LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 20 DE ENERO DEL 2016
COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA PRIMERA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS TESALONICENSES
Pruimera de Tesalonicenses 1:8-10.
"Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada; porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libró de la ira venidera".
*** Cuando el evangelio hace un efecto arrollador en medio del pueblo de Dios, los resultados se echan de ver como una realidad vivencial que opera de un modo peculiar y característico. Así como había llegado el mensaje del reino a la congregación tesaoónicense, con manifestaciones de poder, la presencia del Espíritu Santo dotando a cada quién, y la plena certidumbre como fiel asistente de la verdad presentada, puso la evidencia que se hizo trascendente entre todos los creyentes, y aun a aquellos que se mostraran renuentes a aceptar los hechos, negando el valor de las evidencias.
*** La naturaleza trascendente del evangelio del reino, hizo violencia a las filosofías y supuestos del racionalismo de la época; el mismo que postulara una serie de falacias y de hipótesis que pretendían ser axiomáticas, y que nunca pudieron comprobarse como sólida realidad, muriendo en el intento de la fiel comprobación, sepultando sus "verdades temporales" en la tumba de los pensamientos distorsionados que no podían conjugarse con la realidad vivencial, y que buscaran una elíptica que sustanciara su insustancialidad, durmiendo el sueño de los que durmieron sin una esperanza.
*** Así, pues, la palabra hecha carne, se tornaba real y tangible para quien la oyera, haciendo surgir en sus corazones una esperanza viva que tiene la fe como su energía seminal, y siente, al igual que una madre gestante, la vida que crece y late en su vientre. La tribulación fue para este contingente como una brisa pasajera, porque su gozo interior paliaba en una forma pasmosa el impacto del maligno obrar, no dejando de avanzar contra corriente, como los emisores de la verdad antropomórfica que, al habitar en ellos, les hacía poner la mano en el arado sin siquiera mirar atrás. La conversión de los hermanos en Tesalónica se hizo rápidamente viral sin face, y las naciones circunvecinas se sentían anonadadas por ese tsunami que devoraba corazones y los tornaba en propiedad divina con una poderosísima convicción que hizo leña con los ídolos, y que adorara al Dios vivo en espíritu y verdad.
*** La celeste esperanza impulsaba a los creyentes a buscar las cosas de arriba, hurgando la esfera para que los llenara de la presencia del Hijo de Dios, mientras que la vida resurrecta del Señor Jesús sacaba de las tumbas religiosas paganas a los que recobrara para vida eterna, y su herencia regia. Quien levanta sus ojos y osadamente mira la gloria de lo alto, no lo hace con malicia o curiosidad; sino con esperanza. Los hijos de Dios no esperamos la ira divina como castigo por nuestras culpas, pues éstas ya han sido perdonadas; sino que le hacemos espacio para que aquellos que moran con la impiedad, y la disfrutan, reciban un impacto directo de la misma. El cristiano, espera la segunda venida gozoso; el religioso hipócrita, se preocupa; el impío, busca dónde esconderse ¿Dónde estás ubicado, querido amigo?
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 20/01/2016
Pruimera de Tesalonicenses 1:8-10.
"Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada; porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libró de la ira venidera".
*** Cuando el evangelio hace un efecto arrollador en medio del pueblo de Dios, los resultados se echan de ver como una realidad vivencial que opera de un modo peculiar y característico. Así como había llegado el mensaje del reino a la congregación tesaoónicense, con manifestaciones de poder, la presencia del Espíritu Santo dotando a cada quién, y la plena certidumbre como fiel asistente de la verdad presentada, puso la evidencia que se hizo trascendente entre todos los creyentes, y aun a aquellos que se mostraran renuentes a aceptar los hechos, negando el valor de las evidencias.
*** La naturaleza trascendente del evangelio del reino, hizo violencia a las filosofías y supuestos del racionalismo de la época; el mismo que postulara una serie de falacias y de hipótesis que pretendían ser axiomáticas, y que nunca pudieron comprobarse como sólida realidad, muriendo en el intento de la fiel comprobación, sepultando sus "verdades temporales" en la tumba de los pensamientos distorsionados que no podían conjugarse con la realidad vivencial, y que buscaran una elíptica que sustanciara su insustancialidad, durmiendo el sueño de los que durmieron sin una esperanza.
*** Así, pues, la palabra hecha carne, se tornaba real y tangible para quien la oyera, haciendo surgir en sus corazones una esperanza viva que tiene la fe como su energía seminal, y siente, al igual que una madre gestante, la vida que crece y late en su vientre. La tribulación fue para este contingente como una brisa pasajera, porque su gozo interior paliaba en una forma pasmosa el impacto del maligno obrar, no dejando de avanzar contra corriente, como los emisores de la verdad antropomórfica que, al habitar en ellos, les hacía poner la mano en el arado sin siquiera mirar atrás. La conversión de los hermanos en Tesalónica se hizo rápidamente viral sin face, y las naciones circunvecinas se sentían anonadadas por ese tsunami que devoraba corazones y los tornaba en propiedad divina con una poderosísima convicción que hizo leña con los ídolos, y que adorara al Dios vivo en espíritu y verdad.
*** La celeste esperanza impulsaba a los creyentes a buscar las cosas de arriba, hurgando la esfera para que los llenara de la presencia del Hijo de Dios, mientras que la vida resurrecta del Señor Jesús sacaba de las tumbas religiosas paganas a los que recobrara para vida eterna, y su herencia regia. Quien levanta sus ojos y osadamente mira la gloria de lo alto, no lo hace con malicia o curiosidad; sino con esperanza. Los hijos de Dios no esperamos la ira divina como castigo por nuestras culpas, pues éstas ya han sido perdonadas; sino que le hacemos espacio para que aquellos que moran con la impiedad, y la disfrutan, reciban un impacto directo de la misma. El cristiano, espera la segunda venida gozoso; el religioso hipócrita, se preocupa; el impío, busca dónde esconderse ¿Dónde estás ubicado, querido amigo?
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 20/01/2016
QUE LA NATURALEZA DE NUESTRA ADORACIÓN SEA TAN RECIA COMO UN RÍO IMPETUOSO QUE SE BURLA DE LA AFLICCIÓN, DESBORDÁNDOSE E INUNDÁNDOLO TODO CON SU CONTENIDO LIQUIDAL LLENO DE LA GLORIA DE DIOS, EMPAPANDO NUESTRO SER INTEGRAL, EXHALANDO EL PERFUME DE NUESTRA ADORACIÓN AL PADRE.
ResponderEliminar