viernes, 17 de abril de 2015

LA SENTENCIA SOBRE LA PERSONA QUE HABÍA COMETIDO INCESTO EN LA IGLESIA DE CORINTO MERECIÓ UN JUICIO SUMARIO POR PARTE DEL APÓSTOL, MANIFESTANDO LA NECESIDAD DE SEPARAR AL TAL DE LA COMUNIÓN ECLESIAL.

LIMA - PERÚ  VIERNES 17 DE ABRIL DEL 2015

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA PRIMERA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS CORINTIOS.

Primera de Corintios 5:3-5

"Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús".

*** Habiendo descrito la naturaleza degenerada e incestuosa de quien sostuviera relaciones con la mujer de su padre, en un acto punible por donde se le mirara, un absolutamente indignado y asqueado apóstol, señala su juicio sobre aquella persona y su accionar perverso. La sorpresa de él al observar que los hermanos corintios se mostraran indiferentes ante tal pecado, ponía en evidencia el plano moral decadente que adornara al helenismo el primer siglo, no habiendo ningún miramiento, reprimenda o repudio al tal hecho, siendo considerado ello como una cosa natural o típica de quienes venían cultivando el espíritu de los dioses cananeos, compuesto por un quinteto: El (padre), Baal (hijo), y las tres hermanas Astarot (hijas), quienes copularan entre ellos, disfrutando del sexo sin límites, mostrando así su inmunda naturaleza, algo que Moisés refiriera en Levítico 18 y 20, prohibiendo tan abominables prácticas. Juan, el bautista, se ganó el odio de Herodías, y la decapitación, por insistir ante Herodes que era ilícito que él tuviera a la mujer de su hermano como su esposa (Mt.14:1-5).

*** Este acto de degeneración, por alguien que era considerado como miembro de la iglesia corintia, exigía que el plano santificante de los componentes de la misma, separara al tal de la comunión eclesial, no sólo por dignidad o por recelo espiritual, sino porque no quisiéramos a Dios por enemigo. Así, pues, Pablo, en una actitud que nos pone en antecedentes sobre cómo tratar con estas cosas, no estimó su ausencia física como un impedimento para hacer juicio en un caso tan patético, trasladándose en espíritu al escenario del escándalo; y asumiendo su rol como consejero y asesor espiritual de la congregación; ordena la expulsión del culpable de la comunidad, constituyéndose este caso en un ejemplo para la familia de Dios a futuro.

*** Habiendo hecho Pablo ya un juicio, declara su sentencia sobre esta persona, y tomando el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunido espiritualmente con toda la congregación, y por el poder del Señor Jesucristo, señala una de las sentencias más duras que se hayan visto y oído jamás en la historia de la iglesia: "El tal sea entregado a Satanás para la destrucción de la carne" (aquí Pablo se está refiriendo al cuerpo físico y al deterioro del mismo por causa del pecado), eximiendo la naturaleza espiritual en el plano salvífico.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   17/04/2015

1 comentario:

  1. CUANDO TENEMOS QUE PASAR POR LA PENA DE HACER JUICIO CONTRA ALGUNO DE NUESTROS HERMANOS CAÍDOS, SE PONE A PRUEBA NUESTRO AMOR FRATERNAL, NUESTRA FIDELIDAD AL SEÑOR, Y NUESTRA CARGA POR HACER DE LA IGLESIA UN LUGAR DE BENDICIÓN, Y DE NUESTRAS VIDAS, UN CULTO A DIOS, MANTENIENDONOS DENTRO DE LOS PARÁMETROS DE LA SANTIDAD COMO UNA NORMA FIJA.

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