EL APÓSTOL PABLO NOS REVELA LOS VALORES PRÁCTICOS DE UNA RELACIÓN QUE DEBE BUSCAR EL HONOR Y LA GLORIA PARA EL DIOS QUE NOS REDIMIÓ, MOSTRANDO UNA ACTITUD COHERENTE CON LA NUEVA REALIDAD A LA QUE HEMOS SIDO INCORPORADOS. TODOS LOS IMPERATIVOS AQUÍ CONSIDERADOS NO SON PUESTOS A NUESTRA CONSIDERACIÓN COMO SI DIOS BUSCASE NUESTRA OPINIÓN AL RESPECTO; SON DIRECTIVAS ESPIRITUALES DIRECTAS Y NO NEGOCIABLES.

LIMA - PERÚ  VIERNES 11 DE MARZO DEL 2016

COMENTARIO EXEGÉTICO DE LA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS COLOSENSES.

Colosenses 3:17-25.

"Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten. Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas".

*** La vida nueva trae consigo una gama de cosas preciosas que hacen más gozosa la unidad del cuerpo, pasando de las rivalidades y las distinciones singularizantes, al del fluir corporativo donde el todo se decubre en la presencia de Cristo en cada uno de los componentes de la familia de Dios. Así, pues, la resultante de ese fluir en unidad tendrá el nombre de Jesús como su ADN y su consigna. Las palabras, pues, y los hechos llevarán el sello "made in Lord Jesus", razón por la que todos estarán muy agradecidos al Padre, gflorificando su nombre.

*** Aquí los consejos se verán aplicados a la experiencia. 

(1) El mayor problema para el sexo femenino: Las ansias por el poder, y el gobernar sobre sus cónyuges (Yo sé que a ustedes eso no les pasa, pero soy testigo de que en otros lugares , sí pasa), que son cositas que Satán inyectó en ellas desde el huerto del Edén, razón por la que Dios ubicó al sexo femenino bajo autoridad (Véase Gn.3:16-19). Si sigue habiendo dolor al alumbrar, lo otro, la autoridad del varón sobre la mujer sigue vigente, así como el comer el pan con el sudor de la frente. Lo que conviene en el Señor está por encima de nuestros pareceres.

(2) La forma áspera de ser del varón tiene que ver con el tedio, los roces y las quejas, surgiendo en él la ira por sentir que la unión matrimonial, ha pasado a ser una atadura insoportable, y ambas personas se ven como antagonistas; y no como socios de pacto. Si amamos realmente, nos sentiremos en la necesidad de restaurar nuestra unión ante Dios. Reubiquémonos en el Señor para promover que la unidad no se rompa. 

(3) La crisis de obediencia en los hijos, mientras van creciendo, se va haciendo mayor. Si la enseñanza no es resentida por el adolescente, no será por tener padres consentidores, sino eficaces entrenadores ministrándoles conforme al orden divinal, procurando el agrado divinal mediante la obediencia a los progenitores.

(4) La resistencia endurecida de los hijos a la autoridad paterna, tiene que ver con los deseos de libertad sin frenos, aunque con asistencia económica de alimento, ropa, mesadas y un hogar que nada les cueste y todo les dé. "Trátame bonito; o me desaliento, y tú serás el culpable ante Dios y ante los hombres" (Véase Ef.6:4).

(5) La relación laboral debe ser parte de nuestro testimonio. La honestidad y la competencia deben dar fe de cómo somos en calidad de obreros, haciendo que nuestro servicio competente sea bendecido, y no un motivo de queja porque nos volvimos confianzudos con el jefe que también es creyente. Un corazón sincero, teme a Dios, y hace todas las cosas con el afán de agradarlo.

*** (Vs.23-26) Que todo lo que emprendamos para hacer tenga un solo anhelo: AGRADAR A DIOS, si somos capaces de cambiar nuestra perspectiva, y miramos a Cristo como el beneficiario de nuestro esfuerzo, nuestra actitud en cuanto a ello cambiará sin duda. Las recompensas inherentes a la herencia tienen  nuestra corriente actitud como la base para verse gratificadas por la Deidad, pues es a él a quien servimos. La injusticia está dentro de la nómina de lo que merece castigo, y Dios lo tendrá en cuenta para ejecutar juicio sobre ello, pues para él no hay acepción de personas.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA  11/03/2016