Bendecid a Yahweh vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo a la voz de su precepto. Bendecid a Yahweh, vosotros todos sus ejércitos, ministros suyos, que hacéis su voluntad. Bendecid a Yahweh, vosotros todas sus obras, en todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mia, a Yahweh" (Sal.103:17-22).
=== El verso 3 nos pone en contacto con la celeste esfera, pronunciando palabras de bendición sobre la Deidad (donde todo tiene su inicio del orden sobrenatural), para luego señalar el milagro de la filiación a través de la figura Verbal antropomórfica, en la que todos habíamos de ser incluidos, para que la bendición espiritual y celestial, nos diera una característica que nos hiciera únicos entre sus seres creados, componiendo a través de su imagen y semejanza lo que sería nuestro destino. Al darnos su bendición, el Señor interponía esa palabra como el escudo ultra poderoso que haría que todo se cumpliera a pesar de la oposición, cual un campo de fuerza que nos ampararía siempre, evitando que cualquier cosa nos hiciera daño o nos impidiera llegar a nuestro destino glorioso. Y así, el apóstol sigue desarrollando los niveles de consciencia que un creyente obtendrá en el panorama relacional en la medida que eliga acercarse y fusionarse con su Señor. El verso 4, ya nos incluye en la individualidad del Señor, y nos revela el asunto de nuestra elección como una decisión soberana y anticipada de que llegaremos a ser lo que él ha destinado que seamos santos y sin mancha delante de él, o santos e impolutos como dice la versión Reina-Valera contemporánea. La santidad implica una pureza de dentro hacia afuera; y la calidad de impolutez, se refiere a la preservación de tal estado sin que haya ningún desmerecimiento, y esto a nivel generacional.
=== Las condiciones prefijadas, como producto del amor divino, nos predestinan en Cristo para que seamos adoptados como hijos de Dios, recibiendo su aprobación y su beneplácito conforme a su voluntad. El Señor ha diseñado las cosas para que alcancemos plenitud, de modo que al estar en el contexto de su Amado (es el misterio del cuerpo de Cristo), ejecutemos con exactitud el programa divinal para el que fuimos aparejados. Y aquí vienen las perlas:
(1) En el tenemos la redención (que es el pago por nuestro rescate para ser manumitidos al Padre).
(2) Por medio de su sangre (la cual fue derramada a nuestro favor para que obtengamos nuestra cabal liberación. Levítico 17:11).
(3) El perdón de los pecados (Esto nos ubica en el perímetro y contexto de la gracia, señalando un nuevo presente, con un glorioso futuro, y sin un pasado condenatorio).
(4) Según las riquezas de su gracia (Si bien esto llega hasta nosotros gratuitamente, el costo divino no puede ser fijado con cantidades de dimensiones naturales, excediendo largamente lo requerido por nuestros delitos, de modo que sobre para lo que vendrá. Filipenses 4:19)
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 20/09/2018 MENSAJE # 2743
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en Cristo nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales. En él Dios nos escogió antes de la fundación del mundo , para que en su presencia seamos santos e impolutos. Por amor nos predestinó para que por medio de Jesucristo fuéramos adoptados como hijos suyos, según el beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado. En él tenemos la redención por medio de su sangre, el perdón de los pecados según las riquezas de su gracia".
=== Pablo comienza a hacer aquí una descarga de todas las bendiciones que adornan a los creyentes en un contexto espiritual, aquello que nos abarca en un sentido peculiar y trascendente, y que nos hace conscientes de nuestro potencial tripartito, es decir, espiritual, anímico y físico. Y será a partir de esta realidad que podremos interactuar con él. La guianza partirá del espíritu humano, el que amalgamado con el Espíritu Santo será el iniciador de las acciones pertinentes; y luego el alma obrará de consuno con el primero, consintiendo en prestar las disposiciones del caso, para que la parte más externa de nosotros (lo que Nee llama el hombre de más afuera, para referirse al cuerpo), ponga en marcha el plano físico, y la entidad tripartita esté operando en su total capacidad, afectando el mundo material, permitiendo que lo que se hace en el cielo se haga también en la tierra (Mt.6:10). El panorama célico-pedestre nunca se separa, salvo que el individuo esté voluntariamente desconectado de su fuente, e intente ejecutar una labor para la cual no tiene competencia, al faltarle una de sus facultades básicas: el orden divino que fluye desde nosotros auspiciado por el espíritu humano siguiendo el precepto divino: "Mas la misericordia de Yahweh es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos; sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra. Yahweh estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre todos. Bendecid a Yahweh vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo a la voz de su precepto. Bendecid a Yahweh, vosotros todos sus ejércitos, ministros suyos, que hacéis su voluntad. Bendecid a Yahweh, vosotros todas sus obras, en todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mia, a Yahweh" (Sal.103:17-22).
=== El verso 3 nos pone en contacto con la celeste esfera, pronunciando palabras de bendición sobre la Deidad (donde todo tiene su inicio del orden sobrenatural), para luego señalar el milagro de la filiación a través de la figura Verbal antropomórfica, en la que todos habíamos de ser incluidos, para que la bendición espiritual y celestial, nos diera una característica que nos hiciera únicos entre sus seres creados, componiendo a través de su imagen y semejanza lo que sería nuestro destino. Al darnos su bendición, el Señor interponía esa palabra como el escudo ultra poderoso que haría que todo se cumpliera a pesar de la oposición, cual un campo de fuerza que nos ampararía siempre, evitando que cualquier cosa nos hiciera daño o nos impidiera llegar a nuestro destino glorioso. Y así, el apóstol sigue desarrollando los niveles de consciencia que un creyente obtendrá en el panorama relacional en la medida que eliga acercarse y fusionarse con su Señor. El verso 4, ya nos incluye en la individualidad del Señor, y nos revela el asunto de nuestra elección como una decisión soberana y anticipada de que llegaremos a ser lo que él ha destinado que seamos santos y sin mancha delante de él, o santos e impolutos como dice la versión Reina-Valera contemporánea. La santidad implica una pureza de dentro hacia afuera; y la calidad de impolutez, se refiere a la preservación de tal estado sin que haya ningún desmerecimiento, y esto a nivel generacional.
=== Las condiciones prefijadas, como producto del amor divino, nos predestinan en Cristo para que seamos adoptados como hijos de Dios, recibiendo su aprobación y su beneplácito conforme a su voluntad. El Señor ha diseñado las cosas para que alcancemos plenitud, de modo que al estar en el contexto de su Amado (es el misterio del cuerpo de Cristo), ejecutemos con exactitud el programa divinal para el que fuimos aparejados. Y aquí vienen las perlas:
(1) En el tenemos la redención (que es el pago por nuestro rescate para ser manumitidos al Padre).
(2) Por medio de su sangre (la cual fue derramada a nuestro favor para que obtengamos nuestra cabal liberación. Levítico 17:11).
(3) El perdón de los pecados (Esto nos ubica en el perímetro y contexto de la gracia, señalando un nuevo presente, con un glorioso futuro, y sin un pasado condenatorio).
(4) Según las riquezas de su gracia (Si bien esto llega hasta nosotros gratuitamente, el costo divino no puede ser fijado con cantidades de dimensiones naturales, excediendo largamente lo requerido por nuestros delitos, de modo que sobre para lo que vendrá. Filipenses 4:19)
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 20/09/2018 MENSAJE # 2743
EL PADRE NO DEJA NADA AL AZAR, Y DESDE ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO, ÉL YA HABÍA ASEGURADO LAS COSAS PARA SU CABAL CUMPLIMIENTO EN EL CONTEXTO DE LAS EDADES, Y MIS LECTORES, Y ESTE HUMILDE ESCRIBA, YA ESTÁBAMOS INCLUIDOS EN ELLO, AGUARDANDO EN SUS PROMESAS.
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