NUESTRAS RESPONSABILIDADES ANTE LA DEIDAD, NO SÓLO CUBREN UN ÁMBITO RELIGIOSO O CEREMONIAL; SINO QUE CORRESPONDEN A LA VIDA MISMA. EL MARCADO INTENTO DE UN HIJO DE DIOS ES QUE TODO LO QUE HACE, LO HACE PARA EL SEÑOR, COMO UN HOMENAJE A DIOS, HACIÉNDOLO CON GOZO Y CON UNA ALEGRE DISPOSICIÓN QUE QUITA EL GESTO DE DESAGRADO O RESIGNACIÓN QUE MOSTRAMOS A VECES CUANDO SE NOS SOLICITA ALGO. ¡ARRIBA CORAZONES!

LIMA - PERÚ   JUEVES 14 DE ENERO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE COLOSENSES

 Colosenses 3:21-25.

"Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten. Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas".

*** En la conducta social de la nueva vida, hemos de mostrar hasta qué punto ha logrado penetrar la verdad divina en nosotros, en nuestra forma de conducirnos; tanto a nivel eclesial, como familiar y social. Y ahora el apóstol  nos deriva al panorama de la crianza de los hijos, haciendo una solicitud que puede resultarnos cargante: La tolerancia para con los hijos, y el cómo hallar el tino del caso para reprenderlos, exhortarlos, encaminarlos y reanimarlos; para enmendar rumbos en caso de haberse desviado de lo oportuno; y darle el ejemplo básico, no basado en tu perfección moral, sino en tu dicha al seguir el consejo del Espíritu en tu fuero interno, y de los beneficios que se alcanzan andando como conviene en el Señor. Los castigos sin pausa conducirán a los hijos a una resistencia endurecida, y a una provocación constante. si hemos de disciplinarlos, que ellos sepan por qué lo hacemos, y cuáles son sus fallas al rivalizar con sus progenitores o retar a las figuras de autoridad. Procura tener a Dios de tu lado, y a ellos, sujetos en el Señor.

*** Al referirse a los siervos (v.22), Pablo exhorta a los tales a mantener la disciplina y hacer sus deberes sin refunfuñar, dada su condición. El ser un amo terrenal no hace dioses a las personas, ni tampoco enemigos de los que están en esclavitud; y si has sido contratado o comprado para ejecutar determinados servicios, no te resistas a hacerlo, convirtiéndote en una ayuda de confianza y virtud para la persona que se beneficia con tu trabajo. Cuando sirves al ojo, tu productividad testifica por ti; pues no pasarás de lo justo, o no harás la parte que te corresponde, haciendo que el animo de quien está sobre ti se torne acre, áspero, y hasta injusto. Si tu servicio lo elevas a Dios con total competencia, el de arriba estará satisfecho, y el de abajo también; y tú, tendrás una vida más llevadera; hasta que obtengas una libertad que le otorgue paz a tu corazón, o te libere finalmente de tu condición llegando tu manumisión.

*** Lo que hacemos, ha de ser nuestro homenaje a Dios, buscando comportarnos excelentemente por causa de aquel a quien servimos y adoramos: Yahweh. Que nuestra forma excelente de comportarnos, y de rendir al máximo en  nuestras labores, cree en la consciencia de los demás seres humanos que los creyentes son gente cabal y cumplidora; honestos y de gran confianza. Y tú verás que las bendiciones llegarán a ti como hierro atraído por un imán. Todo nuestro trabajo debe tener la aceptación de una ofrenda de olor grato o de un holocausto, ya que Dios ha de ser glorificado por ello.

*** La recompensa de la herencia, no es una frase lírica, sino una realidad en la que confiamos, entendiendo que lo que hacemos tiene el sello de ese intento. Nuestra consciencia de la herencia es la que figura en nuestro horizonte; no el aplauso o el reconocimiento de algunos, cuya gloria se apaga tras un estruendoso ruido que deja tu memoria en el olvido. Los gritos, los silbidos y los vítores del entusiasmo gentil, no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse., El perecible gozo humano, no conoce el gozo del Señor que le será otorgado a cada vaso útil al presentarse ante su Señor y Dios: "...Sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor" (Mt.25:23b).

*** La implacable ley del Talión se hará cargo de los que obran con injusticia, deteniendo la verdad porque ellos no la quieren en su vida, ni en la nuestra. La cosecha, corresponderá  a la siembra de un modo inexorable. La excusa, la disculpa, el "me olvidé", el "fue sin querer"; no son parte del lenguaje en un arreglo de cuentas; habiendo perecido toda opción, y enfrentando el destino sobre la base de nuestra atención al programa divino, y nuestro fiel cumplimiento del mismo.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA   14/01/2016